La Fundación Cádiz CF, una fábrica de acción social
Cádiz CF
Dirigida por José Mata, inicia el curso con la ilusión de su razón de ser, ayudar a los más necesitados, y el complicado desafío de generar recursos en tiempos de crisis
Cádiz/Más de dos décadas de trabajo, casi un centenar de convenios, cerca de 150 eventos el último año... Son cifras, sin más, que no tendrían mayor significado si no se tratara de la actividad más social y humana que se desarrolla en el Cádiz CF, la de su Fundación.
Creada en 2001 con un objetivo muy concreto, el fin social de dar apoyo a la cantera, lo que propicia la puesta en funcionamiento de la Escuela Municipal Michael Robinson, en estos 21 años ha vivido diferentes etapas hasta convertirse en el referente que hoy en día es, gracias en gran medida al impulso del actual presidente del club, Manuel Vizcaíno, y a la labor que ejecuta José Mata.
Mata aterrizó en el Cádiz CF en 2002, tras toda una vida como socio y después de formar parte activa de la plataforma que no mucho antes había hecho viable la supervivencia de la entidad con la implicación de la masa social para evitar la desaparición a principios del siglo XXI. Cadista convencido desde fuera, en adelante tendría la oportunidad de poner al servicio del club, de manera profesional, su amor por el amarillo y azul.
Sin embargo, su relación con la Fundación tardó en tomar forma. De hecho, el trabajo que se desarrolló en la misma durante los siguientes años no dejaba de ser algo muy residual dentro las actividades propias de la entidad cadista. Así hasta que con la llegada de Manuel Vizcaíno, a mediados de la pasada década, adquiere una importancia hasta entonces no conocida y que en el presente le permite ser un ejemplo a nivel nacional.
El mandatario apostó por dar más apoyo a la Fundación desde el convencimiento de que se trata de un proyecto social y necesario que requiere la máxima difusión. De este modo, Mata pasa a convertirse en 2017 en gerente de la Fundación, cargo que compagina actualmente con el de adjunto a la Presidencia. Con Antonio Caro, técnico de la Fundación desde su creación, como su auténtica mano derecha, el máximo responsable habla con orgullo y satisfacción, consciente de la relevancia de la Fundación Cádiz CF por la trascendencia de la labor social que se desarrolla.
Las actividades y los convenios son tantos que a Mata le cuesta lo suyo centrar la conversación en alguno concreto. Salta de uno a otro con brillo en los ojos. Se le nota la pasión que pone en su trabajo. En la última semana, por ejemplo, se ha retomado el Club de la Lectura, que incluye un acuerdo con la editorial Babidi-bu para obtener libros que posteriormente se entregan a asociaciones que los hacen llegar a familias necesitadas.
También se ha renovado en estos últimos días el acuerdo de colaboración con Manos Unidas. “En los momentos de crisis, como el que vivimos, se nota más dificultad y nos autoexigimos mayor esfuerzo para ayudar a estas entidades, igual que pasa con Calor en la Noche o el Banco de Alimentos, entre otras”, apunta Mata.
Como quiera que el club no dispone de los recursos propios necesarios ni de músculo financiero para sufragar los apoyos con ayudas directas, toca agudizar el ingenio desde la experiencia. “Es fundamental visibilizar todas las necesidades y colaborar para la obtención de recursos”, explica el gerente, que agradece en este sentido “la implicación del club, que es máxima”.
Igualmente, se antoja clave la implicación de los voluntarios, unos 70, para el crecimiento de una Fundación que, pese a los malos tiempos que corren, camina con paso firme para superar los 100 convenios anuales y alcanzar las 150 actividades. Retos e ideas sobre la mesa que rara vez se quedan en un cajón. Sin ir más lejos, por eso también se creó el Premio Fundación como modo de reconocer la labor social de personas o entidades.
Pero si José Mata tiene que poner por delante de todas alguna actividad, una creación de la Fundación, no duda en señalar al Nacional Genuine. “Se ha convertido en el buque insignia y en una referencia, no sólo para nosotros sino a nivel de toda Andalucía y de España, por lo que supone en materia de integración y empoderamiento”, explica.
No se queda atrás la lucha contra el acoso escolar, con visitas a los centros académicos en las que están presentes los futbolistas. “Estas visitas se van a retomar este curso después del obligado parón por la pandemia en febrero de 2020”, anuncia con alegría.
Más acción social, como las reivindicaciones y el activismo relacionados con el Observatorio para la Diversidad en el Deporte en pro de los colectivos LGTBI, y, por supuesto, medioambiental, como el programa de Playas Amarillas y Azules, de limpieza de la franja litoral, que permite compensar en cierta medida la contaminación acústica y lumínima de la utilización del estadio.
Como no podía ser de otra manera, en un contexto de guerra no podía faltar la colaboración con Ucrania a través de Mensajeros de la Paz, así como diversos convenios socio-sanitarios como los firmados con asociaciones de cáncer de mama, la conversión de camisetas en batas como regalo para los niños hospitalizados, “que precisan nuestra atención durante todo el año, más allá de las campañas navideñas”, o la más antigua de todas, la de donación de sangre y concienciación para la donación de médula ósea.
Imposible enumerar todas, por más que al propio Mata le incomode que se queden en el tintero. E igualmente imposible no indicar por último una especialmente emotiva por la relación que como aficionado implica, la Caravana Cadista, que se intensifica en verano, como en el que acaba de concluir, para cuidar al cadismo por toda la provincia. “Esto también es misión de la Fundación”. Y tanto.
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