Verano a cuentagotas para la Policía Local de Cádiz

La plantilla ha recibido estos días parte de su indumentaria y ve el complemento de playas acordado con el gobierno municipal aún en el aire

Imagen del regreso de la Policía Local a las playas de Cádiz, en junio de 2023, tras un acuerdo con el Ayuntamiento.
Imagen del regreso de la Policía Local a las playas de Cádiz, en junio de 2023, tras un acuerdo con el Ayuntamiento. / Miguel Gómez

La Policía Local de Cádiz tiene unas condiciones laborales y unas pretensiones económicas que llevan años sin solucionarse y generando diversidad de opiniones enfrentadas y, muchas veces, de incomprensión por parte de la ciudadanía. Pero lo que no tiene la más mínima duda es la paciencia de un cuerpo de seguridad que trabaja en condiciones muy por debajo de las que deberían ser óptimas para la responsabilidad que cada uno de los agentes tiene entre manos.

El último ejemplo se ha sabido en estos días, en pleno verano, cuando la plantilla aún no ha recibido la uniformidad propia de estos meses de altas temperaturas y de servicios especiales como el que prestan en la playa.

Ha sido esta semana, bien empezado el mes de agosto, cuando la Jefatura ha empezado a repartir el material de vestuario a los agentes. Pero ni mucho menos se ha hecho en condiciones normales, a pesar de lo avanzado del verano; lejos de eso, el reparto se está haciendo de determinados artículos y, peor aún, de tallas concretas, pendientes de seguir recibiendo material en próximas fechas.

Así, según ha podido saber este periódico, se han recibido zapatos, pantalones de verano y polos de manga corta. Eso sí, en el caso de los polos solo existen actualmente las tallas mediana y grande (M y L), pudiendo los agentes retirar un máximo de dos polos “hasta agotar las existencias”. Y el resto de los agentes, esos que tengan un cuerpo para talla pequeña (S) o para la superior (XL) tendrán que seguir tirando de fondo de armario hasta que se reciban nuevas tallas en la Jefatura.

A este despropósito se une también la ausencia aún de la ropa necesaria para las unidades de Atestados, Motoristas y Patrullas de Barrios, que tendrán que seguir esperando para poder cumplir con la norma que les obliga a vestir un uniforme que no se les proporciona.

Este retraso con la provisión del uniforme de verano viene a coincidir con la llegada hace también unos días de unas motos que se esperaban desde principios de año y que hace unos meses llegaron con numerosas deficiencias, obligando a ser devueltas al proveedor, que finalmente ha hecho entrega de los vehículos en pleno mes de agosto.

Y, al mismo tiempo, coincide todo ello con determinados problemas que se está encontrando la plantilla con respecto al complemento de productividad de playa que estaba previsto aprobar en las sesiones extraordinarias de este 9 de agosto pero que finalmente no se ha llevado a Pleno “ya que aún está pendiente el informe de Intervención y la firma del Secretario”, según indica el sindicato UPLBA que le ha trasladado la concejala de Hacienda, Maite González.

Ha trasladado el sindicato a la plantilla que el complemento está asegurado, aunque ahora no se conoce la fecha en la que quedará aprobado, a priori tras pasar por Pleno. En cualquier caso, aseguran que se trata de un “complemento retroactivo, por lo que, aunque su espera se está haciendo eterna, cuando se lleve a efecto se abonará el servicio de playa en la cuantía ya indicada”. Una cuantía que según denunció el sindicato Autonomía Obrera oscilaría “entre 318 euros y 353 euros al día, dependiendo de si la jornada fuera de 9 o de 10 horas”. 

“Esta situación nos resulta cuanto menos curiosa cuando ya nos habían asegurado que su aprobación estaba confirmada en dicha fecha pero parece ser que las palabras se las lleva el viento y más aún después de ver las presiones de un sindicato en prensa”, lamenta UPLBA en relación al pago acordado con el gobierno del PP, que ellos consideran “un reconocimiento justo del servicio de playa” respecto al que siempre surgen “inconvenientes de toda índole”.

Agosto se acerca a su ecuador y el verano encara su tramo final, por tanto, y la Policía Local no solo sigue sin ver garantizadas sus pretensiones laborales y económicas, sino que ni siquiera cuenta aún con la uniformidad apropiadas. Un verano a cuentagotas.

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