Cádiz CF: Vendaval de buenas sensaciones
El equipo amarillo muestra de inicio a fin, por primera vez esta temporada, una superioridad clara sobre el adversario sin levantar el pie del acelerador
El Cádiz CF es un ciclón en casa (2-0)
Cádiz/Hay victorias y victorias, pero la del viernes sobre el Girona (2-0) ha sido una gran victoria. Pocas veces en los últimos tiempos, sobre todo desde el regreso a Primera División, se ha visto un Cádiz CF tan seguro de poder ganar. Fue así del primer al último minuto y así lo sintió el equipo y la afición; una comunión en una noche en la que el viento fue el único inconveniente.
Desde que el canario Pulido Santana decretó el comienzo del encuentro, se vio a un Cádiz CF con una presión alta que pretendía estrangular la salida de balón del conjunto catalán. Un once amarillo que, bajo el clásico 4-4-2, tuvo claro su papel para que el encuentro se mantuviera en el guión que más le convenía. Con Roger Martí y Sergi Guardiola como puntas de lanza, el trabajo por detrás de Gonzalo Escalante empieza a dar sus frutos. La jerarquía del italo-argentino fue ejemplar y exhibe capacidad para compaginar ese papel con Rubén Alcaraz. Queda un mundo, pero la sensación es muy halagüeña con la dupla Escalante-Alcaraz.
La maquinaria amarilla cuajó porque a esos detalles individuales le siguió un trabajo como bloque para atacar y defender, aunque esto último se hizo casi siempre lejos de Conan Ledesma porque el portero argentino apenas intervino. El cancerbero con más paradas no elevó ayer esa cifra.
En defensa, lo sucedido en Bilbaodejaba muy marcado a Momo Mbaye y era un secreto a voces que saldría del once. Ahí apareció Fali para retrasar su puesto respecto a San Mamés y formar una pareja de garantía con Luis Hernández. Pero en el debe de Fali se encuentra su autocontrol. En un par de acciones sacó a pasear sus manos hacia el rostro de un rival y eso, con el VAR por medio, es jugar con fuego. El valenciano debe percatarse de que su raza puede ser un elemento intimidatorio -bien entendido- si es capaz de manejarla con sentido común y precaución. Se jugó la expulsión.
Con Pacha Espino en su línea, Iza Carcelén cumplió en labores defensivas y se asomó al ataque con la posibilidad de marcar en un buen lanzamiento. El portuense, discutido y cuestionado en otras ocasiones, se entiende bien con Bongonda y es sinónimo de triunfo si no se complica y es consciente de sus limitaciones. Precisamente Bongonda dejó esas raciones de calidad que pueden aglutinar pocos futbolistas de la plantilla del Cádiz CF. Vaya jugada se pegó en el segundo gol con un robo en el que condujo con verticalidad hasta servir a Sergi Guardiola un pase que era medio gol.
En la banda contraria, otra gran noche para Brian Ocampo. Y es que, definitivamente, el uruguayo se ha desprendido de esa coraza que le acompañaba en las primeras semanas como cadista y que le privaba de dar el nivel esperado. Es un 'puñal' saliendo a banda y por el centro, y los rivales ya saben que suelta el zapatazo cuando la jugada es su ADN habitual. Debe seguir dando mucho al Cádiz CF por su lado.
La apuesta de Sergio González en ataque señalaba a dos fichajes invernales: Roger Martí y Sergi Guardiola. Con Álvaro Negredo lesionado y Choco Lozano en un papel que apunta a secundario, los ex del Elche y del Valladolid dan un paso al frente mientras el gaditano Chris Ramos aguarda a su oportunidad. Guardiola marcó y Roger no lo hizo, aunque el trabajo de ambos en esa presión alta resultó de campeonato. Menuda labor para ahogar al Girona de parte de los dos arietes. Luego el ex pucelano lo redondeó con un gol que a Roger aún se le resiste.
Uno de los Cádiz CF más fiables en mucho tiempo abre una puerta a la esperanza de un futuro mejor, fuera del descenso como sucede ahora mismo, y con garantías para competir con mayor fortaleza ante rivales de su misma liga y contra esos otros de cotas mayores a los que también se puede sorprender.
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