Visto y Oído
Broncano
Cádiz/Apaguen las luces, enciendan las velas y crucen los dedos. La última jornada de Liga en Segunda División A ha querido que el Cádiz llegue dependiendo de un 'actor' demasiado secundario como para pensar en un Goya. Y no sólo es albergar pocas esperanzas en lo que sea capaz de hacer el descendido Córdoba en La Coruna, sino que no todos apuestan a ganador en el Sporting-Cádiz, sobre todo después de lo sucedido ante el Extremadura. Con la suerte tirada desde el pasado martes, toca hacer los deberes y encomendarse a todas las fuerzas superiores para que suenen las campanas de la 'catedral' gallega. Casi un milagro, aunque de todo ha ofrecido este loco mundo llamado fútbol.
El martes por la noche comenzó un calvario para el equipo amarillo en forma de derrota. Un 0-1 con el Extremadura que tiraba a la basura la ventaja de la que ha presumido durante tanto tiempo y que le permitía mirar al Deportivo por encima del hombro. Mañana el conjunto gallego lo tiene en su mano y le basta con apelar a la lógica ante un Córdoba con más porteros que jugadores en algunas demarcaciones y con la operación 'vuelta al infierno' castigando la autoestima de un club que hace relativamente poco paseó su escudo por Primera División. Los más optimistas entienden que es posible la sorpresa blanquiverde pero es que el calificativo de sorpresa se queda corto para lo que tendría que hacer ante un enemigo que se juega la vida en forma de play-off.
Pasó el trago de Almendralejo y a Álvaro Cervera le ha tocado dar un golpe en la mesa en forma de mensaje. "Nunca me iré del Cádiz", unas palabras que trataban de equilibrar sus manifestaciones en la rueda de prensa del martes, caliente por el 0-1, y que han sido el mensaje adecuado para ir de frente y trata de dar la cara hasta el último, penúltimo o antepenúltimo momento de la presente temporada. Se trata de evitar que se desvíe el mensaje de lo que se persigue en Gijón y de lo que se sueña que sucederá en Riazor. El balón sigue rodando y hay que hablar de eso. Mientras las matemáticas no digan lo contrario. O hasta el rabo todo es toro han sido las frases más repetidas en los últimos días como un consistente mensaje de creer en lo que muy pocos ven fuera del vestuario.
Pesa, y mucho, poder vivir una segunda temporada consecutiva perdiendo la vida en la orilla y que todo lo realizado para lograr pronto los 50 puntos sea un camino tortuoso posteriormente cuando casi con media Liga por delante el desplome y conformismo del equipo provoque que haya sumado puntos a cuentagotas a partir de esta cantidad. Así es imposible.
El entrenador del Cádiz habrá sacado sus conclusiones de los motivos que llevaron a hacer el 'indio' ante el Extremadura. De momento ha efectuado dos cambios en la convocatoria, dejando fuera al sancionado Garrido y a Rennella para que ocupen sus lugares Kecojevic y Jovanovic. El central ha estado quedándose fuera más de lo habitual porque es uno de esos centrales que parecen fijo, mientras que el atacante vive en la dinámica de estar o desaparecer de la lista para que accedan jugadores que han estado defenestrado buena parte de la temporada.
La alineación del Cádiz traerá un cambio obligado por el castigo federativo que pesa sobre Garrido, que con la amarilla del martes cerró el segundo ciclo. La cuestión es saber si será José Mari el que haga las veces del vasco o Cervera hará una apuesta diferente colocando al roteño pero situando junto a él como pareja de baile a Fali. Esta opción dejaría una vacante atrás para Kecojevic o Marcos Mauro, si bien el balcánico puede partir con más posibilidades.
También en ataque y tomando como referencia las prestaciones de Lekic ante el Extremadura, Querol podría ser el elegido por el preparador para ser el referente ofensivo con Aketxe, Salvi y Jairo como segunda línea atacante.
No hay más suerte que la de mañana en la última jornada ni más destino que el dictamen de la clasificación cuando se alcance el minuto final. Hacer los deberes y esperar soñando despierto a que las fuerzas y los astros se unan para que Cádiz sea una fiesta aunque el equipo no haya hecho méritos para eso en las últimas semanas.
Se acaba la temporada o empieza lo bueno; ser o no ser en un año que puede dejar un sabor importante de decepción y un posterior análisis sobre el mal sicológico que afecta a un vestuario que parece capacitado para algo más que dejar escapar un play-off que durante muchas semanas tuvo al alcance de la mano. Un partido y 90 minutos para reír o seguir llorando.
Laalineación del Cádiz podría estar formada por Cifuentes, Rober Correa, Sergio Sánchez, Fali o Kecojevic, Espino, José Mari, Álex Fernández o Fali, Salvi, Jairo, Aketxe y Querol.
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