Veinte años esperando una VPO en Cádiz que al final no pueden pagar
Demandantes de Procasa denuncian que en Marqués de Cropani les exigen anticipos de hasta 70.000 euros en 13 meses, imposibles de asumir
El Grupo Q asegura que ya tiene comprometida la compra de entre 12 y 15 VPO de los 55 que construye en Cádiz
Increíble, pero cierto: para conseguir una vivienda de protección oficial en Cádiz –en régimen de venta a precio limitado, en este caso– no basta con estar inscrito en el Registro de Demandantes de Procasa desde hace más de veinte años, que te llegue el turno y cumplir con todos los requisitos exigidos. Ni siquiera figurando entre los 300 primeros puestos de cabeza de una lista con más de 4.000 personas. No. Hace falta conseguir hasta 70.000 euros en 13 meses para pagarlos como anticipo, además de una hipoteca que cubra el 80% de un precio final de hasta 290.000 euros y el 20% restante, es decir, otros 58.000 euros, en el caso del piso más caro.
Según relatan a este periódico algunos de los candidatos que se han visto obligados a desistir de uno de estos pisos, estas son las condiciones que está ofreciendo el Grupo Q a los demandantes de vivienda pública que les está enviando la empresa municipal Procasa como presuntos aspirantes a una de las 55 VPO en régimen de venta a precio limitado que la promotora privada construye en un edificio que se llevó años a medio hacer en el barrio de Los Chinchorros, muy cerca del cementerio de San José.
Las condiciones son tan inasequibles para estas familias, muchas con niños a su cargo, que se han visto obligadas a rechazar la vivienda que llevaban esperando desde hace hasta dos décadas. La primera que les ofrece la empresa pública municipal en 20 años. Se trata de núcleos familiares en los que trabajan los dos miembros de la pareja, ingresando salarios de entre 1.200 y 1.600 euros al mes con los que de ningún modo pueden afrontar una inversión como la que les están planteando.
“Nos llamaron a finales de septiembre o principios de octubre del año pasado Imagínese la ilusión que vivimos. Nos duró poco. Nos tuvimos que decantar por la vivienda más barata. Era la única que podíamos intentar asumir por un precio de unos 220.000 euros. Pero con la agravante de que teníamos que soltar 60.000 euros en 13 meses: 3.000 como señal, 27.000 de entrada y otros 30.000 en 13 cuotas de 2.500 euros al mes”, relata uno de los candidatos a adjudicatario, que prefiere permanecer en el anonimato. A sus alrededor de 40 años, forma parte de una familia con un menor en edad de primaria a su cargo. El piso tiene poco más de 60 metros cuadrados y dos habitaciones.
“A lo anterior hay que añadir el 20% que no cubre la hipoteca, pero si a la hora de darte la llave no tienes hipoteca, pierdes la totalidad de los 60.000 euros que has entregado”, añade el mismo afectado. “Para trabajadores como nosotros es imposible asumir esas condiciones”, lamenta. “Procasa se ha lavado las manos porque a nosotros no nos han llamado en ningún momento. Nos llama el Grupo Q y Procasa se limita a decir que ellos les han cedido un terreno municipal al Grupo Q, que es quien lo gestiona. Cuando preguntamos por lo elevado de estos precios nos dicen que están dentro de la legalidad. No lo dudo, pero se han acogido al máximo permitido por la Junta de Andalucía”, añade.
“Lo que nos choca es que el Ayuntamiento de Cádiz, este que dice que lucha ahora por que no se vayan de la ciudad los gaditanos y las gaditanas, el mismo que tiene tanto miedo de perder las subvenciones estatales si bajamos por debajo de los 100.000 habitantes, el mismo Ayuntamiento llegue a este tipo de acuerdos”, argumenta este afectado. “Yo entiendo que la constructora tiene que ganar, pero el Ayuntamiento tendrá que mirar por sus vecinas y vecinos y llegar a un consenso. Además, no tienen ningún convenio con ningún banco. Si no señalas la casa, automáticamente te presionan y te dicen que la van a volver a enseñar enseguida. A nosotros nos la enseñaron antes de Carnavales y en Carnavales ya nos llamaron para preguntarnos si es que no la queríamos. Tuve que explicar que lo que voy a comprar es una casa por la que voy a hipotecar mi vida y que necesitaba consultar a varios bancos y sentarme con mi pareja a hacer números”.
“Además, te atosigan para que firmes el rechazo por razones económicas bajo el aviso de que si no lo hacemos, el rechazo que constará será porque no estamos interesados en la vivienda y perderíamos oportunidades en Procasa”, asegura. “Lo peor es que cuando le planteas todo esto a Procasa te dicen que el modelo que van a seguir en otras promociones es el mismo: Procasa cede el terreno y el Grupo Q construye y pone el precio máximo permitido”.
“¿Quién tiene ahorrados 60.00 euros? ¿Quién los reúne para pagarlos en 13 meses? Nosotros tenemos algo de dinero guardado, pero tendríamos que pedir un préstamo personal y corremos el riesgo de que no nos den la hipoteca y, encima, perder los 60.00 euros que ya habríamos entregado. Te lo dicen bastante claro. Tenemos derecho vivir en Cádiz por un precio normal, no a un precio de lujo”, concluye este afectado.
