El Cádiz CF repite el guión fuera de casa
El equipo amarillo siempre gana 1-2 con un tanto en el último suspiro como reacción al gol del rival
Cádiz/El guión se repite una y otra vez cual día de la marmota. El Cádiz CF aplica la misma medicina a sus rivales cuando le toca comparecer lejos del estadio Ramón de Carranza. Salvo en la desafortunada visita al terreno del Alcorcón, con el desenlace negativo de sobra conocido (la única derrota en ocho jornadas de Liga), el conjunto entrenado por Álvaro Cervera resuelve sus salidas con victorias que presentan un idéntico hilo conductor.
Tanto en Anduva, en El Sardinero y en el Juegos del Mediterráneo, los amarillos cobraron ventaja en el marcador, recibieron el tanto del empate en la recta final aunque reaccionaron justo a tiempo con un gol en el último suspiro para llevarse el triunfo. Los tres duelos finiquitados con el mismo tanteador: 1-2.
Frente al Mirandés, el Cádiz CF se adelantó con un gol de Alberto Perea ya en la segunda parte y cuando parecía que tenía en el bolsillo los tres puntos, los burgaleses marcaron de libre directo a falta de pocos minutos para la conclusión. Cuando el empate parecía inevitable, Álex Fernández marcó de penalti (cometido sobre Nano Mesa) en el tiempo de prolongación.
En el choque frente al Racing de Santander se reprodujo la secuencia. Ganaban los amarillos 0-1 (otra vez Alberto Perea) hasta que los cántabros igualaron con una diana en las proximidades del epílogo. Un nueva pena máxima (por mano de un defensor dentro del área tras remate de Iván Alejo) transformada por el madrileño en el alargue otorgó un triunfo tan agónico como valioso.
No hay dos sin tres. Los de Cervera mandaban en Almería con una diana de Choco Lozano mediada la segunda parte, pero los rojiblancos, en el último cuarto de hora de partido, empataron a través de un penalti que además le costó la expulsión a Marcos Mauro. Con un hombre menos no se rindió un Cádiz que no sólo se defendió con orden sino que además asestó un golpe de efecto con el tanto de Pacha Espino en el minuto 89. Una vez más 1-2, esta vez en inferioridad numérica y con la recompensa añadida del liderato.
En esos tres encuentros hubo algo más que un mismo resultado con una hoja de ruta compartida. El Cádiz CF, experto en la destrucción, fue capaz de anular la capacidad ofensiva de sus contrincantes, a los que apenas concedió ocasiones.
Y cuando recibió el tanto de la igualada en los instantes finales (en acciones aisladas), no se conformó con la equis y fue a buscar la portería contraria pese a su condición de visitante. La ambición tiene premio.
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