El Cádiz CF sigue sin ser respetado: la vergüenza incesante

El equipo gaditano sigue siendo machacado por los árbitros y el VAR

Soto Grado entre jugadores del Cádiz y el Villarreal.
Soto Grado entre jugadores del Cádiz y el Villarreal. / Europa Press
J.J.N.

21 de marzo 2021 - 19:19

Cádiz/Si hay alguien empeñado en impedir la permanencia del Cádiz CF en Primera División, le va a costar trabajo conseguirlo porque este equipo demuestra que va a exprimir hasta la última gota de sudor en el cumplimiento del objetivo que se ha metido entre ceja y ceja. En el universo cadista piensa que sucede algo extraño con su equipo, que se ve continuamente golpeado por pésimos arbitrajes fruto de bruscos volantazos en la toma de decisiones. El último ejemplo, el partido contra el Villarreal.

En el estadio de la Cerámica se vivió el enésimo episodio en contra de los intereses de la escuadra gaditana, como si fuese una pesadilla. El árbitro condicionó el desarrollo y el desenlace del partido y el equipo modesto fue pisoteado. No es la primera vez y parece que no será la última.

En condiciones normales, el Cádiz CF se habría marchado con un punto del estadio de la Cerámica. Hubiese bastado con un poco de justicia. Pero el VAR, lejos de resolver situaciones, las agrava con la diferencia de criterio.

Pero está más que comprobado que cuando haya la más mínima duda, la decisión por lo general es en contra del Cádiz CF. Que la mano involuntaria de Jens Jonss dentro del área sea señalada como penalti si no es una vergüenza le falta muy poco. El remate de Parejo se iba a limbo, el balón va al brazo de Jonsson. Una interpretación lógica de la norma es que no hay intención de golpear y no hay peligro de gol porqie el esférico se va muy lejos.

Pero he aquí cuando entre César Soto Grado y Santiago Jaime Latre cocinan un penalti limítrofe con el escándalo. Y es curioso. Soto Grado fue el responsable del VAR de aquel partido de los amarillos en el campo del Elche y aquella mano de Pere Milla dentro del área que el colegiado no apreció como punible.

Es decir, Soto Grado no vio penalti aquella mano del Elche y una semanas después sí decreta máximo castigo la de Jonsson. ¿A qué están jugando los árbitros? ¿Por qué ese cambio de criterio? ¿Por qué lo que un día es una cosa al día siguiente es otra? ¿Por qué están machacando al Cádiz CF? A la larga de poco, más nada, han servido las quejas oficiales del club.

El Cádiz CF se vio condicionado desde el principio del partido por un penalti inventado. Si la mano de Jonsson es penalti, el fútbol se está yendo al garete. Se están cargando el fútbol los que tienen que decidir porque nadie saber a qué atenerse.

Y para colmo, otra mano, esta vez dentro del área del Villarreal, no se señalada como penalti. Tan involuntario fue el contacto del balón con el brazo de Yeremi Pino como el anterior de Jonsson.

La diferencia fue que uno sí fue castigado y en el otro el árbitro se tragó el silbato. Y una vez más el Cádiz CF perjudicado sin saber el motivo. Simplemente por el capricho de los que ahora dice A y mañana B. De locos. De vergüenza.

La que le espera al Cádiz CF hasta el final de temporada es de aúpa. Algo raro está pasando. Eso es lo que parece. No es normal que el Cádiz CF vaya a penalti por partido en las últimas tres jornadas, pero esa es la dura realidad. Y ya es el equipo que sufre más penas máximas en contra. ¿Hasta cuándo?

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