Un verdadero motor de la provincia de Cádiz

En este tiempo ha habido etapas económicamente inestables y la Institución se ha visto salpicada por gestiones polémicas que han llegado a la vía judicial. Pese a ello, la Zona Franca ha sabido superar todas las vicisitudes, restaurar su reputación e ir adaptándose a los cambios impuestos por los tiempos para seguir cumpliendo su papel de entidad generadora de riqueza y empleo, sin olvidar sus orígenes y volviendo a mirar al mar como fuente de oportunidades y de progreso.

La Institución ha llegado a su 95º aniversario como un ente saneado, tras la implantación de un Plan de Viabilidad que ha permitido contar con un fondo de maniobra positivo por primera vez tras quince años y que ha reducido su deuda en más de un 39%.

Este importante ajuste en lo económico ha permitido, en paralelo, poner en marcha un ambicioso plan de modernización e inversiones en los más de 2,5 millones de m2 que la Zona Franca tiene repartidos en suelo industrial, logístico y terciario en 13 municipios de la provincia, y que ha pivotado entre los dos recintos fiscales de Cádiz y la Bahía de Algeciras, atrayendo nuevas inversiones y empresas, la gran mayoría de alto valor tecnológico.

En la actualidad, la Zona Franca cuenta con más de 350 empresas que generan más de 3.500 empleos directos y 7.400 indirectos, logrando conectar la industria tradicional gaditana con un modelo más innovador, más competitivo y comprometido con la sostenibilidad y el medioambiente. 

Modificación del estatuto  

Y todo ello ha sido posible gracias a un hito que posibilitó la apertura a la provincia. El 3 de julio de 1998, siendo delegado Rodríguez de Castro, se publicó en el BOE la modificación del Estatuto del Consorcio que variaba los artículos 4 y 6 y que ampliaba el objeto del Consorcio “fuera del recinto y dentro de su área de influencia” que, sin especificarse, pasó a ser toda la provincia.

Se afrontaba así el siglo XXI, en pleno proceso expansivo que contó con el empuje decisivo de los delegados Osuna, De Mier, Ramos y Pozuelo que pusieron su granito de arena para que el Consorcio actualmente pueda ondear su bandera en 13 municipios de la provincia, con 9 polígonos industriales, 20 edificios de oficinas y 3 viveros de empresa.

La ampliación del radio de acción más allá del Recinto Fiscal de Cádiz conllevó, en paralelo, la diversificación de los servicios de Zona Franca y la conformación de su Grupo de Empresas que sigue vigente en la actualidad y que permitió poner en marcha nuevas actividades.

Así, en 1999 nacieron los Servicios Documentales de Andalucía, dedicados al archivo y custodia de documentación y se multiplicaron las actuaciones inmobiliarias, con la adquisición de suelo industrial y equipamientos empresariales. También se crearon aparcamientos en la ciudad de Cádiz, con más de 1.700 plazas de estacionamiento en los subterráneos del edificio Glorieta, en la plaza de Loreto y en los bajos del estadio y el aparcamiento en altura del Recinto Fiscal.

Las cifras avalan el potencial dinamizador y la gran penetración de la Zona Franca en el territorio: en estos años ha invertido en la provincia más de 150 millones de euros y en la ciudad de Cádiz más de 264 millones de euros. En total, más de 400 millones que constatan que la Institución Fiscal cumple con creces el objetivo por el que se creó en 1929: el desarrollo socioeconómico de Cádiz.

Estas cifras tienen detrás proyectos tan relevantes para la ciudad de Cádiz como la remodelación del estadio, la construcción de edificios como el Glorieta, Heracles, Astarté, numerosas adquisiciones para el desarrollo del polígono exterior o el nuevo acceso al recinto.

 Y otros proyectos relevantes en la provincia, como el nuevo Parque Janer, en San Fernando; la construcción de naves en el polígono El Olivar, en Barbate; naves nido en La Cabezuela, Puerto Real; polígonos industriales y viveros de empresas en Los Barrios, Ubrique o San José del Valle; y la creación de la mayor red de centros de negocio en la provincia. 

