Cádiz CF - Real Madrid: el feo gesto de Rüdiger con Chris Ramos, insultos de la afición, pique con Rubén Alcaraz...

Cádiz/El partido entre el Cádiz CF y el Real Madrid tuvo un color claramente blanco por la victoria (0-2) del conjunto visitante, muy superior de principio a fin aunque el marcador se mantuvo con empate a cero hasta el minuto 72.

El equipo de Sergio González resistió hasta donde pudo pero acabó cediendo ante la superioridad de la poderosa escuadra de Carlo Ancelotti, que fabricó innumerables ocasiones.

El encuentro se desarrolló por cauces normales pero se torció en la recta final cuando Antonio Rudiger, defensa del Real Madrid, tuvo un gesto muy poco deportivo con Chris Ramos. El delantero local, tras una pugna por el balón con Camavinga, cayó al césped con un tremendo dolor en un gemelo que se le había subido.

Rudiger pasó al lado de Chris Ramos y no le prestó la más mínima ayuda. Como si no existiera. Un mal detalle que le dejó en muy mal lugar. Lo normal en estos casos es colaborar para que el jugador dañado pueda superar ese doloroso momento cuando el gemelo se pone muy tenso después de tanto esfuerzo.

El defensa del cuadro merengue pasó por encima de Chris Ramos y su fes gesto al no darle auxilio provocó e enfado de los futbolistas locales que estaban en el campo, de los aficionados cadistas y del banquillo. Negredo, que estaba a punto de entrar, se lo comentó con cordialidad a Ancelotti e incluso se lo hizo ver al propio Rudiger cuando saltó al terreno de juego.

Tensión tras el pitido final

El público la tomó con el zaguero alemán y la tensión subió de nivel justo después del pitido final. Rudiger se acercó a la Tribuna Baja cercana a Fondo Sur para regalar la camiseta a un aficionado. Cuando se acercó a la zona recibió insultos de hinchas cadistas y el jugador se encaró con ellos de modo desafiante. Hubo seguidores que no estuvieron a la altura. Alguno le soltó un insulto racista. Inadmisible.

Cuando el central se dirigía hacia el túnel de vestuarios sonriente entre pitos e insultos de aficionados, fue abordado por Rubén Alcaraz, que le mandó callar. Llegaron a tocarse pero fueron separados de inmediato.

La cosa pudo ir a peor en el túnel, aunque lo cierto es que el árbitro del encuentro, Jesús Gil Manzano, no reflejó nada en el acta y la cosa no pasó a mayores.