Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz - Mirandés | Entrenadores
Cádiz/El entrenador del Cádiz no disimuló en la rueda de prensa posterior al encuentro con el Mirandés su disgusto por lo sucedido, un empate a tres goles cuando el equipo amarillo encaró el tiempo de prolongación dos arriba. Ver para creer. El cuarto partido consecutivo sin conseguir la victoria, tercero en Liga, permite a los rivales recortar distancias. El liderato deja de ser tan solvente y las cosas se complican de verdad.
"Un partido extraño, por nuestra parte, sin estar muy bien, más o menos controlado, aunque nos falta frescura, velocidad, uno contra uno, pero hemos mejorado en la parte de atrás, sin dejar que el rival llegue con facilidad. Conseguimos meter tres goles pero luego no encuentro explicación. Nos han hecho siete goles en dos partidos en casa y así no podemos aspirar a nada. No hemos llegado mucho, pero en los últimos partidos cada vez que nos han llegado es gol. Como eso no hay manera de controlarlo, hay que intentar que no tiren a gol. Dos tiros desde fuera del área y una falta al final. No hay más explicación. Ni han sido superiores ni han llegado".
Preocupado por el rendimiento defensivo. "Defensivamente no hemos estado mal, el problema es qué hacemos con la pelota cuando la tenemos para acabar en el área contraria. Si llegamos ahí, al rival le va a costar mucho. Pero ahora no las acabamos, hacemos un taconcito o tal, y te vienen. Antes éramos más solventes. No hemos estado mal en conjunto pero nos han hecho tres goles en acciones que son complicadas de corregir".
Síntomas para alarmarse. "Estoy preocupado. Hay síntomas de que hay cosas que no manejamos. Pero no de ahora. Este partido había que ganarlo para tener cierta tranquilidad, pero cuatro goles con el Numancia y tres con el Mirandés no lo veo normal. Si se quiere estar arriba hay que recibir pocos goles. Trabajo para ello y veo que no le pongo remedio".
El vestuario, tocado. "Callado, con la gente con la cabeza abajo. En el minuto 92 ganábamos 3-1 y teníamos la pelota en el córner contrario. Están incrédulos con lo que ha pasado".
Explicación sobre los cambios. "Nano estaba más fresco que el Choco y por eso lo pusimos en la banda. Luego, cuando marcamos el 3-1, me adapté teniendo en cuenta que no tenemos más extremos. El único jugador que no estaba en su sitio era el extremo derecho".
Incapacidad para jugar la recta final con cabeza. "Cuando faltan tres minutos hay que hacer cosas que ahora no las hacemos o se hacen menos. Me ocuparé de que se haga o de que jueguen los que saben darle importancia. Cuando un equipo pierde 3-1 a falta de poco, es normal recular, pero... Nuestro dibujo ahora mismo es central, sin las bandas, y ese no es el Cádiz que yo conozco".
El entrenador del Mirandés compareció en la sala de prensa aún sin creerse lo que había ocurrido sobre el tapete del Ramón de Carranza. "Es difícil creer que haya habido seis goles en este partido. Ha habido muy pocas ocasiones de gol y acabas 3-3. Nos ha hecho mucho daño el gol de estrategia nada más comenzar la segunda parte, pero en el resto del encuentro no nos han hecho apenas daño. Se ha jugado más a lo que quería el Cádiz que a lo que queríamos nosotros, y al final, cuando parecía todo perdido, hemos empatado. En la primera vuelta fue al revés, porque el Cádiz marcó el 1-2 de penalti en el minuto 90". Iraola sabía lo que se iba a encontrar y no se equivocó. "Somos muy buenos en transiciones, en robar y salir, pero contra el Cádiz es muy difícil cogerle descolocado. Normalmente tenemos bandas poderosas, pero sus laterales han estado muy bien y no hemos conseguido desbordarlos, por eso hemos estado cortos en cuanto a ocasiones". Un choque igualado más allá del marcador final. "Ha sido un partido que no estaba decantado por ninguno de los dos lados, que se iba a decidir por detalles, sin apenas ocasiones, los dos nos estábamos protegiendo tácticamente, pero por marcador nos hemos visto obligados a salir al final. La insistencia nos ha valido un punto".
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