El Cádiz CF esquiva el 'virus FIFA': la plantilla entrena al completo

Cádiz/El Cádiz CF desarrolló el jueves 29 de septiembre el cuarto entrenamiento de la semana con la vista puesta en el partido contra el Villarreal de la séptima jornada que supone el retorno de la Liga y se disputa el sábado 1 de octubre en el estadio Nuevo Mirandilla. La afición jugará un papel relevante.

El equipo sigue trabajando a destajo con la idea de plantar cara a una de las escuadras más potentes del campeonato y buscar los tres primeros puntos en casa.

Desde el club informaron de que la sesión estuvo enfocada al plano físico con nociones tácticas para perfilar detalles con la mente puesta en el choque ante el conjunto que dirige Unai Emery. El Villarreal podría tener varias bajas para el atractivo duelo entre submarinos que se libra en el antiguo Carranza.

El precedente más cercano entre los dos contrincantes que vuelven a citarse es la victoria (1-0) del Cádiz CF hace seis meses con aquel gol de Rubén Sobrino en la recta final del encuentro.

La principal novedad del entrenamiento fue la presencia de los jugadores internacionales que quedaban por unirse al grupo tras su paso por sus respectivas selecciones.

El martes ya trabajó Awer Mabil tras regresar de Australia. El miércoles se incorporó Santiago Arzamendia después de estar con Paraguay. En la sesión del jueves ya entrenaron Víctor Chust (España sub'21), Brian Ocampo (Uruguay) y Theo Bongonda (República Democrática del Congo). En principio, el Cádiz CF esquiva el virus 'FIFA' y si no surgen inconvenientes todos estarán disponibles para la cita contra el cuadro castellonense.

La plantilla se ejercitó al completo y será ahora Sergio González el que tenga que decidir los futbolistas que entran en la lista de convocados y los que en esta ocasión tienen que ver el partido desde la grada.

Antes de tomar la decisión, los amarillos llevarán a cabo el último entrenamiento el viernes 30 a partir de las diez y media de la mañana en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal, en Puerto Real. Como es habitual desde que estalló la pandemia, será a puerta cerrada.