Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz/El primer equipo del Cádiz CF regresó este jueves a los entrenamientos con la presencia de tres jugadores de las secciones inferiores que no son habituales en el día a día del conjunto profesional. Fueron los casos de Bastida, Carrasco y Mady Diarra, quienes trabajaron a las órdenes de Álvaro Cervera con la esperanza de poder tener una oportunidad en las dos jornadas que faltan en Primera División.
Promesas como Juan Flere, Garrancho, Marc Baró, Álex Martín, Saturday o Nieto, entre otros, han sido más habituales a lo largo del curso según las circunstancias en cuanto a bajas que afectaban a la plantilla. Sin embargo, ahora se unen las posibles ausencias con la posibilidad de abrir la puerta a esos jugadores que pueden encontrar el premio.
Los tres canteranos acapararon este jueves la mirada de los técnicos y de los profesionales del primer equipo porque no cabe duda que todos se ven representados en ellos cuando empezaron como jugadores y soñaban con ese salto al primer equipo.
Mamady Diarra Mady cumplirá el mes que viene 21 años y es natural de Mali. En julio de 2019 se produjo su llegada a la cantera cadista procedente del Centre Yeelen Olympique, equipo de su país, si bien pasó por la escuela de fútbol del ex sevillista Kanouté. Puede jugar en cualquiera de los dos extremos y como segundo delantero. Ha sido internacional sub'20 con el combinado de su país. Tiene contrato con el Cádiz CF hasta el 30 de junio de 2023. La campaña pasada (2019-20) tuvo una escasa participación con el filial, con el que jugó en once partidos sumando sólo 148 minutos. Fue convocado por Cervera en la última jornada de Liga, ante el Albacete (0-1) en el Ramón de Carranza. Esta campaña han ido las cosas mejor en el filial al sumar 1.248 minutos en 23 partidos (16 de ellos como titular).
Por su parte, Kike Carrasco acaba de cumplir 23 años y vive su primer año en el Cádiz B, con el que ha disputado 20 encuentros (986 minutos), anotando dos goles. Hace un año llegó procedente del Extremadura, conjunto de su ciudad natal y que había defendido en Segunda A. Pasó anteriormente por el Montijo (Tercera extremeña) y el Novelda (Tercera valenciana). Tuvo un ciclo formativo en las canteras del Alavés y el Rayo Vallecano.
Por último, Álvaro Bastida, que acaba de cumplir 17 años, ha sido el último en aterrizar en el Cádiz B a pesar de su condición de juvenil de primer año. Alberto Cifuentes le ha dado tres encuentros en los que ha sumado 117 minutos, tiempo suficiente para demostrar su descaro en el centro del campo, donde aporta mucho trabajo defensivo y un buen golpeo de balón. Este chiclanero procede de la inagotable 'fábrica' de futbolistas que es el Sancti Petri y ha sido un clásico en las selecciones gaditanas, desde que era benjamín, que han acudido a los diferentes campeonatos de Andalucía. Esta temporada ha sido integrante del Cádiz juvenil, a las órdenes de Francisco Arias Sanchís, equipo en el que ha sido uno de los fijos a pesar de no ser de los mayores.
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