Euforia desatada en el Nuevo Mirandilla
La afición vibra con el Cádiz CF y enloquece con el gol en el último instante
Cádiz/El espectáculo está garantizado en el estadio Nuevo Mirandilla (antes Carranza). No sólo sobre el césped. Porque desde la grada también se juega. El Cádiz CF es un todo, cada uno en su rol.
El domingo 20 de marzo no era un día propicio para ir al estadio. Y eso que el partido era importante y el rival apetecible, un Villarreal de 'Champions'. Un fuerte viento en plena rebeldía y el incómodo acompañamiento de la lluvia se apuntaron a la fiesta. Condiciones adversas que restaron presencia de público en las gradas.
Los que fueron, que tampoco fueron pocos (más de 10.000), ejercieron a la perfección el papel de jugador número 12. Dieron alas al equipo con su permanente apoyo, inasequibles al desaliento, resguardados bajo los paraguas.
La afición se merecía una alegría después de una temporada de sinsabores. Cuatro meses y 14 jornadas seguidas en zona de descenso. Demasiado tiempo. Parecía imposible salir de ahí. Por eso estalló de júbilo cuando Rubén Sobrino acertó a marcar su primer gol del curso.
La euforia se desató tras el pitido final. No era para menos. Los jugadores y los seguidores compartieron la inmensa alegría, que era doble. Por un lado, el triunfo sobre uno de los poderosos. Por otro, la salida de la zona de descenso en la que residía desde noviembre de 2021.
Salió el relucir un canto unánime: "¡Sí se puede, sí se puede...!" Un día para celebrar y la creencia, números en mano, en una salvación que sí es posible.
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