Los vecinos de La Tacita y Virgen de la Luz, en Cádiz, entre la alegría y el escepticismo

vivienda | anuncio de reconstrucción de una barriada municipal de los años 30

El ambicioso proyecto de un flamante espacio urbano con el doble de pisos en el lugar de los viejos y deteriorados edificios de tres patios despierta tanta ilusión como desconfianza

Un grupo de habitantes de este rincón de Puertatierra anclado en el pasado cuenta a Diario de Cádiz cómo ve una de las mayores operaciones urbanísticas de los últimos años

Andrés Benot se encarga del mantenimiento del patio Virgen de la Luz en la calle Cantiña. / Tomás Gómez
J. M.

13 de noviembre 2022 - 07:00

Cádiz/A su casi 90 años, Enrique Botaro Ríos lleva 85 viviendo en el patio de La Tacita de Plata, a la espalda del Hospital Puerta del Mar, a donde llegó con apenas cinco. La casualidad ha querido que se haya enterado por su sobrina, Salud Botaro, escuchando Canal Sur Radio, de que por fin le van renovar su casa y el barrio entero. El alcalde de Cádiz, José María González, anunció el jueves pasado un ambicioso proyecto urbanístico que convertirá este espacio anclado en el pasado en Puertatierra, en pleno Cádiz moderno, en un flamante espacio urbanístico de vivienda pública dotado con los últimos avances donde serán realojados sus actuales vecinos. Una actuación que duplica el numero de pisos existentes hasta 209 y que el equipo de Gobierno pretende poner en marcha a finales del año que viene para desarrollarla en los próximos doce años gracias a una inversión de nada menos que 32,8 millones de euros.

“Mi casa la tengo arregladita para vivir bien, pero hay muchas aquí que están hechas polvo. Estos pisos, que son de los años 30, lo que requieren es eso, tirarlos”, dice Enrique. Su casa tiene 58 metros cuadrados. “Aquí nos hemos criado nueve hermanos. ¿Literas? No, nunca tuvimos: dormíamos dos en una cama. Ahora vivo yo solo”, responde. “De momento a los vecinos no nos han informado todavía de nada”. Enrique trabajó durante muchísimos años en una contrata de Astilleros. “Echaba doce horas y tres noches a la semana. En vez de 35 años debería tener 60 cotizados, porque es lo que he trabajado”. Y después de la faena profesional entre hierros venía la del patio. “Hemos trabajado mucho para tenerlo en condiciones. Éramos seis, ocho, diez, pero los demás ya no están porque desgraciadamente han fallecido. Andrés Álvarez, que fue presidente de la asociación de vecinos del patio, y unos pocos más. Todo esto lo hicimos nosotros sin ninguna ayuda del Ayuntamiento: los parterres, la fuente, la taza... Nos daban las doce y la una de la madrugada en verano trabajando... Todo sobre nuestros hombros... Aquí el Ayuntamiento nunca ha dado ni ha hecho ni ha puesto nada. Ni la pintura de las fachadas, que la última vez que se le dio una mano lo hicimos también nosotros con las guíndolas. La única vez que pintó algo el Ayuntamiento nos costó 260.000 pesetas. Fue allá por los años 80. Ahí tengo todavía los recibos”.

Enrique Botaro, a sus casi 90 años, lleva 85 viviendo en el patio, que contribuyó a arreglar durante décadas. / Tomás Gómez

"Mi casa está arregladita, pero lo que requieren estos pisos de los años 30 es eso, tirarlos”

Enrique Botaro/ Vecino de La Tacita de Plata

Enrique tiene prisa. “Perdonen, pero tengo que acercarme aquí detrás, que tenemos un problema con una fuga de agua”. Le acompañamos. “Yo he trabajado y hecho por esto lo que usted no se puede ni imaginar. Lo que pasa es que ya de los viejos quedamos muy pocos”, insiste.

