La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche amenazada también por el confort
Cádiz/El 24 de mayo no es un día cualquiera en la vasta historia del Cádiz CF. Es un día que aviva la llama del recuerdo de las hazañas que contribuyeron a hacer más grande a un equipo que ahora, en el presente, afronta desafíos ilusionantes con los que añadir nuevos episodios de gloria en un horizonte cercano.
El anuncio del retorno de la Liga realizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coincide con el fin de semana en que debería haber finalizado el campeonato en Segunda División A. La crisis del coronavirus obligó a la paralización del torneo, que se reanudará el próximo mes de junio.
El 24 de mayo de 2020 podía haber sido la fecha de una gesta más en la trayectoria del Cádiz CF. La última jornada de Liga estaba programada para esa fecha y el conjunto amarillo tendría que haberse medido al Albacete en el estadio Carranza. Quizás hubiese sido el partido del ascenso, o quién sabe si ya lo habría conseguido alguna semana antes o si se habría descolgado de esa batalla.
El futuro nadie lo conoce, pero el pasado pertenece a todos. Un 24 de mayo de hace casi 40 años (39, en concreto), el Cádiz CF escribió una de sus páginas más memorables con aquel heroico ascenso a Primera que conquistó en Elche.
Aquella tarde de domingo, en 1981, el equipo que entonces entrenaba Dragoljub Milosevic estaba obligado a ganar en el campo de un rival al que le bastaba un empate para subir delante de su afición, que abarrotaba el estadio ilicitano. El equipo amarillo, plagado de jugadores de la cantera, dio la campanada con aquella victoria por 1-2 con goles de Zúñiga y Pepe Mejías y entró en la élite por la puerta grande.
Otro 24 de mayo, esta vez de 2009, el equipo dirigido por Javi Gracia culminaba una brillante temporada en Segunda División B (campeón del grupo IV) en la eliminatoria ante el Real Unión de Irún que culminó con éxito con aquel empate a cero en terreno visitante que hacía bueno el 1-0 del encuentro de ida.
El ascenso a la categoría de plata daba aire entonces a un club acostumbrado a la inestabilidad. Había estado a Primera tres años antes después de un largo periodo en la división de bronce, a la que volvería después antes del retorno a la actual etapa de lucha por el regreso a la máxima categoría.
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