¿Y la verja del monumento a Moret?

Historias de Cádiz

Había sido elaborada en la fundición de San Rafael con un diseño del artista gaditano Juan Rosado l Dieciséis coronas con inscripciones de los hechos más relevantes del político

La primitiva verja del monumento a Moret, obra de Juan. Rosado / Archivo

La idea de levantar en Cádiz un monumento a Segismundo Moret partió de su amigo y correligionario Cayetano del Toro. El proyecto fue muy bien acogido por los gaditanos, ya que Moret había favorecido en infinidad de ocasiones los intereses de Cádiz, su ciudad natal. Tanta era esta ayuda que en una ocasión fue interpelado en el Congreso de los Diputados para que explicara “si había otra ciudad en España además de Cádiz”.

Diputado, senador, ministro y presidente del Gobierno en varias ocasiones, Moret había nacido en la calle Sacramento. Marchó a Madrid siendo un niño de cuatro años y en la capital de España estudió Derecho y fue nombrado catedrático de Hacienda en la Universidad Central con apenas 25 años. Pocos años después ya era ministro de Ultramar y uno de los principales dirigentes del partido liberal que encabezaba Sagasta.

En 1887 y siendo ministro de la Gobernación, en un gabinete presidido por Sagasta, Moret vino a Cádiz para presidir la inauguración de la Exposición Marítima Internacional, celebrada en los terrenos donde hoy se sitúan los astilleros. Durante esos días Moret entabló amistad con Cayetano del Toro y comenzó una fructífera labor de apoyo a los intereses de Cádiz.

Desde entonces Moret sería el principal valedor de Cádiz en Madrid y nuestra ciudad consiguió, entre otros asuntos, diversas construcciones navales, la ampliación del muelle, la construcción de la barriada obrera o el derribo de la muralla, que daría infinidad de horas de trabajo a los obreros de nuestra ciudad.

En este apoyo a los gaditanos . Moret no distinguía de colores políticos y atendía a todos por igual. Buena prueba del afecto que los gaditanos sentían por Moret es que, por aquellos años de comienzo del siglo XX, la práctica totalidad de los comercios de nuestra ciudad colgaban en sus paredes un retrato del ilustre político y paisano.

En ese ambiente favorable, y una vez derribada la Puerta de Mar, en octubre de 1906, Cayetano del Toro lanzó la idea de levantar un monumento a Moret, precisamente en el sitio que ocupaba la mencionada Puerta del Mar. Para ello se contaba con los mármoles y bronces, material carísimo en la época, de la vieja muralla y un presupuesto de 60.000 pesetas, que serían cubiertas por suscripción popular.

La primera idea de Cayetano del Toro fue que el gaditano Sebastián Aguado, escultor de cierto prestigio, fuera el encargado de realizar el busto. Los promotores del monumento, con del Toro a la cabeza, quisieron que Moret apareciera “de pie, de levita y deslumbrando a todos con su elocuencia”.

Mientras comenzaban los preparativos llegó el ofrecimiento del famoso escultor Agustín Querol para realizar la obra totalmente gratis. Querol era íntimo amigo de Moret y en su estudio de Madrid estaba realizando otra escultura de “Don Segis”, como llamaban cariñosamente sus amigos al político gaditano.

Aceptado el ofrecimiento, el Ayuntamiento de Cádiz designó a Mariano Fernández Copello para que gestionara en Madrid todo lo relativo al monumento, ya que también se necesitaba autorización para utilizar los bronces de la vieja muralla. Poco tiempo después llegaba a Cádiz el boceto de Querol con Moret hablando y un cuerpo de bronce con el ara de la Patria y las figuras de la Elocuencia, La Historia y la Patria.

Querol vino a Cádiz en diferentes ocasiones para comprobar el estado de la obra. Junto al arquitecto municipal Juan Cabrera comprobó una y otra vez las proporciones del monumento, del busto superior y su encaje en la plaza de San Juan de Dios.

Habida cuenta los costosos materiales que se emplearon en el monumento, mientras se procedía a su construcción la obra quedaba por la noche cerrada por una cerca de madera y un enorme candado cuyas llaves eran guardadas por Cayetano del Toro. Todos los días acudía el capataz al domicilio de del Toro para recoger las llaves y devolverlas al finalizar la faena.

Para rodear el monumento se pensó en una artística verja diseñada por el artista Juan Rosado, destacado miembro de una familia que había trabajado con acierto en numerosas obras de la Catedral de Cádiz. Fue fundida en los talleres San Rafael, de Luis de la Torre, y constaba de dieciséis coronas de laurel en las que se podía leer lo más destacado de la actuación de Moret: Nació 9-6-1838; Exposición Marítima; Concesión Cruceros; Diputado por Cádiz; Baja del cupo de consumos; Obras del Puerto; Depósitos de Tabacos, Derribo de las murallas; Zona polémica; Aplicación Ley de Ensanche; Hijo predilecto; Ministro y presidente del Consejo; Barriada obrera; Astillero; Dique de la Carraca y Construcción del faro de San Sebastián.

El monumento fue inaugurado en noviembre de 1909 y Moret tuvo la ocasión de conocerlo cuando vino a Cádiz en 1912 con motivo de las fiestas del Centenario de la Constitución. Hizo elogios de la obra y de la fantástica verja realizada por Rosado. En esa ocasión, el veterano político fue obsequiado con una cena en el Ayuntamiento. La plaza de San Juan de Dios estaba repleta de público y las Casas Consistoriales presentaban iluminación extraordinaria. Moret, emocionado, exclamó: “así se hacen las cosas en mi Cádiz”.

En 1959 llegó el traslado del monumento. Primero se pensó llevarlo a las Puertas de Tierra y, finalmente, a la plaza de Sevilla. En el traslado perdimos la hermosa verja sin que sepamos aún donde se encuentra.

En 2019 Aguas de Cádiz colocó una verja que recuerda a la anterior, pero sin la calidad artística de la primera.

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