Competición expedienta a Álvaro Cervera por sus declaraciones

Cádiz/El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió este miércoles la apertura de un expediente disciplinario al entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, por sus declaraciones al término del partido de la última jornada contra el Granada (1-1) en el estadio Ramón de Carranza. Cabe recordar que el técnico del conjunto amarillo fue muy directo con el claro penalti sobre Perea que el colegiado no señaló y ni siquiera acudió al monitor a ver la jugada.

El expediente se inicia tras un escrito del director de Integridad y Seguridad de la RFEF sobre dichas manifestaciones en la sala de prensa, en las que el preparador cadista señaló que el árbitro del encuentro, el castellano-manchego Javier Alberola Rojas, no había "querido pitar" un penalti que pidió el equipo local en la recta final del partido que podía haber dado al Cádiz la posibilidad de obtener los tres puntos.

La pena máxima, por derribo claro de Foulquier a Alberto Perea (86') "la ha visto todo el mundo", dijo Álvaro Cervera en la conferencia de prensa telemática tras el encuentro de la quinta jornada de Liga en Primera División, en la que añadió que para él "no tiene explicación" no haber señalado la infracción.

Tras la apertura del procedimiento disciplinario extraordinario que la RFEF ya ha comunicado de manera formal a la entidad cadista, el Comité Competición ha designado un instructor para el mismo y Álvaro Cervera tendrá la posibilidad de presentar alegaciones en su defensa ante la más que previsible sanción de más de un partido.

El Comité de Competición también abrió un expediente al entrenador del Betis, el chileno Manuel Pellegrini, y al portero del club sevillano, Joel Robles, por las manifestaciones que hicieron después del partido contra el Real Madrid, de la tercera jornada de Liga, referidas a las decisiones arbitrales.

La realidad es que los errores se repiten con el VAR y entre los árbitros, pero la actuación de Competición se limita a expedientar y sancionar de forma ejemplar a aquellos que protesten, lo que no soluciona el problema que se repite cada jornada en los campos españoles.