Autopista hacia la decepción
La locura por un recibimiento inmenso da paso a una afición hundida por el enésimo 'palo'
De la locura al llanto; de la alegría a la pena; del sueño a la pesadilla... Todo ello en apenas tres horas y media, que son las que transcurrieron desde la llegada del autobús del Cádiz hasta el final del encuentro. Una decepción en toda regla, la enésima ante una afición que está sufriendo demasiado.
La avenida principal de Cádiz quedó cortada al tráfico a las cuatro de la tarde, cuando una marea de aficionados la inundaba desde el estadio rumbo a la rotonda de Cortadura, en el acceso de la ciudad, por donde apareció el autocar del Cádiz escoltado por Policías a caballo. Unos 25 minutos tardó en recorrer ese espacio hasta el Carranza, con miles de cadistas que alentaban a los suyos esperando que ese apoyo fuera beneficioso.
En el campo, en la antesala del choque, actuó la coral Vox Populi, que interpretó el himno del equipo, así como el dúo Andy & Lucas, que cantó el himno del centenario de la entidad. Mientras eso ocurría el grueso principal de seguidores del Oviedo estaba ya en la grada alta de Preferencia y los cadistas iban poblando el resto de localidades. Antes de que salieran los dos equipos, Fondo Sur desplegó una monumental pancarta en la que se leía: 'Esto es Cádiz. La ilusión ni tocarla'. Fue la bienvenida a los jugadores en busca de un efecto que les relanzara en el césped.
Carranza fue ayer un hervidero de rostros conocidos; Michael Robinson, José Luis Oltra, Quique Pina, Juan Carlos Cordero, consejeros del Sevilla, del Córdoba y del Granada; ex cadistas de diferentes épocas (Oli, Albentosa, Raúl López, Chico Flores, entre otros); Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza; y de la prensa nacional muchos periodistas de renombre que ayer quisieron estar en una cita que, para el Cádiz, no tuvo el final más deseado.
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