El Cádiz CF arranca la pretemporada entre la ilusión y la incertidumbre
El equipo amarillo inicia el periodo de preparación del retorno a Primera División con la duda de si podrá disputar partidos amistosos antes de adentrarse en la competición
Cádiz/Tras superar las pruebas del Covid-19 y entre el pertinente reconocimiento médico (ayer y hoy), el Cádiz CF comenzó a preparar la ilusionante campaña 2020/21 que le aguarda en Primera División.
El Cádiz CF encendió el motor un mes después de hacer historia. Certificó el salto a la máxima categoría el domingo 12 de julio y se puso en marcha el martes 11 de agosto con el primer entrenamiento desarrollado por la tarde en la Ciudad Deportiva de El Rosal (Puerto Real).
Fue una primera toma de contacto antes de entrar a fondo en una pretemporada que contará con varias partes: trabajo físico, labor táctica, integración de los nuevos… Hay mucho por hacer y sobran ganas. Los jugadores van a pelear por encontrar un hueco en el equipo.
Con cuatro novedades empezó el conjunto amarillo: Álvaro Negredo, Dani Sotres, David Mayoral y Gaspar Panadero. Pero sobre todo arrancó con un notable exceso de jugadores: 38 son propiedad del Cádiz CF aunque los que iniciaron el trabajo fueron 33. No estuvieron Brian Oliván, Caye Quintana, Jovanovic y Cristian Martínez.
El catalán se dispone a afrontar la fase de ascenso con el Girona (está cedido). El onubense está de vacaciones tras finalizar su etapa en el Fuenlabrada.
El serbio y el panameño continúan de descanso a la espera de recibir instrucciones precisas del club, que les busca destino en escuadras de España o el extranjero.
Y en el caso de Luismi Quezada, la grave lesión (rotura del ligamento cruzado anterior, lateral interno y menisco interno, la conocida como triada) que se produjo hace dos meses en el encuentro contra el Rayo Vallecano le impide ejercitarse con el grupo y se perderá buena parte de la temporada. Estuvo el primer día en El Rosal, pero llevará un ritmo distinto.
De hecho, el lateral izquierdo no tendrá ficha en el primer tramo del curso porque aún le quedan entre seis y siete meses de recuperación.
De los futbolistas que se entrenaron en El Rosal a las órdenes de Álvaro Cervera, no son pocos los que tendrán que cambiar de aires porque en la plantilla sólo caben un máximo de 25.
Y además se espera la llegada de un mínimo de seis futbolistas más en las próximas semanas: un portero, un central, un lateral izquierdo, un centrocampista, un extremo y un delantero.
La única salida confirmada hasta la fecha ha sido la del defensa central Sergio Sánchez, aunque otros también tendrán que hacer las maletas en las próximas fechas.
El coronavirus vuelve a condicionar el día a día del fútbol. La plantilla se somete a controles del Covid-19 y además vuelve a entrenarse a puerta cerrada, como en la recta final de la pasada campaña. No habrá presencia de público ni medios de comunicación en las sesiones por precaución. Los protocoles siguen siendo estrictos mientras queda por resolver una de las incógnitas del verano: los partidos amistosos.
El Cádiz CF no podrá hacer en esta ocasión el habitual recorrido estival por la provincia para jugar encuentros de preparación. Por razones obvias quedan suprimidos esos ensayos y la cuestión es si podrá tener rivales a los que enfrentarse.
Todo apunta a que equipos pertenecientes a LaLiga, con los mismos parámetros en la adopción de medidas sanitarias, podrán jugar entre ellos para tomar el ritmo adecuado de una competición que en principio está previsto que comience a mediados de septiembre. En cualquier caso, no parece fácil que el conjunto gaditan pueda jugar los seis, siete y ocho partidos como en años anteriores.
La entidad cadista trata de perfilar un calendario de amistosos que no es fácil de definir dadas las circunstancias.
Hace un mes que ascendió y un mes tiene por delante el equipo amarillo para ponerse a punto con vistas al desafío de la permanencia en Primera División
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