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Cádiz CF
Cádiz/Joaquín Hernández, Kiki, fotógrafo de Diario de Cádiz, presenta este martes (13:00 horas) en la Fundación Cajasol de la capital gaditana un libro muy particular sobre la figura del genial futbolista salvadoreño Jorge Mágico González que el propio autor prefiere denominar “álbum fotográfico” porque en 200 páginas, con más de dos centenares de fotos, pretende plasmar lo que supuso y aún hoy supone el paso del Mago por Cádiz y el Cádiz desde su llegada en 1982.
“Una vez que Mágico se fue de Cádiz parece, como pasa con todas las leyendas, que cobra más importancia su figura y cuanto más tiempo pasa la gente lo echa más de menos. Muchos me animaban a hacer este libro porque sabían que había tenido la suerte, la fortuna, de estar desde el primer momento que él llegó al Aeropuerto de Jerez. Recuerdo su primer día de entrenamiento, en julio de 1982, con Milosevic...”.
Claro que, suele ocurrir, una cosa es que te animen y otra muy distinta ponerse manos a la obra. “Publicar un libro se dice pronto pero no es fácil. Hace falta mucho trabajo, recopilar todas las fotos teniendo en cuenta que el 90% son fotos de sistema analógico, escanearlas, clasificarlas, documentarlas... Es un trabajo largo”. Cierto. El resultado, un libro de 27x20 que recoge las ocho temporadas que el jugador estuvo en Cádiz, tanto a nivel deportivo como social, y también las veces que después ha regresado a la Tacita e incluso el partido de veteranos que se disputó en El Salvador en 2004.
“El libro es un álbum fotográfico de Mágico, el retrato a un Mago que lo fue dentro y fuera, porque también fue Rey Mago”. Obviamente, al fin y al cabo no deja de ser un libro y también aparece algo de texto. “Después de recopilar y documentar las fotos busqué a alguien que pudiera ayudarme, hablé con Juan Manuel Pedreño y él accedió amablemente a hacerme los pies de foto y los resúmenes de las temporadas”.
En tres décadas las cosas han cambiado tanto que lo que se ve en el libro sería impensable ahora. “Entonces los jugadores eran mucho más accesibles. Además, éramos tres periodistas y había confianza, la posibilidad de estar con ellos en las concentraciones, los desplazamientos e incluso en el vestuario”. Imposible hoy día.
Pero, ¿cómo veía el Kiki fotógrafo al Mágico futbolista? “Para mí Mágico era no sólo disfrutarlo como los aficionados cada domingo en Carranza sino también, entre comillas, sufrirlo. Su último viaje a Cádiz recientemente sirve como muestra de lo que fue su paso por aquí”.
“Me encargaban fotos especiales y, o bien él no iba, o bien yo no lo tenía fácil, porque no se prestaba. Jamás chupó cámara, trataba de pasar desapercibido”. Lo dicho, disfrutado y sufrido.
Cuatro décadas con el objetivo a punto dan para muchas anécdotas. Haber trabajado cerca del Mago, para un libro... “Se duchaba el último y había que esperarlo, pero yo lo hacía muy a gusto porque Jorge era y es, ante todo, una excelente persona”. Críticas y halagos del autor al protagonista. “Reconozco que fue un mal deportista pero un buen futbolista. Pocos han llenado de pañuelos Carranza como él cuando hacía una jugada o marcaba un gol. Recuerdo que había gente que se hacía socio o iba al estadio sólo si iba a jugar Mágico”.
La leyenda no ha cambiado. “Celebraba los goles, pero a su forma por su humildad. Cuando hace poco vino a Cádiz y vio a tanta gente la situación le superó y en una de las fotos que publicó Diario de Cádiz se le veía visiblemente emocionado y llorando. Daba gracias a Dios, a Diosito”.
Como no podía ser de otra forma, Kiki agradece el apoyo recibido para la publicación, con mención especial al presidente Manuel Vizcaíno, “otro Mago”, no en vano el Cádiz edita el libro, y a la Fundación Cajasol, que ha colaborado para que se haga realidad una ilusión de 1.000 ejemplares numerados en la primera edición.
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