Chris Ramos se desata en ataque
El gaditano es el único delantero que ha visto puerta
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Cádiz/El Cádiz CF salió muy vivo del estadio Benito Villamarín gracias al empate (1-1) que obtuvo frente a un rival de calado como es el Real Betis.
El punto conquistado tiene un valor notable porque el Cádiz CF lo consiguió en el campo de uno de los equipos que pueden ser considerados de los más fuertes de Primera División (finalizó en la sexta posición la pasada temporada 2022-23).
El resultado fue posible a la buena actuación grupal y también a las individualidades. Si hay que poner nombres y apellidos al buen resultado, sobresalen los de Jeremías Conan Ledesma y Chris Ramos.
Las paradas salvadoras del portero son costumbre desde su aterrizaje en la plantilla en 2020 tras el ascenso a la máxima categoría.
Sí sorprende más el caso de Ramos. El gaditano llegó en el mercado de invierno del curso pasado procedente del Lugo, que militaba en Segunda (acabó descendiendo a Primera Federación). Destacó en el cuadro gallego (sumaba siete goles) y el Cádiz CF se lanzó a por él.
El ariete aprovechó la doble oportunidad de jugar en Primera y además en el equipo que lleva en el corazón. Se estrenó como goleador cadista la pasada campaña con aquel tanto que hizo en el terreno del Betis.
En la nueva temporada, la 2023-24, se convierte en la referencia del ataque al menos en los compases iniciales. Es el único delantero que ha sido titular en todos los partidos. Es el único ariete que ha visto puerta con dos tantos en su cuenta: el que firmó ante Villarreal y el que marcó de nuevo contra el Betis.
No sólo da en la diana. No destaca por su técnica pero en lo demás no hace concesiones. Chris Ramos se implica en la labores defensivas desde su posición en punta, no para de correr con su larga zancada y causa continuos dolores de cabeza a los centrales de turno. Un ejemplo palpable fue el penalti que le hicieron en el choque frente a la escuadra castellonense cuando parecía imposible que pudiese llegar al balón.
El delantero del Cádiz CF aparece en no poco duelos y además con sus 193 centímetros de altura, domina el juego aéreo como pocos como ya demostró con su preciso testarazo en el Villamarín tras superar en el salto a Marc Bartra.
El 16 del cuadro amarillo se gana por derecho propio un sitio estable en el once salvo que el miércoles forme parte del plan de las rotaciones que está aplicando Sergio González.
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