El Cádiz CF y el muro que causa impotencia al otro lado
El conjunto amarillo ofrece mejores sensaciones en la segunda jornada
Cádiz/Pareció más un lamento que una crítica. El entrenador del Betis, Manuel Pellegrini, puso el dedo en la llaga cuando, minutos después del partido contra el Cádiz CF, declaró que "ellos solamente juegan con ocho o nueve jugadores atrás". Como si no hiciese nada más.
Tan legítimo es apostar por posesión y el ataque que renunciar al balón y agarrarse a al modelo de la defensa. Cada uno con libertad para plantear lo que quiera y pueda. Todos los caminos son válidos y achacar al contrincante la incapacidad de uno es como mínimo una muestra debilidad.
Quizás hasta se quedó corto el técnico del cuadro verdiblanco. Porque los amarillos defienden con todo y con todos, a veces muy retrasados, pero con demostrada eficacia. Lo que sabe hacer el equipo amarillo lo practica a las mil maravillas. La estética no cuenta. Lo que vale es el resultado y el punto que abrazó se lo mereció con creces.
En la máxima categoría, es habitual que sobre el césped el rival de turno sea superior al Cádiz CF. Y es usual también que, pese a ser inferior en calidad, los alumnos de Álvaro Cervera provoquen un cortocircuito en el ataque del oponente, como la noche del viernes 20 agosto en el estadio Benito Villamarín en su primera visita de la temporada 2021/22.
Los contrarios suelen sentirse mejores y hasta se las prometen felices frente a un modesto con evidentes limitaciones que sin embargo ejecuta con maestría su plan defensivo hasta conducir al de enfrente al callejón de la impotencia.
Pellegrini, preso de la frustración tras perder dos puntos con los que contaba de antemano, esta vez sí se mostró crítico, y con dureza, con las pérdidas de tiempo deliberadas, como si fuese un invento gestado el mismo viernes.
El conjunto amarillo tuvo que lidiar también con el remoloneo del Levante la semana anterior. Forma parte del juego. Si el Betis no pudo con un adversario pequeño no fue por los segundos que se fueron al limbo, sino por el buen hacer de los hombres de Cervera, con opciones incluso de llevarse los tres puntos.
A la espera de abrir la cuenta de victorias, el Cádiz CF de momento se las apaña para esquivar la derrota. Dos partidos, dos empates. Pero con una diferencia sustancial. En la primera jornada se vio obligado a ir a remolque y en la segunda nunca fue por debajo en el marcador, un factor clave para poder sumar.
Dos igualadas pero mejores sensaciones en el segundo envite. Bien armado atrás y con veloces salidas a la contra. Máxima disciplina, bien posicionado, pelea sin cuartel, Choco Lozano a un nivel muy alto y sabia dirección desde el banquillo para corregir posiciones en momentos de dudas. La única pega fue el córner mal defendido que propició el gol de los anfitriones.
Los gaditanos dejaron un grato sabor de boca en los dos encuentros, el primero por el gol a última hora de Espino y el segundo por plantar cara a un adversario con jugadores de mucha calidad como Sergio Canales, Fekir… El mérito fue aún mayor ante la inspiración del francés, un jugadorazo que hizo mil diabluras repelidas por el entramado defensivo de un Cádiz CF casi inabordable en su parcela. Cuando defiende bien, e el dolor de cabeza del rival está garantizado.
La mejoría del Cádiz CF es palpable de un partido a otro, pero el camino es muy largo y cada duelo es una incógnita.
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