La situación de C. C. es parecida. A sus alrededor de 40 años, después de dos décadas en la lista de demandantes, disfruta de un puesto en el tramo de cabeza. Vive con su marido, también demandante, y un menor. “En septiembre del año pasado me llegó un mensaje de Procasa anunciándome que ‘nos había tocado’ uno de los pisos de Los Chinchorros y que tendríamos una reunión a principios de este. Pero se retrasó hasta final de febrero. Yo llamaba a Procasa, pero me decían que ellos no podían dar precio ni condiciones, que todo lo llevaba la promotora, que ellos pasaban un listado de personas con ingresos por debajo del 5,5 Iprem [3.300 euros mensuales] y por encima de 3 Iprem [1.800 euros], con dos nóminas para hacer frente a la compra del piso. Ella gana en torno a 21.000 euros anuales y su marido, que trabaja en contratas, unos salarios irregulares. Yo estaba contentísima, llorando de alegría. Pero cuando llegamos allí, nos ofrecieron los pisos que tenían . De los de tres dormitorios nos olvidamos, porque estaban entre 250.00 y 290.000 euros. Y los de dos dormitorios, entre 219.000 y 250.000.La hipoteca era factible porque habrían sido de unos 100 euros más de lo que pagamos ahora de alquiler, pero el problema es que tienes que pagar una reserva de 3.000; a los pocos días, 30.000 euros más de entrada y luego otros 35.000 en trece meses, en cuotas de 2.500 euros mensuales. Y esto es inviable. Las formas de pago son imposibles”, lamenta. C. C.ingresa unos 1.400 euros al mes y su marido, entre 1.500 y 1.800. “La hipoteca sí que era viable pero, ¿cómo hacemos frente a 66.000 euros? Mis padres nos podían ayudar en la medida de lo posible, pero todavía nos seguían faltando más de 30.000 euros, que sólo sería posible conseguirlos con un préstamo personal que luego podría impedir que nos dieran la hipoteca. Eran 480 euros al mes durante 8 años y eso era inviable”.
“Quien tenga 70.000 euros en el banco no está esperando una vivienda de protección oficial. Di las quejas en Procasa, pero me dijeron que las nuevas promociones de Puntales y Loreto serán también del Grupo Q en las mismas condiciones. Al final no podré acceder a una vivienda. De las personas que yo conozco, todas han rechazado la oferta por motivos económicos. Según nos dijeron desde el Grupo Q, algunas han aceptado. ¿Qué pasa si todos los rechazan? ¿Irán a renta libre? Me dicen que eran 55 adjudicatarios pero que habían enviado a más de cien aspirantes".
"De hecho, nos dicen que quienes han aceptado no sabe como los obtuvieron, pero un préstamo personal es incompatible con una hipoteca de 200.000. El problema era el IVA. Así que seguimos de alquiler. Ya sé que no me van a volver a llamar. Y no puedo ahorrar 60.000 en un año. Así que 20 años en Procasa, para nada", concluye C. C..
Alonso Justo de Palacio vive una situación similar. “Llevamos desde 2004 en el Registro de Demandantes. Entonces yo estaba parado y mi mujer estaba embarazada. Ahora somos cuatro”, relata. “Nos llamaron de Procasa. Pensamos que nos iban a ofrecer algo asequible, pero en la reunión con el Grupo Q nos lo plantearon advirtiéndonos ya de que era compra y de que había que tener un dinero ahorrado”.
“El piso de tres dormitorios, de 76 metros cuadrados, eran 261.000 euros, con plaza de garaje y trastero. La hipoteca se nos quedaba en más de 187.00 euros pero además teníamos que abonar 26.645 euros de entrada del piso, 5.176 por el garaje y luego 30.145 euros más 5.176 en cuotas mensuales en 13 meses, más una señal de 3.000 euros. ¿Quién puede tener 100.000 euros ahorrados? Nos atendieron como si no quisieran vender. Me han pedido que vaya a firmar el rechazo por motivos económicos, pero ni siquiera voy a a ir porque todo esto me parece vergonzoso”.
El PSOE culpa a la Junta y a su último decreto de la situación
Muchos de los demandantes de Procasa que se han visto obligados a rechazar las inasumibles condiciones de compra de pisos de VPO impuestas en Marqués de Cropani han contactado con la concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Cádiz, Natalia Álvarez. La edil ha denunciado a través de sus redes y en declaraciones a este periódico la situación de los afectados. Una situación que es generalizada en Andalucía, Madrid, Valencia y Navarra. Álvarez la atribuye a un reciente decreto de la Junta por el que se impulsa la construcción de VPO por parte de promotoras privadas,se amplía hasta unos ingresos de 7 Iprem (4.200 euros) la posibilidad de acceso y, además, se liberan a renta libre a los siete años las viviendas protegidas, “facilitando así la especulación inmobiliaria”. Los afectados no descartan constituirse en colectivo y emprender acciones.
Temas relacionados
22 Comentarios