Cádiz CF: La vuelta a Valencia con Diakhaby en el recuerdo
La Copa del Rey dará paso a la primera visita amarilla a Mestalla, después de la acusación de racismo del defensa a Juan Cala la temporada pasada
Cádiz/El próximo día 2 de febrero el Cádiz CF se presentará en Mestalla para jugarse los cuartos en la Copa del Rey. A priori es una eliminatoria entre dos históricos, pero la cita adquiere un tinte de feo reencuentro porque será la primera vez que el equipo amarillo visita al conjunto 'che' después del desagradable episodio entre Mouctar Diakhaby y Juan Cala, en el duelo de la segunda vuelta de la temporada pasada. Desde aquel día en el que el fútbol fue el gran derrotado por unas acusaciones del valencianista contra el cadista, que nunca quedaron demostradas, el equipo gaditano no ha vuelto a jugar en el feudo del Valencia.
La cita copera de la semana que viene será, además, con público porque durante prácticamente toda la campaña anterior las gradas de los estadios estaban vacías mientras se jugaban partidos oficiales. Está por ver cómo es la memoria de la siempre fiel afición valencianista cuando el Cádiz CF aparezca por el rectángulo de juego.
Fue el 4 de abril del año pasado cuando Cádiz CF y Valencia medían sus fuerzas en el entonces estadio Carranza (ahora Mirandilla). Un partido en el que el conjunto de Cervera trataba de dar otro paso hacia una permanencia que acabó por conseguir de forma holgada. Durante la primera parte se produjo la acción más misteriosa y de la que tanto se habló en su momento entre Diakhaby y Cala. Ya con el balón en otra zona del césped, el defensor del conjunto 'che' perdió los papeles acusando al cadista de un insulto racista. Se detuvo el encuentro y jugadores de uno y otro equipo trataban de poner paz al tiempo que andaban desconcertados porque nadie había escuchado nada. Sólo quedaba a Diakhaby fuera de sí mientras Cala asistía bajo el mayor de los asombros.
La postura del Cádiz CF la lideraron Fali e Iza, quienes se esforzaban tratando de poner paz y llevándose de la escena al valencianista, quien estaba muy alterado. Sin posibilidad de que sus compañeros y los del Valencia le hicieran tranquilizarse, Diakhaby tomó el rumbo a la zona de banda en busca del túnel de vestuarios. Tenía decidido no continuar. Sus compañeros se unieron a él y también salieron del césped. Poco después tomaban ese mismo camino el cuarteto arbitral y los futbolistas del equipo cadista. El partido quedaba en aquel momento suspendido a la espera de acontecimientos.
Unos 25 minutos después de estar los dos equipos en los vestuarios, comenzaron a salir al verde de estadio anunciando el colegiado que daba cinco minutos para efectuar un pequeño calentamiento antes de reanudar el juego, y sin Diakhaby, que se quedó fuera al no estar en condiciones anímicas para continuar.
Las redes sociales del club 'che' incidieron en que el vestuario había decidido reanudar el choque pero condenando el racismo. Todo apuntó a que fue el propio Diakhaby quien convenció a sus compañeros para que reanudaran el juego, ya que de fondo se encontraba una dura sanción contra el equipo si se negaba a ello.
El cadista Juan Cala, que por sus gestos en el campo negaba cualquier insulto racista, se quedó fuera del once en la reanudación al ocupar su lugar Marcos Mauro, protagonista a la postre al anotar el gol del triunfo.
El proceso de aquel incidente fue largo con denuncias, apertura de expedientes y diversas investigaciones. Juan Cala salió días después en rueda de prensa para reiterar que no había cometido un acto de racismo y que tomaría medidas por las acusaciones, sin pruebas, que estaba recibiendo. El expediente se cerró sin sanción porque no existió una sola prueba que probara lo que Diakhaby dijo que había sucedido.
Los dirigentes de uno y otro equipo tienen un papel muy importante para que el mensaje sea fútbol y sólo fútbol entre dos equipos con mucha solera en el fútbol español. Momento de aparcar diferencias y disfrutar desde el momento en el que el balón eche a rodar. Todo ello con negociaciones casi paradas por la posible operación con Jonsson y Manu Vallejo por medio; un motivo más para que la cercanía y el respete imperen en todas las facetas de este partido.
Nueve meses después de aquel incidente, el fútbol debe prevalecer en Mestalla con el Cádiz CF y el Valencia ante la ocasión de meter la cabeza en las semifinales de la Copa del Rey. Ese debe ser el gran objetivo y la causa a la que aferren las aficiones para disfrutar de la mejor cara del deporte rey. Lo sucedido, que nunca se pudo demostrar, debe quedar en la historia para que no se vuelva a repetir ni manche la imagen de un deporte seguido y practicado por millones de personas.
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