Cadismo en el paraíso de Benalup
Cádiz CF
La localidad de La Janda aguarda ansiosa el regreso de los amarillos en pretemporada.
Escalante, Jose, Espárrago o García Remón también hicieron el 'stage' en la localidad.
Cádiz/Hubo un día en el que Benalup-Casas Viejas abrió por primera vez las puertas al mundo del fútbol. Y no lo hizo por tener un equipo propio que diera que hablar. Fue el conjunto de la capital de provincia, el Cádiz, el que subrayó en azul la localidad de La Janda como punto de partida. El lugar para aislarse y efectuar la concentración veraniega. Lejos del lujo al tratarse de un equipo entonces en Segunda B, los amarillos encontraron en este entrañable pueblo lo que necesitaban: el cariño de la gente.
Con mejor o peor resultado, por Benalup-Casas Viejas pasaron técnicos como Pepe Escalante, Jose González, García Remón o Víctor Espárrago, y jugadores para dar y regalar. Hubo un antes y un después de los benalupenses gracias al verdadero impulsor de que el Cádiz fijara su stage allí, Francisco González Cabaña. El que fuera alcalde y presidente de la Diputación hizo, y hace, lo posible y lo imposible por el amarillo y azul. Es un secreto a voces que la posibilidad de volver este verano a ese rincón de La Janda lleva su 'rúbrica'.
Para el recuerdo, las concentraciones en el Hotel-Cortijo Las Grullas y el esfuerzo de su dueño, Juan Román, para que el equipo estuviera con todas las comodidades; las mejoras en el campo de fútbol, el pabellón, la piscina... Todo era poco para el Cádiz. Las exigencias del guión permitieron emigrar al cercano Hotel FairPlay y disfrutar de su campo de golf, del SPA y de un recinto top que es un lujazo. Permanece aún fresco que el equipo se concentraba en el FairPlay, aunque se producían escapadas a Las Grullas para saborear los manjares de la cocina de Juan Román.
En los últimos años se ha alternado entre Murcia y la Costa del Sol, aunque siempre con el recuerdo de Benalup y su gente, esa afición del saber estar y el don de recibir a los visitantes con cariño, esmero y brindando todas las comodidades.
Benalup-Casas Viejas y el Cádiz fueron mucho tiempo de la mano en una comunión que, pese a no repetirse siempre, nunca se perdió del todo y ahora promete volver. Algo así como la tierra prometida.
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