Los vándalos realizan destrozos junto al pabellón de la Mirandilla
La barandilla que se encuentra en las escaleras fue arrancada y se rompieron varias losas de la fachada · Es la séptima vez en dos años que sufre desperfectos
Es la historia de nunca acabar. El penúltimo capítulo de vandalismo se ha vivido en el exterior del nuevo pabellón de La Salle Mirandilla y no es la primera vez que ocurre. Desde que fuera inaugurado hace dos años ha sufrido destrozos en siete ocasiones lo que obliga a la reparación de todo lo dañado por parte del ayuntamiento, con el consiguiente gasto económico.
En esta ocasión los destrozos se han centrado en la barandilla central de la escalera y en una parte del pasamanos que está ya en el mirador. Asimismo, se han destrozado varias losas de cerámica de la fachada ventilada.
En el día de ayer, a media mañana también se podían encontrar en el paseo superior varios excrementos de perros y había algunas personas que estaban bebiendo cervezas, algo que está prohibido por la ley antibotellón. Asimismo, junto a uno de los bancos había restos de la noche anterior con el suelo pegajoso.
La barandilla se encontraba ayer totalmente arrancada del suelo y tirada a lo largo de la escalera. Para hacer esto han tenido que intervenir más de un individuo por la violencia con la que fue arrancada.
El equipo de Gobierno a través de un comunicado de prensa, recordó ayer que este mismo verano se realizaron labores de reparación de todas las losas del pabellón de la Mirandilla para hacer frente a los continuos actos vandálicos que sufre este equipamiento municipal.
El propio equipo de Gobierno pidió una vez más la colaboración ciudadana para que denuncie este tipo de acciones violentas contra el patrimonio y el mobiliario urbano de la ciudad.
El pabellón de la Mirandilla fue remodelado en su integridad suponiendo una inversión a través de los fondos File del Estado de 1,8 millones de euros. Con este proyecto se demolieron las instalaciones existentes y se construyó un nuevo polideportivo con una pista de 40x20 metros. El equipamiento también posibilitó la apertura de una plaza pública que también está siendo objeto de estas acciones incívicas.
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