Las dos caras de un Cádiz CF que debe espabilar
El conjunto amarillo no puede permitirse el lujo de regalar 45 minutos
Cádiz/El Cádiz CF se complica la vida en su pelea por la permanencia en Primera División, una misión que es igual de difícil que posible. El golpe de efecto que dio en el Camp Nou con la primera victoria a domicilio de su historia ante el Barcelona (0-1) se difuminó tres días más tarde con la derrota (2-3) frente al Athletic de Bilbao (2-3) en el estadio Nuevo Mirandilla (antes Carranza).
La recta final de la temporada se convierte en una carrera a toda pastilla con un desenlace imprevisible ajeno a toda lógica. Demostrado está que cada partido es una opción de puntuar por muy complicado que sea el adversario. La trayectoria del Cádiz CF está íntimamente ligada al sufrimiento.
Pocos esperaban el sorprendente triunfo en la ciudad condal y después de tamaña proeza pocos contemplaban un varapalo frente a los leones que supone un frenazo en toda regla. No hay manera de tomar el impulso definitivo.
El encuentro ante el cuadro rojiblanco dejó más de una lectura porque en realidad hubo dos partidos en uno. No está la situación para desperdiciar un solo minuto con todo lo que hay en juego. Y el Cádiz CF tiró por la borda una nefasta primera mitad que a la postre derivó en una dolorosa derrota.
Del desastre de los 45 minutos iniciales a una segunda parte de máximo nivel, quizás de lo mejor que se ha visto al conjunto amarillo en los últimos años. Pero fue tanta la ventaja que concedió que de nada le sirvió la incontinencia atacante tras el intermedio.
El Cádiz CF puso sobre el tapete el ejemplo de lo que debe y no debe hacer. A estas alturas del curso, en plena recta final, los errores se pagan muy caros y la lección debe estar más que aprendida. Con todo lo que hay en juego, es un pecado dejar que el rival te pase por encima.
Los de Sergio González salieron adormilados, mal posicionados y sin la fiereza que sí desplegaron los leones. La consecuencia fue un 0-3 casi sin darse cuenta. La primera media hora fue un calco del encuentro de la pasada campaña, cuando en ese mismo tiempo el marcador también reflejaba un sonrojante 0-3.
Con lo que se quedó el Cádiz CF y su fiel afición fue con la brillante segunda mitad. Los locales acorralaron al Athletic y lo que era imposible pareció dejar de serlo tras el gol en el minuto 55 que abrió una puerta a la esperanza.
Si el conjunto amarillo no logró al menos un empate no fue por falta de ocasiones. Nunca generó tantas como en la tarde noche del miércoles en un continuo asedio al área visitante. Un dosis más alta de acierto y fortuna entremezclados hubiese deparado una remontada para el recuerdo. Le sobraron oportunidades a un Cádiz CF desatado que mereció más cuando rescató su espíritu competitivo.
Reina la coincidencia de que la segunda parte es la senda a seguir en las cinco jornadas decisivas del campeonato con la salvación en el horizonte.
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