Los vecinos del barrio de Manuel de Falla de Cádiz serán realojados en dos fincas municipales durante su reforma

El complicado proceso administrativo y social para la reforma del barrio Manuel de Falla

Es una operación similar a la ejecutada en el Cerro del Moro

Así será el nuevo barrio de Manuel de Falla, en la Tacita de Plata

Fachada de una de las antiguas fincas del barrio.
Fachada de una de las antiguas fincas del barrio. / Lourdes de Vicente

La principal operación en materia de vivienda que dejó pendiente el gobierno de José María González es la prevista en el barrio Manuel de Falla, en la trasera del Hospital Puerta del Mar y con el patio de la Tacita de Plata como gran referente ciudadano.

El plan era muy ambicioso: tirar casas, algunas casi centenarias y todas con graves problemas de habitabilidad, y levantar un barrio de nueva planta. Se actuaba sobre 112 familias, muchas de ellas con personas ya mayores y con ingresos muy limitados. 

La reforma incluía la construcción de 209 viviendas, con una inversión estimada de 32 millones de euros.

“A finales de 2022, el gobierno de González informa a los vecinos que muy pronto se iban a hacer las nuevas viviendas. La idea estaba bien elaborada, el problema es que para hacer esta promesa eran necesarios varios proyectos y, lógicamente recursos”, y no lo tenían, afirma la concejala de Vivienda del equipo de Bruno García, Ana Sanjuán.

“Hay que tener en cuenta que es necesario contar con un plan para realojar a estas familias. Ellos mencionaban Matadero, pero sin hablar antes con la Junta de Andalucía. Tampoco tenían un estudio de detalle, que nosotros ya hemos concluido, a la vez que estamos trabajando en el proyecto de reparcelación.

Adelantando necesidades, se trabaja con la posibilidad de utilizar los edificios hoy en construcción en García de Sola y en Santiago para estos realojos de forma provisional, ya que como estaba previsto la reurbanización del barrio se haría mediante fases.

Otra cuestión es la costosa inversión a realizar. Aquí la edil no concreta aún de dónde se sacarán estos fondos, aunque sí afirma que se está buscando financiación con el objetivo de no dilatar mucho este proyecto.

Hay que tener en cuenta que se va a trabajar en un barrio que se comenzó a levantar hace un siglo.

Esta operación supondrá, cuando se ejecute en su totalidad, el derribo de 112 pisos y la construcción de otros 209 de nueva planta. Para ello se levantarán nueve bloques de cinco y seis plantas de altura, en cuatro grandes pastillas. El conjunto se completará con zonas verdes y 2.445 metros cuadrados de zona comercial, hoy inexistente.

La promoción va a generar cerca de un centenar de nuevos pisos protegidos que servirán para rebajar el importante déficit de vivienda pública en la ciudad.

La demolición afectará al barrio de vivienda pública más antiguo del Ayuntamiento, y a la promoción de pisos con más años en Puerta Tierra, pues data de 1938.

Este ambicioso proyecto se presentó en noviembre de 2022. En aquel momento, consciente de lo complicado que era actuar sobre viviendas ya habitadas, obligando por ello a operaciones de realojo, se calculó que todo el proceso iba a durar unos doce años, con una inversión de 32 millones de euros. En aquel momento se sondeó a la Junta de Andalucía, que se mostró dispuesta a colaborar en este plan.

Un año y medio después de esta presentación, el actual gobierno local está introduciendo una serie de modificaciones en este plan, al que considera como "una de las grandes prioridades" en su gestión, según indicaron fuentes municipales.

Uno de los objetivos principales es reducir de forma sustancial el tiempo de ejecución total de la obra, pasando de los doce años previstos inicialmente a los seis años que pone como tope el equipo de Bruno García, "ante la necesidad de vivienda que tiene la ciudad".

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