Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz/El Cádiz CF llega al obligado parón de la Liga (compromisos de las selecciones en los últimos días del mes de marzo) mientras digiere un nuevo varapalo arbitral que influyó de maneta decisiva en la derrota cosechada en el terreno del Villarreal.
Nunca se sabrá que habría sucedido en el caso de que César Soto Grado no hubiese señalado el penalti inexistente en el minuto 2 por mano involuntaria de Jens Jonsson dentro del área, pero la realidad es que el Cádiz CF perdió por un gol de diferencia (2-1) y que sin esa pena máxima el resultado podría haber sido un empate.
Una vez más, el conjunto amarillo se vio perjudicado por las decisiones del árbitro y el VAR. El Cádiz CF, además de enfrentarse a los rivales más poderosos del fútbol español, tiene que soportar el continuo pisoteo de los colegiados en su pelea por la permanencia. Si consigue quedarse, el mérito será doble.
Si el equipo de Álvaro Cervera no hubiese sido perjudicado por decisiones arbitrales de difícil de explicación, seis puntos más tendría con un mínimo de justicia que elevaría la cuenta de los 29 puntos actuales a 35 y ubicado en la undécima posición con una cómoda renta de 12 sobre el descenso.
Es decir, el Cádiz CF estaría ahora mismo a un pequeño paso de la salvación (fijada en torno a los 40) a falta de diez jornadas para el final del campeonato.
Los amarillos están pagando ser un modesto recién ascendido al que es muy fácil machacar. Los fallos en contra son numerosos, algunos quizás sin incidencia directa en el marcador final, como en la visita a la Real Sociedad o el envite en casa ante el Eibar. Pero otros fueron determinantes y no le permitieron sumar.
Estos son los errores arbitrales que han impedido al equipo sumar más puntos y estar muy cerca de la salvación:
Árbitro: David Medié Jiménez
VAR: Antonio Mateu Lahoz
El partido marcha con un empate a uno que parece definitivo hasta que en el minuto 89, el colegiado no pita una falta sobre Choco Lozano que es el origen del segundo gol del Sevilla. De haber señalado la infracción, lo normal es que el encuentro hubiese acabado con empate a uno (el tercer tanto llegó con el Cádiz CF volcado en busca de la igualada). El error arbitral le costó un punto.
Árbitro: Javier Alberola Rojas
VAR: Adrián Cordero Vega
El duelo andaluz entró en la recta final con empate a uno cuando Alberto Perea fue objeto de uno de los penaltis más claros que se han visto sobre un terreno de juego. El manchego fue arrollado por Foulquier dentro del área pero Alberola Rojas no sólo no pitó nada sino que ni siquiera revisó la acción en el monitor.
Un escándalo pocas veces visto que además destapó la persecución de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) contra el Cádiz CF tras la dura sanción (cuatro partidos) que el Comité de Competición impuso a Cervera por sus críticas después del choque. Tuvo que ser el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), un órgano ajeno a la Federación, el que dejase sin efecto el castigo al entrenador. Aquel penalti no señalado impidió la suma de dos puntos más.
Árbitro: Carlos del Cerro Grande
VAR: César Soto Grado
Nuevo escándalo porque quedó de manifiesto la disparidad de criterios. En el último tramo del partido, ya con empate a uno, el balón dio en el brazo del jugador local Pere Milla dentro del área cuando intentaba despejar. El juez de la contienda ni siquiera acudió al monitor y la acción pasó inadvertida. Manos similares en el área del Cádiz CF sí fueron pitadas como pena máxima en otros encuentros (Real Sociedad, Eibar, Villarreal). Con el tiempo quedó al descubierto las interpretaciones distintas para una misma jugada con el Cádiz CF claramente perjudicado. En Elche, los amarillos se dejaron dos puntos por un nuevo error arbitral.
Lo más curioso es que Soto Grado fue el responsable del VAR y la mano de Pere Milla quedó sin sanción. Pero el árbitro cambió de criterio en la visita del Cádiz CF al Villarreal.
Árbitro: César Soto Grado
VAR: Santiago Jaime Latre
Nada más empezar el partido, el balón rebota en el brazo de Jonsson y desde el VAR instan al colegiado a que revive la jugada en el monitor. Eso hace Soto Grado, que pita un penalti inexistente. El esférico iba muy alto, en dirección a la grada. Jonsson no evitó ni un gol ni una ocasión de peligro. Nada.
Pero hubo más. En los últimos instantes del encuentro, el balón rebota en la mano de un jugador local dentro de su área y una vez más la interpretación perjudica a los gaditanos. Antes sí hubo penalti, pero no ahora. El Cádiz CF se hubiese llevado un punto en condiciones normales.
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