Había una vez... un circo desde Cádiz

No todas las risas ni el ingenio de Cádiz provienen de las tablas del Falla o de cualquier esquina carnavalera. El buen humor y las ganas de reír y de hacer reír surgen de mil maneras, de tantas como espectáculos y artes escénicas puedan existir. Buen ejemplo de ello es la trayectoria, hoy demasiado olvidada, del trío de payasos formado por Joseline, Pipper y Manolín, gaditanos de la capital y de Chiclana que a partir de las décadas de los años 70 y 80 hicieron las delicias de miles de niños de toda España a los que arrancaron las carcajadas más nobles y limpias. Hace unas semanas murió el gaditano Bartolomé Casas Sánchez, Pipper; en 2015 falleció el también gaditano José Ruiz Martínez, Joseline, y solo queda con vida el chiclanero Manuel Macías Suazo, Manolín, que ha recibido ya varios reconocimientos en su tierra natal. A los gaditanos de la capital, como recuerda la familia de Pipper, solo les ha acompañado en sus últimos años un olvido que ahora proponen corregir aunque sea a un estilo muy español: de manera póstuma.

Margarita Casas, la hija de Bartolomé, ejerce de portavoz familiar en esta reivindicación, que ya ha hecho llegar incluso al alcalde de Cádiz vía telemática y que persigue rescatar la memoria de su padre y de sus compañeros de aventuras circenses: “En Cádiz nunca se les ha hecho un homenaje, se les ha olvidado. Manolín ha tenido la suerte de que en Chiclana ha recibido algunos, pero ni mi padre ni Joseline los han tenido en vida”. Manuel Macías, efectivamente, recibió el reconocimiento del Ayuntamiento de Chiclana en el año 2019 y, además, encarnó al rey Gaspar en la cabalgata de Reyes Magos de este mismo año en su localidad.

Joseline, Pipper y Manolín comenzaron su aventura como trío de payasos allá por 1974, según apunta Margarita Casas, con una trayectoria que se extendió más de 30 años y en la que vivieron momentos muy destacados dentro del mundo del espectáculo de la época. Llegaron a ser finalistas, en 1977, del programa de televisión Gente Joven, destinado a dar a conocer a artistas inéditos. Aquel programa, en el que después participaron como invitados, les permitió ampliar su radio de actuaciones con una gira por toda España con el popularísimo dúo Enrique y Ana y, posteriormente, formando parte del elenco del legendario y prestigioso Circo Price, con el que recorrieron el país entre 1980 y 1982. Margarita, entonces muy pequeña, acompañó a su padre en aquella aventura circense, en la que también viajó su madre, y mantiene de la experiencia “recuerdos imborrables”.

Tercer premio en el Festival de Humor Andaluz de 1983 y segundo en la edición de 1986, Joseline Pipper y Manolín se hicieron habituales en programas de televisión y en teatros y fiestas populares, donde eran muy celebradas, como en el Circo Price y en la gira con Enrique y Ana, sus parodias, en las que siempre había algún detallito dirigido a los padres, y también sus canciones. Incluso llegaron a editar un casete de sevillanas. Margarita recuerda que su padre guardaba algunas de estas parodias, las escritas por él, y también textos teatrales que gustaba de escribir.

Sin embargo, cuando sobre 2009 fueron abandonando el escenario como trío, pues cada uno tenía su profesión particular (Pipper trabajaba en Astilleros), el olvido cayó sobre este trío de payasos de entrañable recuerdo para muchos niños de aquel entonces. Tres payasos que llevaron el nombre de Cádiz por bandera y que ahora, ya sin la presencia física de dos de ellos, merecen que se recupere su memoria.