El Cádiz CF ya conoce el parte médico de Isco
El Betis confirma la dolencia en los isquiotibiales de la pierna izquierda, pero no ofrece plazos de recuperación ni el grado del problema físico; es baja segura para estar en el Nuevo Mirandilla
La lesión de Isco enmudeció el Villamarín y fue seguida con mucha atención en Cádiz
El Betis hizo oficial, pasada la medianoche, el parte oficial de la lesión de Isco, aunque no aclara nada del futuro cercano del futbolista, ya que no habla de tiempos de recuperación y sólo confirma la dolencia muscular en los isquiotibiales de su pierna izquierda. No obstante, es seguro que el malagueño no podrá jugar frente al Cádiz CF.
"Tras las valoraciones y pruebas realizadas por los servicios médicos del club a Isco Alarcón, se confirma que presenta una lesión miotendinosa proximal de la musculatura isquiotibial izquierda", indica el escueto comunicado, que añade: "En un principio los servicios médicos del club consideran realizar un tratamiento conservador para resolver este proceso pendiente de la evolución".
No se sabe el grado real de la dolencia, ya que sólo habla de "lesión" ni de una estimación en los plazos de recuperación, todo "pendiente de evolución".
No ha sido el malagueño un jugador propenso a las lesiones y sólo en la temporada 2019-20, cuando se retomó la competición tras el parón por la pandemia, sufrió un problema parecido en la otra pierna que lo dejó fuera de los campos 32 días.
Isco se sometió el 5 de febrero a pruebas y en la clínica el jugador declarado ser "positivo siempre" frente a este tipo de situaciones. "Todavía no sabemos nada", reconocía el futbolista en ese momento.
Fatídico minuto 83 del Betis-Getafe
En una carrera a por un balón imposible Isco acabó echándose la mano a la zona del isquiotibial de la pierna izquierda. Los gestos del malagueño pidiendo rápidamente el cambio dolieron más que el empate ante el Getafe, porque el Betis pierde, todavía por un tiempo indeterminado, a su mejor futbolista y al motor en un ataque que sólo genera fútbol a partir de sus botas y su cabeza.
Isco lloraba en el banquillo al ser sustituido de manera desconsolada, sabedor de que le queda ahora un tiempo de recuperación cuando vivía un inmejorable momento futbolístico.
El andaluz sabe lo que él supone para su equipo, sabe que buena parte de las opciones del cuadro sevillano pasan por él y de su fútbol y sus lágrimas tenían más que ver con esa responsabilidad que se echa encima y la falsa sensación ahora de fallarle al vestuario con su ausencia.
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