El análisis: Batacazo del Cádiz CF en toda regla

La derrota en Vigo nace en la falta de gol y la fragilidad defensiva impropia de los amarillos

La goleada toma forma por algunas decisiones alocadas en unos primeros 45 minutos para olvidar

Nolito, Brais Méndez y Santi Mina celebran el primer gol con dos cadistas en el césped y Álex y Alejo cariacontecidos. / EFE
F.J.D.

15 de diciembre 2020 - 13:22

Cádiz/"Este no es mi Cádiz CF, que me lo han cambiado". Es lo que pudo pensar más de uno cuando vio el encuentro y comprobó que los mandamientos más sagrados de la 'biblia' de Álvaro Cervera no se estaban cumpliendo como ordena el entrenador. El equipo amarillo atacó como pocas veces se le ha visto por el estilo y las llegadas, pero con el grave error de ser un coladero en la parte de atrás. No tuvo gol ni contundencia en labores defensivas. Conclusión: un 4-0 doloroso por lo que estaba logrando el equipo lejos del Ramón de Carrranza.

Lo dice Cervera y lo saben todos. Rara vez el Cádiz CF va a ganar un encuentro, bajo el actual sello de su entrenador, por 3-2 o 4-3; incluso perder por este tanteador es poco habitual en un conjunto, el cadista, que lo primero que hace es evitar que perforen su portería. A partir de ahí llegará lo que tenga que llegar mezclando eficacia y fortuna en el remate.

La derrota en Vigo nace en la falta de gol del cuadro gaditano porque se producen llegadas pero carentes del acierto necesario. Todo ello aliñado con la falta de suerte que tanto dice en esto del fútbol. El zambombazo del madridista Carvajal dio en el poste y se coló dentro tras rebotar el balón en la espalda de Oblak, mientras que el remate de cabeza de Negredo tocó el poste y le cayó en las manos como si fuera un regalo al portero Rubén Blanco. Es una de las diferencias.

El análisis del encuentro, ya con el 1-0, dejaba destellos de que el Cádiz CF podía ser capaz de tomar las riendas contra el Celta y su gran figura, Iago Aspas, pero después del testarazo de Negredo al palo las cosas se torcieron por errores propios más que aciertos del adversario. Así fue como Santi Mina dejó retratado a Fali en un buen pase de Aspas y, además, Conan Ledesma midió de la peor manera posible su salida y cometió dos errores: derribar al atacante celeste y hacerlo dentro del área. Ahí, con el penalti transformado por Aspas, tomó forma aquello tan manido de que hay goles que nacen por errores propios; en Balaídos fueron dos por otros dos aciertos de los gallegos. El otro 'regalo' amarillo también llevó la rúbrica del portero argentino en una salida tardía en la que Brais Méndez marca de cabeza.

Remar contra una tendencia mala y equivocada que aleja al Cádiz CF de su ADN ya es un problema mayúsculo. Hacerlo con 45 minutos por delante y un correctivo en forma de 4-0 en el marcador eleva a misión imposible el trabajo de un equipo que no sabe navegar en ese mar de imprecisiones y decisiones equivocadas.

La segunda parte pasó de empezar con algo de esperanza en cambios como los de Jairo y Pombo, a los que se unieron luego Malbasic, Choco Lozano y Garrido, a avanzar como el motor que agota la gasolina de la ilusión y se va quedando parado. Y bien que el Cádiz CF dio tres pasos al frente para frenar lo que era ya una sangría tratando de maquillar un marcador que no es propio del 'manual Cervera'. Más cerca estuvo el quinto que otra cosa porque la herida era ya demasiado profunda.

Iago Aspas, el 'puñal' del Celta

De antemano el temor era grande sabiendo que en el conjunto gallego milita Iago Aspas, uno de los grandes del juego de ataque del fútbol español que frente al Cádiz CF dio otra lección magistral de velocidad, desborde, toque rápido, calidad y llegada que hizo añicos cualquier muro de resistencia. A Fali, por ejemplo, le dio la noche y sacó a relucir grandes y casi desconocidas carencias del valenciano, quien suele distinguirse por la sobriedad, sin exquisiteces, en su labor. No sólo Fali quedó retratado con Aspas y compañía, ya que Marcos Mauro tampoco logró el acomodo a partir del cual activar el 'cerrojo'.

La cuestión defensiva no debe señalar únicamente a los centrales. Por delante, Jens Jonsson fue sólo un mal recuerdo de su mejor versión porque apenas impuso su ley. La presión del Celta le ahogó desde el minuto 1 y el danés no encontró la forma de hacer valer su juego. Iago Aspas se movió a su espalda y a la de Álex Fernández como pez en el agua para empezar la operación de cirugía tan acertada por su parte en un partido para olvidar del Cádiz CF más desconocido en mucho tiempo. Incluso en el 4-0 frente al Atlético de Madrid en el Wanda, los de Cervera fueron más reconocibles dentro de los errores grupales e individuales que costaron algunos goles.

Con la lección aprendida, por la cuenta que le trae a la plantilla sabiendo cómo se las gasta el 'profe' Cervera, el conjunto gaditano debe pasar página con una segunda parada en Galicia para lo que debe ser un trámite copero contra el modesto Ribadumia. Luego, en un horizonte cercano, aguarda el Getafe como ocasión de repetir éxito en Carranza y dejar lo de Balaídos como un accidente que no se debe repetir por la forma más que por el desenlace. Se podía perder pero hay formas y formas de hacerlo.

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