Cifuentes, el éxito no para de brotar

Cádiz/La grandeza de Alberto Cifuentes no cesa. A las puertas de los 39 años, el portero del Cádiz sigue acumulando éxitos como consecuencia de un presente espectacular. El Zamora de la categoría de plata acaba de ser elegido Balón de Oro de Castilla-La Mancha al mejor jugador de Segunda División A. El año pasado estuvo entre los tres finalistas y ahora ha sido votado más que nadie hasta alcanzar el máximo galardón. Su padre fue el encargado de recoger el trofeo.

Hace un año el cancerbero natural de Albacete estuvo muy cerca de lograr un premio muy preciado en su comunidad, si bien se quedó a las puertas. Ha sido en esta edición cuando los votantes han reconocido su trayectoria en el presente curso alzándolo a lo más alto. Cifuentes se ha coronado con el Balón de Oro de Castilla-La Mancha, correspondiente a la categoría de plata del fútbol español, por encima de dos competidores a tener muy en cuenta, Jorge Pulido y José Arnáiz. Pulido es defensa central del Huesca, equipo en el que acumula esta temporada 36 encuentros de Liga (35 de ellos como titular), con 3.164 minutos con la elástica azulgrana. Arnáiz es delantero del filial del Barcelona y suma 26 partidos entre Liga y Copa porque esta campaña ha debutado en ambas competiciones con el primer conjunto azulgrana. A sus 23 años recién cumplidos, lleva nueve goles (tres de ellos en Copa a las órdenes de Ernesto Valverde) y es uno de los jugadores a tener en cuenta en el balompié nacional.

Con esos competidores tan fuertes, Cifuentes ha sido capaz de ganar una final en la que se ha batido el récord de votaciones al lograrse algo más de 70.000. Una mayoría se ha inclinado por el año que vive el portero, por sus números en el Cádiz y, posiblemente, como premio a una dilatada trayectoria.

Alberto Cifuentes está dejando huella en su etapa como profesional en el Cádiz, donde recaló en el ocaso de una carrera que se está viendo ampliada más de lo que es habitual debido a las excelentes prestaciones del albaceteño. Un cancerbero que ha demostrado en el equipo amarillo que está en un momento dulce y que puede tener cuerda para algunas temporadas más siempre que las lesiones le respeten. Ágil como cuando empezó y con una capacidad de reflejos que ya ha puesto en práctica en diversas ocasiones en la presente campaña, a Álvaro Cervera no le quedan dudas de su elección.

Cifuentes es fijo en el Cádiz desde que fichó en verano de 2015, procedente del GKS Piast Gliwice polaco. Llegó con 36 años ya cumplidos pero la edad no fue un problema en la apuesta decidida que había realizado la entidad gaditana. Tres temporadas después queda demostrado tomando como referencia sus números en cada una de ellas. El primer año sumó 42 encuentros entre la Liga y el play-off a Segunda A, 43 fueron el curso pasado entre Liga y la fase de ascenso a Primera División y 38 lleva en la campaña vigente a falta de cuatro encuentros de Liga y la posibilidad de disputar otro play-off. Claudio Barragán y Álvaro Cervera han coincidido en su papel de indiscutible. Hasta el momento acumula como profesional 523 partidos oficiales.

La sombra de este portero es demasiado grande desde el primer día que se puso a defender el escudo del Cádiz. Tres víctimas claras ha tenido su alto nivel competitivo. En la campaña 2015-16 fue Pol Ballesté el que tuvo que asumir un papel secundario disputando dos partidos de Liga y seis de Copa del Rey. La temporada pasada tomó el relevo Jesús Fernández, una apuesta ambiciosa del club entre palos que decidió salir del equipo el pasado verano tras acumular únicamente un encuentro de Liga y dos de Copa. El caso actual lleva la rúbrica de Rubén Yáñez, otro cancerbero codiciado que, salvo sorpresa, dirá adiós a partir del 30 de junio con media docena de apariciones en el torneo del ko.