Espantoso adefesio (2-1)

Almería b-cádiz

Los graves errores en las dos áreas castigan a un nefasto equipo gaditano, incapaz de puntuar ante un colista casi descendido Los de Claudio, casi condenados al cuarto lugar

Foto: Rafael González
Jesús Jaques Nuche

17 de abril 2016 - 22:16

Menudo desastre. Al Cádiz se le acaban las excusas, si es que le quedaba alguna. No hay argumentos que sostengan el despropósito en el que malvive en las últimas semanas, sin asidero al que agarrarse. ¿Cómo explicar una derrota ante el colista? El equipo amarillo es un castillo de naipes que se desmorona con suave soplido sin que haya reacción en ningún estamento del club. Aunque a estas alturas, poco se puede hacer. Si el Cádiz llega así a la fase de ascenso, mejor que no entre en el sorteo y ahorre un nuevo disgusto a una masa social desencantada. El equipo no transmite nada más que dudas que crecen y crecen con el paso de los partidos.

Tres derrotas y un empate en los últimos cuatro partidos, un solo punto de 12, resumen la caída libre de un equipo que ayer fue incapaz de arañar una mísera igualada en el campo de un Almería B que se libró del descenso aunque está condenado a bajar a Tercera. Un varapalo más ante una escuadra en descenso, como hace bien poco ante el Betis B. El nuevo revés no es fruto de un accidente sino de las horribles prestaciones de un Cádiz pasivo, como sin nada se jugara en el envite. Lo peor es que el equipo coge la mala costumbre de hacer el ridículo. Ha perdido la vergüenza.

El conjunto gaditano fue una caricatura de sí mismo y si compareció en el estadio Juegos del Mediterráneo es porque estaba obligado a presentarse. Estuvo en cuerpo pero no en alma porque este equipo carece del mínimo espíritu siquiera para afrontar un partido contra el peor equipo del grupo IV que ayer se creció ante un rival al que es fácil superar con muy poco. Si el Cádiz es incapaz de puntuar contra el último de la fila, ¿cómo se plantea ascender a la división de plata? Llegará como cuarto al play-off porque nadie aprieta por detrás, porque el quinto está a seis puntos y sólo quedan 12 por disputar. El tercero, el Sevilla Atlético, se ha escapada a cuatro puntos. Pero las sensaciones son tan malas que la lógica apunta a que el conjunto amarillo se quedará un año más en Segunda B salvo un cambio de cara milagroso.

El Murcia, en su visita al Almería B hace apenas un mes, solventó el duelo con un 0-3 en la primera media hora que no dejó opciones al rival. El Cádiz, sin embargo, actuó como un equipo pequeño y se estrelló fruto de su inoperancia.

Alguien puede pensar que el Cádiz se conforma con la cuarta plaza y que dosifica las energías para los partidos trascendentales, pero la impresión que da es que no tiene capacidad de desenvolverse con fiabilidad en ninguna zona del campo. Los errores en las dos áreas propiciaron ayer una sonrojante derrota que no entraba ni en los planes de los más pesimistas. No supo defender ni en juego ni a balón parado y en ataque cometió errores imperdonables.

Claudio Barragán no da con la tecla de un equipo que lo único que sabe es que accederá a la fase de ascenso por inercia, con el nombre del club pero sin vitola de favorito. El entrenador sorprendió ayer con la novedosa alineación de los tres centrales, Servando, Aridane y Migue, con este último escorado a la izquierda. Quizás quería cortar la sangría de goles recibidos en los últimos partidos, pero la apuesta del técnico resultó perdedora. Ni con tres centrales sabe defender el Cádiz.

Los visitantes, ayer de azul, no entraron bien en el partido y fueron los locales los que casi se adelantaron en el marcador en los compases iniciales con un cabezazo de Cruz que Alberto Cifuentes atrapó justo en la línea de gol. El Cádiz no creó verdadero peligro hasta el minuto 20, cuando Servando, solo ante Gianfranco dentro del área y el balón con un bote perfecto, remató centrado a un pie del portero y perdió una gran oportunidad de colocar el 0-1. Fue la primera de las claras ocasiones tiradas a la basura.

