"Aarón Bueno es calcado a Sesma"

"Se ha hablado mucho de mi posible regreso al Cádiz, pero nunca ha habido nada de cierto en ello". Jesús Velázquez está sin equipo y, a sus 31 años, medita seriamente la retirada del fútbol. Este periódico se ponía ayer en contacto con el jugador gaditano para pedirle que valorara la nueva adquisición de Roberto Suárez: el extremo zurdo Aarón Bueno. Ambos coincidieron la pasada temporada en el grupo IV de Segunda División B y no estaba de más saber la opinión de un cadista de toda la vida que, además, ha tenido que lidiar de cerca con el catalán al ocupar sobre el terreno de juego el lateral derecho.

Pero el inciso era obligado. ¿Cómo que meditas la retirada? "Estoy sin equipo y, aunque es el verano que más ofertas estoy recibiendo, no me fío de ningún club. Llevo dos años y medio con problemas para cobrar y con dos niñas no estoy dispuesto a jugarme el futuro. Te llaman de muchos sitios, pero te ofrecen sueldos de albañil. Para eso, dejo el fútbol, no hago las maletas y me pongo a trabajar de lo que sea en Cádiz. Una vez estuve dos meses sin cobrar, otra tres y una tercera hasta cuatro... no me la quiero jugar. Aún queda tiempo para que me salga algo, pero si no sale nada, me retiro. Se nota la crisis y el fútbol ahora es para chavales sin compromiso, no para veteranos con bocas que alimentar...", respondía Jesús Velázquez, uno de los mejores jugadores de la pasada temporada según las bocas del colectivo de entrenadores de Segunda División B.

Fútbol sigue siendo fútbol. Y, tras el inciso, que deja el alma llena de agujeros, el gaditano atendía la petición inicial. "Aarón es calcado a Jonathan Sesma", resumía recordando el partido en el que, en las filas del Estepona, trató de tapar las internadas del futbolista del Ceuta. "Sólo jugué contra él en Ceuta y me dejó una gran impresión", señalaba pasando por alto que él mismo fue quien anotó el tanto del empate a uno del Estepona. "Además, por mi amistad con Manolo Sanlúcar y Carlos Orúe, vi muchos encuentros del equipo caballa. Metió quince goles, pero pudo meter treinta, no exagero. Tampoco exageraba Roberto Suárez, que por cierto vaya papeleta tiene por delante, cuando dijo que es uno de los mejores extremos del panorama nacional. Ofrece un trabajo físico tremendo, es rápido e inteligente, y tiene un gran desborde y mucha velocidad. No brilla en el uno contra el uno, pero no le hace falta, encara la puerta rival como alma que lleva el diablo; es muy parejo a Sesma", insistía Velázquez, que también conoce "bien" a su hermano Nakor. "Es del estilo Oli, un currante que ayuda mucho al equipo y que si no mete goles provoca que los metan otros compañeros", concluyó el Pitbull, más cerca de su mujer y de sus niñas que del teléfono móvil.