Cádiz CF: La semana menos propicia para empezar de cero
Sergio González eleva la intensidad del proceso de 'limpiar' la cabeza de sus jugadores y trata de rearmar conceptos e ideas para que el equipo arranque
El presidente del Cádiz pide perdón y reclama el apoyo de la afición
Cádiz/Cuatro jornadas, cero puntos, diez goles en contra, ninguno a favor... Y esto unido a las sensaciones provoca que el Cádiz CF tenga por delante una semana más compleja aún que las anteriores porque debe reaccionar, sumar y girar hacia otro rumbo. El problema real es que espera el sábado el FC Barcelona; ahí es nada. Reaccionar cuando el enemigo es el menos propicio para ello.
Sergio González está 'realizando' un curso acelerado de psicólogo porque tiene otros frentes abiertos más allá de la cuestión técnico-táctica. Debe despejar la mente de sus pupilos para situarles en una realidad muy compleja pero no definitiva ni sin solución. Quedarse en aquello de no hay salida, no es la cuestión que toca; la plantilla pudo ser mejor, sin duda, pero es difícil asimilar con la cabeza baja lo que tiene el grupo. Hay futbolistas que han sido importantes otras campañas y que ahora tienen que dar un paso al frente.
El entrenador del Cádiz CF sabe que corre a favor la recuperación de los lesionados -especialmente el caso de Rubén Alcaraz- y que otros vayan tomando el pulso a lo que él pide a base de entrenamientos. En este bloque entran algunos jugadores con pretemporada a medias por diversas dolencias físicos y los últimos en llegar antes del cierre del mercado. El equipo debe ser una máquina equilibrada que funcione con criterio y en la que todos hagan lo que corresponde en cada momento. Alcanzar esa sintonía evitaría, por ejemplo, errores individuales que en condiciones normales no se producen ni cuestan puntos.
No solo es una cuestión de calidad y competitividad, que por supuesto tiene este Cádiz CF en su debe, hay mucho de psicología, de cabeza que bloquean piernas y resta resistencia al primer golpe. Ya lo dijo Sergio González en Vigo: Con el primer empujón el conjunto amarillo cae a la lona. En sus manos está revertir ese problema, entre otros muchos.
Cuando el actual técnico se hizo cargo del equipo en sustitución de Álvaro Cervera, en sus primeras manifestaciones destacó la necesidad de resetear el ataque porque se partía de un trabajo defensivo del anterior técnico que contaba con fundamentos muy válidos. Pues de alguna manera el Cádiz CF tiene que crecer a partir de parar el sangrado, especialmente el de goles. Un equipo que deje de ser tan vulnerable en su portería se acercaría a la posibilidad de no perderlo todo. Y, a partir de ahí, se vería menos lejos ser capaz de ganar siempre que el equilibrio de esa mejora afecte a la zona creativa.
Evidentemente la teoría que Sergio plasma en su papel y que traslada a una primera práctica en los entrenamientos, no se cumple luego en la medida que se espera. Y ese problema se está perpetuando un mes después con la cruda realidad de que el Cádiz CF se diluye como el azúcar una vez la competición sitúa en la balanza la pugna por los puntos.
Todos los partidos valen lo mismo: tres puntos. Pero hay partidos y partidos, y el del sábado (18:30 horas) en el Nuevo Mirandilla (antiguo Carranza) tiene un gran problema: el rival es el Barcelona. No el Barça de las últimas campañas que ha deambulado por España y Europa. Es el Barcelona del regreso para pelear por lo máximo.
Hay motivación suficiente sabiendo los nombres del adversario. Y si falta alguna dosis, bien se encargará de entregarla un 'perico' como Sergio González, que sabe bien lo que significa ser 'pequeño' y tener enfrente en la misma ciudad a un gran equipo. El Cádiz CF es ahora más pequeño todavía de lo que se pronosticaba antes del empezar la Liga, pero hay una grandeza interior en forma de orgullo que en algún momento debe salir. Si va aliñado con una aplicación mejor de conceptos, el futuro empezaría a tener otro color. Y el futuro más inmediato es el Barça. Guste o no guste. Son tres puntos en juego.
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