Los gaditanos trataban de llegar más al área contraria aunque el colista avisaba que no estaba dispuesto a regalar los puntos. En el 22, Alberto Cifuentes tenía que emplearse de nuevo a fondo para repeler un derechazo de Selfa. No había noticias en ataque de un Cádiz plano, sin intensidad, que no sólo no veía puerta sino que además sufría un duro golpe en su línea de flotación en el minuto 36. Hicham, el jugador más peligroso del filial mediterráneo, cazaba la pelota en el borde del área, se colaba por el centro con una facilidad pasmosa, sin la resistencia de ningún zaguero, y superaba por bajo al arquero en el mano a mano. La pasividad de la zaga rayó la indecencia ese error clamoroso propiciaba el tanto de los anfitriones.

El Cádiz era incapaz de imponer su teórica -sólo teórica- superioridad sobre un equipo de Tercera y fallaba ocasiones clarísimas, como la que echó a perder Güiza en el minuto 41. El jerezano, solo delante de Gianfranco, definió tan mal que le puso fácil la parada al guardameta.

Los hombres de Claudio naufragaron en una penosa primera parte con una imagen lamentable acompañada de múltiples errores en las dos áreas que derivaron en una derrota por la mínima al descanso.

El Cádiz estaba obligado a voltear el marcador en la segunda parte. No sólo por la importancia los tres puntos. Era una cuestión de credibilidad. Salió con bríos ofensivos y sólo tardó cinco minutos en empatar. En el 50, Álvaro García controló con el pecho ya dentro del área y soltó una potente volea con su pierna buena, la izquierda, que Gianfranco sólo pudo tocar antes de que entrara por alto en la portería local. Un golazo que parecía reanimar al Cádiz pero que al final fue una gota de agua en el desierto.

Los amarillos reaccionaron con rapidez pero debían culminar la remontada para evitar un nuevo fracaso. Güiza, en una tarde aciaga, no terminaba de definir pese a la debilidad defensiva del adversario.

Los visitantes parecían tener controlado el partido pero sufrían en la contención de las acciones de estrategia. Un saque de esquina mal defendido en el minuto 55 a punto estuvo de costar el 2-1, pero David Sánchez lo evitó al salvar en línea de gol un disparo de Borja.

Los de Claudio no hicieron los deberes a tiempo y el partido llegó a la recta final con un 1-1 que no servía a ninguno de los dos equipos. Poco, muy poco ofrecían los gaditanos en ataque y cuando conseguían llegar era incapaces de ver puerta. Pese a su escasa cosecha de oportunidades, las que tuvieron fueron muy claras. En el 65, Servando no alcanzó el esférico por centímetros en boca de gol y en el 70 Güiza se empeñó en demostrar su ceguera en el remate con una definición impropia de su categoría. Le llegó un balón claro dentro del área pequeña y disparó al muñeco. El rechace del portero fue a Lolo Plá, que no quiso ser menos y solo delante de la portería mandó la pelota al limbo. Increíble.

El Cádiz no existía en ataque ni tampoco en defensa. Alberto Cifuentes despejaba en el 84 un remate de Montero, pero el delantero local no perdonó un minuto después para firmar el 2-1 definitivo con un cabezazo a la salida de un córner. El ariete, que en la primera vuelta ya le había hecho dos tantos a los amarillos como jugador del Cartagena, aprovechó la indolencia de la zaga para ajusticiar a un rival malherido.

Por entonces ya estaba sobre el césped Román, que estuvo de empatar en el 89 pero se topó con un inspirado Gianfranco. Despotovic, en la última acción, remató fuera pegado a un poste. Dos zarpazos que acabaron en nada.

ÁRBITRO: López López (castellano-manchego). TARJETAS: Amarillas Amonestó a los jugadores del equipo local Joaquín (46'), Guirao (68') y Adri (75'), y a los visitantes Alberto Cifuentes (25'), Jandro (25'), Servando (61'), Nana (73'), Güiza (89') y Román (92').

GOLES: 1-0 (36') Hicham El atacante del filial se hace con el balón en el borde del área, penetra sin oposición por el centro sin la más mínima oposición y bate por bajo a Alberto Cifuentes. 1-1 (50') Álvaro García El extremo controla el esférico nada más entrar en el área y marca de una ptente volea con la bota izquierda. 2-1 (85') MonteroSaque de esquina mal defendido por el conjunto visitante y el delantero cabecea el balón al interior de la portería .

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la 34ª jornada del campeonato nacional de Liga, encuadrado dentro del grupo IV de Segunda División B, disputado en el estadio Juegos del Mediterráneo de Almería en presencia de unos 1.000 espectadores.

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