A pie de avería está Fernando, de 47 años. “Este salidero de agua lleva una semana aquí. Estas casas están en muy mal estado. Vivo justo ahí arriba y estoy harto de recoger las paredes... Parece que nos van a realojar en Los Chinchorros, allí, al lado de la lonja de frutas; pero todavía no nos han informado de nada... parece ser que vamos a ser los primeros... Llevo viviendo aquí desde chico, con mi padre, mi madre y mis hermanos, pero ahora solo somos tres”, cuenta Fernando desde detrás de la mascarilla.

El legado del presidente Andrés Álvarez

Juan Álvarez es hijo de Andrés Álvarez, presidente de la asociación de vecinos del patio y promotor de muchísimos eventos y conciertos, entre ellos el Festival de Cantes por Alegrías, que se celebró durante 35 años, hasta hace unos 20. De hecho, el escenario, levantado también por los vecinos, está dedicado a él. “Vivo aquí desde que nací en 1968. De momento, del proyecto de reconstrucción del barrio sólo sabemos lo que ha salido publicado en prensa. Habrá que esperar a que el Ayuntamiento venga y nos lo explique. Sobre todo porque aquí hay personas con cierta edad y habrá quienes tendrán que hacer dos mudanzas. Hablo por mi padre, que tiene 84 años, y me preocupa su bienestar”. Habitan en el número 4 de la calle Bulería. Serían los segundos en ser realojados, junto con los vecinos del número 3, en los nuevos edificios que se construyan sobre el solar del 1 y el 2, que serían los primeros. “Ahora mismo en casa solo somos dos: mi padre y yo. Esto estaba hecho un desastre y lo arreglaron los vecinos. A golpe de riñón y de dinero. Este fue el primer patio en hacerse. La tacita de plata de la fuente la hicieron en la sede social de la asociación de vecinos, que no estaba todavía techada, en un día de lluvia. Fue obra de un señor que se llamaba Rosendo, como la Cruz de Mayo...”

"Lo que más me preocupa es el bienestar de las personas mayores como mi padre”

Juan Álvarez

“De mi niñez recuerdo a mi padre colgando los andamios y pintando las paredes, haciendo zanjas en el suelo... Esto era un patio muy alegre, con muchas actividades. Aquí ha habido hasta hace veinte años un Festival de Cante por Alegrías que se celebró durante 35. Venían artistas muy buenos y como coincidía con el Trofeo, se acercaban los presidentes de los equipos... Este patio ha tenido mucha vida... Hubo personas mayores que fueron quienes levantaron todo eso... Pero los tiempos cambian... De los que proyectaron y ejecutaron esto solo viven tres o cuatro, los demás han fallecido... Pero insisto en que lo que más me preocupa es el bienestar de los mayores. Le dices a alguien de 30 o 40 que se tiene que mudar y sin problemas, pero a una persona de 80 que lleva viviendo aquí 60... Ellos fueron de los primeros adjudicatarios. El sorteo se celebró en el Teatro Falla;he visto alguna entrada de aquello... En mi caso fue mi abuelo, que hoy tendría 105 años...”. Juan Álvarez trabajó durante décadas en una farmacia y es licenciado en Geografía e Historia. “Me saqué la carrera para mí y para que mis hijos supieran que aunque su padre estuviese así podía llevarlo adelante”, dice con orgullo tras confesar que padece una grave enfermedad. Juan es padre de dos chavales de 22 y 20 años.

"Me parece muy bien el proyecto; me costó más de 18 años, pero gracias a Procasa tengo un piso”

Begoña Sánchez

Begoña Sánchez: “Me parece muy bien el proyecto”

Begoña Sánchez, de 48 años, es inquilina del vecino patio Virgen de la Luz. “Me parece muy bien el proyecto. Tenemos muchas humedades en las casas y mire usted como está la fachada, toda rajada. Yo llevó aquí cinco años, después de 18 años y medio luchando por una casa en Procasa. Antes tenía un alquiler en la calle Pasquín por el que pagaba 465 euros, cuando lo que percibíamos eran 400. Todo era para pagar. Gracias a Procasa ahora tenemos un piso que podemos pagar y estamos muy contentos. Aquí vivimos mi marido; dos hijas, una de 30 años y la otra de 26, que está embarazada; mi yerno y yo. Y dentro de poco, el nieto que viene de camino. Eso, en tres dormitorios... Sí que estamos a lo justito...Del Ayuntamiento vinieron a interesarse por las condiciones en las que estamos viviendoy recibimos una carta en la que nos informaron del proyecto de reconstrucción, pero sin detalles”, asegura Begoña.

