El Cádiz CF, a su afición: "Sin ti no soy nada"

Cádiz/El nuevo fútbol es una auténtica faena para todos los equipos, pero en el caso del Cádiz CF la cuestión se multiplica por lo que supone jugar con las gradas vacías. La afición cadista, fiel y 'calentita' donde las haya, ha significado históricamente mucho para los amarillos con ese papel desequilibrante de desatascar partidos sin tocar el balón y de provocar el mejor rendimiento posible en aquellos jugadores que viven muy de cara al respaldo de los espectadores.

Hace ya diez partidos que el conjunto gaditano empezó a jugar en el estadio Ramón de Carranza con el vacío como principal acompañante. Después del confinamiento no quedaba otra para volver a cierta normalidad y poder concluir las competiciones la pasada temporada. Desde entonces, el Cádiz CF ha disputado diez encuentros en su campo y sólo ha sido capaz de ganar uno. Fue en el Cádiz-Oviedo (2-0), del 4 de julio del presente año. El resto: cinco derrotas (tres en Segunda A y dos en Primera División) y cuatro empates (dos y dos).

El viernes 6 de marzo, después de un Lugo-Cádiz (1-1), el balompié tal y como lo conocíamos se acabó para el Cádiz CF y otros muchos equipos. Después de aquella jornada se activaba la alerta sanitaria y comenzaba un largo confinamiento que detuvo en seco al deporte rey. De hecho no fue hasta el 14 de junio cuando, después de protocolarias sesiones preparatorias individuales y en grupos, el balón volvió a rodar para los amarillos. Fue en el Cádiz-Rayo Vallecano (1-1), el primer encuentro sin público de los diez que acumula el equipo de Cervera desde la llegada del Covid-19.

El empate con el Alcorcón (1-1) y la derrota ante el Tenerife (0-2) dieron paso al único triunfo que como local conoce el Cádiz desde que las puertas del estadio Carranza se cerraron para sus fieles aficionados. Fue el sábado 4 de julio, en el último partido de la 38ª jornada en Segunda A, cuando el Cádiz ganó sin que miles de gargantas lo pudieran celebrar en directo. El triunfo más esperado y más amargo al mismo tiempo por la soledad del que lo consigue. Un doblete del Choco Lozano acabó con las aspiraciones del Oviedo y abrió una puerta a la esperanza de aprender a ganar sin los tuyos que, desgraciadamente, se cerró muy pronto.

Los dos últimos encuentros como local en Segunda A dejaron un mal sabor de boca, Cádiz, 0 - Fuenlabrada, 1 y Cádiz, 0 - Albacete, 1, ya que el primero de ellos truncaba en ese momento un ascenso que se tenía en la mano y que llegó finalmente por la derrota del Zaragoza.

La alegría de la vuelta a Primera División está llegando a muchos kilómetros de la capital gaditana porque el Cádiz CF, después de cuatro encuentros como local, mantiene la misma tónica que confirma que sin los suyos no es nada. Osasuna, Sevilla, Granada y Villarreal han 'mojado' en mayor no menor medida en el feudo cadista, lo que demuestra que tanto en el tramo final de la pasada campaña como en el arranque de la actual, la pandemia ha descubierto a un Cádiz temible como visitante.

Ya en la élite los amarillos han perdido con el Osasuna (0-2) y el Sevilla (1-3), mientras que empataron con el Granada (1-1) y el Villarreal (0-0); dos puntos de 12 posibles que mantiene la preocupante tendencia de los de Cervera desde que la grada no desprende la pasión que necesita el fútbol y que tanto echa en falta el equipo. De hecho, el Cádiz es el segundo peor local de Primera después de siete jornadas -empatado con otros conjuntos pero con peor diferencia de goles-. Ha obtenido dos puntos y sólo hay un rival aún con registros más desfavorables, el Levante, que tiene un punto en su haber como local aunque sólo ha disputado como tal dos encuentros.

Y es que ya lo dice la cantante Amaral, 'Sin ti no soy nada'. El Cádiz CF lo siente de esa forma y sus números no dejan lugar a la duda. Lo peor es que la separación obligada de unos y otros, equipo y afición, parece que va para largo con la nueva alerta que se ha activado. La cuestión es saber si el objetivo del equipo amarillo puede llegar a buen puerto siendo el 'rey' en campo ajeno y el 'bufón' en el propio.