Estallido de júbilo cadista en Mendizorroza
Alavés - Cádiz | La fiesta de la permanencia
Los aficionados desplazados a Vitoria celebran por todo lo alto una salvación más que sufrida
La angustia, el sufrimiento, la agonía de una tarde para el recuerdo dio paso, en el mismo Mendizorroza, a una incomparable explosión de júbilo cuando el árbitro murciano Sánchez Martínez pitó el final del encuentro contra el Alavés y, acto seguido, el cadismo confirmó la salvación cuando también concluyó el choque del Nuevo Los Cármenes entre Granada y Espanyol con el 0-0 inicial.
Abrazos, lágrimas de alegría, cánticos... Mendizorroza se convirtió en Carranza, sí, Carranza, porque este domingo nadie nombraba el estadio de la Tacita como Nuevo Mirandilla por más que éste sea ya su nombre oficial. Del césped a la grada, la celebración de los futbolistas y el cuerpo técnico con sus incondicionales sólo acababa de empezar.
Como es normal en estos casos, la fiesta prosiguió en el vestuario, ya con los de corto como grandes protagonistas, mientras que en las inmediaciones del estadio, Vitoria se teñía de amarillo y azul por la gesta del conjunto de Sergio González.
Y mientras, a 1.000 kilómetros de distancia, al sur, en la capital gaditana, el cadismo tomaba también las calles, con celebración en el mismísimo Gran Teatro Falla mientras que tenía lugar una nueva jornada de la primera fase del concurso de agrupaciones, y llegada de aficionados a la fuente de las Puertas de Tierra, emblemático punto de encuentro de los festejos de la afición.
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