En la calle Cantiña, una segunda parte del patio Virgen de la Luz, Andrés Benot trabaja desde la asociación de vecinos en el mantenimiento del patio. Lleva en él viviendo los 66 años que tiene. “He escuchado algo del proyecto, pero no conozco el detalle. Imagino que el presidente, que es mi cuñado, estará más al tanto... Sí que está esto mucho mejor que antes: Me he partido el lomo aquí...”

Pilar Ponce, directiva de la AVV Virgen de la Luz, en la calle Cantiña. / Tomás Gómez

Dos anuncios anteriores

Pilar Ponce es vecina y miembro de la junta directiva de la asociación. “Yo me casé y me fui a Puerto Real. Ahora quienes viven aquí son mis padres. Él tiene 78 años y nació aquí”. Fue a su bisabuela a quien le dieron la casa. “Mis padres están ilusionados con el anuncio, pero como no es el primero que hace el Ayuntamiento, no se lo terminan de creer mucho”, confiesa. “Y, claro, de aquí a que empiecen y a que esto se termine... Hace diez años dijeron que iban a reconstruir los patios, y lo he escuchado al menos una vez más, y nunca salió adelante... Nunca nos explicaron por qué, pero parece ser que el Ayuntamiento no tiene papeles de estos pisos... Mis padres sí que tienen contratos como inquilinos, pero es el Ayuntamiento el que no tiene papeles para decir: esto es nuestro y os lo vamos a vender”, relata Pilar.

"Mis padres están muy ilusionados, pero como no es la primera vez, no se lo acaban de creer”

Pilar Ponce

“La casa de mis padres es bien grande: tiene cinco habitaciones y una terraza. Aquí mi bisabuela crió a once hijos, luego estuvo mi padre con los suyos, hasta que llegamos nosotros, que somos cuatro hermanos. El que queda con ellos es el menor, que tiene 40 años y está soltero... Mayormente todo esto lo hemos hecho nosotros sin ninguna ayuda, salvo el local vecinal, que es de hace poco. Nos pusieron una oficina, un cuarto de baño y otro de mantenimiento. Lo demás lo hemos hecho todo nosotros: barrer, limpiar, pintar, levantar parterres.... Aquí no ha entrado un barrendero hasta hace poco... Y todo, con la cuota de los socios, que era de dos euros nada más por vecino y que dejamos de cobrar durante la pandemia. Somos alrededor de unos cien”.

Pilar nos acompaña junto a Adolfo Molina Haro, presidente de la asociación. “El proyecto no nos ha pillado por sorpresa porque ya estuvo sobre la mesa hace unos diez u once años, con Teófila Martínez de alcaldesa”, cuenta. “Y en esta ocasión, la semana pasada, ya tuvimos una reunión con la concejala de Vivienda en Procasa en la que nos lo explicaron”, confirma.

Adolfo Molina, presidente de la AVV Virgen de la Luz. / Tomás Gómez

La primera acogida de los vecinos ha sido muy buena, pero tenemos que mantener más reuniones. Porque lo principal que queremos saber es sin con las nuevas viviendas nos van a subir mucho el alquiler. Aquí pagamos entre unos veintitantos euros y unos doscientos y pico por las casas grandes como la mía. Estamos a la espera de los planos para poder presentárselos a los vecinos. Es un proyecto muy bueno que a mí me ha encantado y creo que a la mayoría, también. Son casi 90 años ya los que tienen estas viviendas y no pasan la inspección técnica. Además de a Procasa, agradecemos también el interés que ha puesto el PSOE”.

"Estamos muy contentos; pero habrá que ver a qué precio quedan los alquileres”

Adolfo Molina

Pero ¿por qué no se hizo antes? “Hubo un intento municipal de que cada vecino comprase su piso y a partir de ahí se hiciese una nuevo promoción de viviendas. Aquello coincidió con el proyecto de llevarse el hospital a los terrenos de la antigua CASA y con el de levantar un hotel en su lugar. Pero todo aquello se quedó en stand by. Esperamos que esta vez se lleve a cabo y que empiecen, como dicen, en doce meses. Estamos contentísimos, pero a ver si llego a verlo... me encantaría”. Ahora piensan unificarse con la otra asociación.