Un corazón muy gitano

La expansión a la provincia no ha impedido que la Zona Franca haya seguido manteniendo un fuerte vínculo con la ciudad de Cádiz, su centro neurálgico durante sus 95 años de historia.

De los citados 264 millones de euros de inversión en la ciudad en las últimas décadas, más de 131 millones se han destinado a obras y mejoras en el Recinto Fiscal, 92 millones a otros proyectos en la ciudad y más de 41 millones al desarrollo del polígono exterior.

Este amplio espacio de la ciudad, con más de 500.000 m2, creció de la mano de la conformación del Recinto Fiscal pero se vio muy castigado por las crisis del sector naval en los años 70-80. Desde entonces, ha estado en la hoja de ruta del Consorcio y en estas décadas se han ido dando pasos junto al Ayuntamiento gaditano para su desarrollo.

Con la llegada del actual delegado, Fran González, se ha avanzado en dos zonas con el fin de que sean verdaderos revulsivos para la llegada de nuevas inversiones: la UE-ZF-08 y 10 con el proyecto de Zona Base y parcelas anexas; y la UE-ZF-02, con el proyecto de Navalips.

El desarrollo de la unidad de Zona Base está ya muy adelantado, con el edificio icónico de contenedores marítimos reciclados, y un espacio urbanizado y ordenado urbanísticamente que ha permitido atraer el interés de un hotel y de una residencia de estudiantes.

El nuevo núcleo urbano de Navalips cuenta con más de 800 viviendas, -50% protegidas-, 10.000 m2 de zonas verdes y 28.000 m2 de zonas comerciales.

Dos recintos fiscales

En la última década, ha habido otros dos hechos claves en el devenir del Consorcio: el 23 de mayo de 2016, Diario de Cádiz contaba la autorización del Ministerio de Hacienda para la ampliación del Recinto Fiscal gaditano, que pasaba de “los 330.000 m2 originales a disponer de 486.88 m2”.

Poco tiempo después, el 1 de octubre de 2019, se publicaba la Orden Ministerial en el Boletín Oficial del Estado que autorizaba la implantación de un Recinto Fiscal en la Bahía de Algeciras, con 130.000 m2.

Este logro satisfacía una demanda histórica del tejido productivo de la comarca campobraltareña y aportaba unas instalaciones pioneras en cuanto al sistema de control y vigilancia, con un sistema aduanero telematizado.

Con este espacio, la Zona Franca ha dado un salto cuantitativo y cualitativo en la vertebración de la capacidad logística de la provincia, con dos recintos fiscales que aportan más de 600.000 m2 de espacios de oportunidad para la inversión, con ventajas fiscales y aduaneras que favorecen la internacionalización.

Economía azul

Hoy en día, la Zona Franca ha vuelto su mirada al mar, apostando por la Economía Azul como eje de un modelo industrial más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, conectando todo el potencial marino de la provincia de Cádiz con nuevas oportunidades que generan riqueza y empleo. La incubadora tecnológica, Incubazul, es el núcleo irradiador de este nuevo modelo y se ha consolidado como referente nacional e internacional con un ecosistema que no deja de crecer, habiendo alcanzado ya el centenar de empresas incubadas. Este proyecto se vio relanzado gracias a la cofinanciación de 4 millones de euros de fondos europeos FEDER, dotación que fue aprobada en marzo de 2020 siendo delegada Victoria Rodríguez.

El Consorcio está ampliando sus retos en este sector con nuevas iniciativas como el desarrollo de un plan para mitigar la huella de carbono y compensarla con proyectos de absorción de CO2 y carbono azul; o la presentación de ‘Oceanicadiz’, la candidatura para que Cádiz sea sede de un centro colaborador del Decenio de los Océanos de la UNESCO. 

Ambos proyectos se han anunciado en las últimas semanas, lo que confirma que la apuesta de la Zona Franca por la Economía Azul y la sostenibilidad está muy viva, avanza a paso firme y ha venido para quedarse.