Una vivienda singular y diferente en el barrio de la Viña de Cádiz

De andar por casa | Cádiz

Alberto Núñez, propietario, convirtió un local del popular barrio de la capital en una vivienda diáfana que ha decorado con un estilo industrial y materiales reciclados

Imágenes: El local comercial de la Viña, en Cádiz, que se convirtió en vivienda

El propietario Alberto Núñez, ante la isla realizada en granito que combina con el blanco de su mobiliario.
El propietario Alberto Núñez, ante la isla realizada en granito que combina con el blanco de su mobiliario. / Ignacio Casas De Ciria
Ignacio Casas De Ciria

31 de diciembre 2023 - 06:00

La casa que hoy recorremos se ubica en un antiguo local perteneciente al barrio de la Viña y muy cercano a los Callejones. Su propietario, Alberto Núñez, lo adquirió hace cinco años y tras cambiar su uso de local por vivienda, hizo la remodelación de su interior con la ayuda del estudio Pieza Hábitat y del constructor Juan José Caravaca, convirtiendo el antiguo local en una vivienda singular y diferente.

La casa tiene una superficie de 100 metros cuadrados que se reparte en un amplio salón, comedor, cocina, dos dormitorios, vestidor y dos baños. Durante su remodelación se descubrieron unos arcos de ladrillo tosco datados en 1780, lo que fue clave para el diseño de la casa ya que protagoniza gran parte del espacio dando la bienvenida a los invitados.

La entrada a la casa conduce a un amplio comedor que está presidido por una mesa de madera reciclada procedente del antiguo Bar Río Saja, a la que acompaña un conjunto de diferentes sillas de metal y madera también de la misma procedencia. Sobre la mesa se apoya un plato de cerámica marroquí adquirido en uno de los viajes de su propietario. Una gran lámpara vintage industrial, procedente de un mercadillo, ilumina parte del espacio con tres enfoques diferentes: directa, indirecta y sobre la mesa.

Arco de ladrillo tosco de 1780 descubierto durante la remodelación de la casa.
Arco de ladrillo tosco de 1780 descubierto durante la remodelación de la casa.

Junto a esta lámpara también cuelga del techo una lámpara diseñada con una barra de hierro y apliques dorados. Uno de los arcos de piedra limita el espacio del comedor con el salón de la casa. Esta estancia la preside una mesa central con tapa de granito y patas de acero. A ello le acompaña un sofá de gran tamaño tapizado en piel. Sobre uno de sus laterales se apoya sobre el suelo un espejo de marco color madera que aumenta la dimensión de la estancia con el comedor. En uno de los laterales de esta habitación, en su parte posterior, se ha construido una ventana de carpintería metálica que comunica con el vestidor del dormitorio principal, del cual recibe la luz.

La cocina, limitada del exterior por el otro arco de piedra, es una de las zonas más vivida de la casa tanto por su decoración como por su función. La parte central la ocupa una isla de granito natural que se combina con el lacado en brillo de su mobiliario y los taburetes de madera e hierro que la rodean. Tiene una iluminación directa para la cocina industrial y otra iluminación genérica para el mobiliario. Entre sus elementos decorativos se encuentra una televisión de 60 centímetros en blanco y negro.

Junto a la cocina una puerta comunica con un pasillo que conduce al dormitorio principal con su baño y vestidor, todo ello en torno a un patio de luces, del que proviene la luz exterior. El dormitorio principal es un espacio blanco, abierto y amplio. Como cabecero de la cama, cuelga de la pared un plato de metal de gran formato circular labrado y en el piecero, un banco de madera y piel restaurado. En los laterales de la cama hay una pareja de mesillas industriales con tapa de madera. Junto al dormitorio se ubica un vestidor en un espacio blanco y diáfano perfectamente iluminado. El cuarto de baño de esta estancia utiliza en una de sus paredes la piedra ostionera. Una pareja de lavabos de piedra labrada se apoya sobre un mueble lacado en blanco. El baño comunica con un patio interior cerrado con carpintería metálica. En el patio se ha diseñado un jardín vertical, que se combina con el suelo de piedras creando un bonito espacio luminoso.

Pared de piedra ostionera y otra con un cristal azul apoyado sobre una viga.
Pared de piedra ostionera y otra con un cristal azul apoyado sobre una viga. / Ignacio Casas de Ciria

En otra de las estancia de la casa se ubica el dormitorio de invitados con una cama cubierta con textiles blancos, y en la parte superior, como ornamento, cuelga un tapiz marroquí. Una pareja de percheros de madera años 20 cuelga en una de sus paredes. El baño de invitados combina el gris de su pared con la madera del suelo.

Todas las estancias de la casa destacan por la claridad de sus colores y la dimensión de sus espacios que se encuentran abiertos.

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