"Bravo por el alcalde de Cádiz; es una buena nueva para todos; es para votarle otra vez"

María del Carmen Puchi

María del Carmen Puchi es hija de Isabel Gutiérrez García, otras de las vecinas más veteranas del Virgen de la Luz: “Sí, parece ser que las obras comenzarían a finales de 2023. Es algo extraordinario. Los vecinos están muy contentos. Quizá llega un poco tarde porque tenía que subir a mi padre sin ascensor en la sillita de ruedas... Pero aquí vive mi madre todavía, gracias a dios, y es algo que van a disfrutar ella y mi sobrino... Ellos tienen un alquiler muy bajito... Aquello fue una donación creo que a trabajadores de Astilleros y Aeronáutica con familia numerosa entre los que estaba mi abuelo... Bravo por el alcalde de Cádiz, lo digo de verdad. Estamos muy contentos y no solo mi madre, sino tantos vecinos que se ven desprotegidos en Cádiz por la falta de vivienda. Que tengan opción a conseguir una casa en una zona tan buena es algo para votarlo otra vez... Y lo bonito que es el proyecto... con parques, que se están perdiendo, con una comunicación con García Carrera, con locales comerciales, eso es estupendo. Esto se recibe con mucho agradecimiento porque es una buena nueva para todos”.

Manuel Otero Botubol, de la AVV La Tacita de Plata. / Tomás Gómez

Desconfianza por la cercanía de las elecciones

José Manuel Otero, sin embargo, desconfía. “El proyecto nos parece muy bien porque las casas están que se caen y por dentro tienen muchas humedades”, dice. “Pero hace diez años ya anunciaron que iban construir y aquello se quedó en nada. Nos mandaron muchos papeles, muchos folletos de cómo iba a ser y todo quedó en nada. Solo pintaron una fachada. Nos dijeron que no había presupuesto. Tampoco creo que vaya a salir adelante ahora. Creo que es un anuncio político para que sigamos votando a quienes impulsan ahora el proyecto... Podían haberlo anunciado hace ocho años. O cinco. Esto es un anuncio político ante unas elecciones que son inminentes”.

"No creo que lo hagan: esto es un anuncio político ante unas elecciones inminentes”

José Manuel Otero

Su padre, Manuel Otero Botubol es de la misma opinión: “Esto lo anuncian ahora porque vienen las elecciones y quieren que les voten otra vez. Yo creo que esto seguro no se va a hacer. O igual es dentro de ocho o diez años. Hicieron el Cerro del Moro, Trille y San Severiano, que son menos antiguos y a esto no le han metido mano. Ojalá me equivoque. Esto es lo que pensamos en la asociación. Fíjese que somos la única que no tiene ni cuarto de baño en todo Cádiz. Y en 40 años nadie ha sido capaz de arreglar esto: ni el PSOE, ni el PP, ni Podemos... Y eso es fácil ¿no? Este sábado tenemos una actuación de Flamenco en los Patios y todavía no han venido a darnos la luz. El Festival de Cantes por Alegrías lo estuvimos haciendo durante 32 años y tuvimos que dejar de hacerlo porque ya no daban subvenciones. Y todo lo que ve usted aquí lo han hecho los vecinos, sin ayuda ninguna del Ayuntamiento, salvo algún material. Ahora lo que dan son 350 euros al año para mantenimiento".

"Además, nosotros entendemos que los pisos son ya nuestros a partir de los veinte años que llevamos de inquilinos. Y estamos dispuestos a pagar un precio simbólico, pero ya está. Pagábamos 26 pesetas y ahora unos 26 o 27 euros. Por eso a esto siempre se le ha llamado las Casas Baratas... El problema es que el Ayuntamiento no tiene papeles de propiedad de los pisos porque sólo es dueño del suelo”, concluye Manuel.

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