Garrancho, un realista en la corte del Cádiz CF
El portero del filial, en la convocatoria de Cervera contra el Atlético, pertenecía hasta el verano pasado a la Real Sociedad, donde jugó desde que era cadete
Cádiz/En el Cádiz CF milita un jugador que hasta hace cuestión de meses pertenecía a la Real Sociedad, escudo que significa mucho en su aún corta carrera. Se trata del portero Juanjo Garrancho, que forma parte del filial amarillo pero que habitualmente entrena con el primer equipo, con el que incluso estuvo en la lista de convocados el pasado fin de semana con motivo del duelo contra el Atlético. El domingo próximo el cruce de sentimientos está garantizado.
La apertura del mercado invernal para el filial amarillo llegó con la contratación de este cancerbero de 23 años, nacido en Irún pero de descendencia extremeña. Llegaba libre tras media campaña en el Internacional de Madrid (Segunda B), donde recaló tras acabar su contrato con la Real Sociedad. Estuvo desde cadete en el club donostiarra, creciendo hasta llegar al filial, el conocido como Sanse. Su cesión al Badajoz, la campaña pasada, fue la confirmación de sus condiciones al tener un papel clave con los pacenses en la Copa del Rey. Su experiencia en la división de bronce, además de la Real B, el Badajoz y el Internacional, también contempla el Gernika, donde fue cedido con 19 años y fue capaz de totalizar 16 partidos. Por lo tanto, vive su quinta experiencia en Segunda B.
Calificado como un portero con muchas cualidades, la suerte le ha sido esquiva en el Internacional, por lo que le apetecía la aventura del Cádiz CF para unirse a su filial mirando de reojo el aprendizaje de mejorar entrenando con el equipo profesional.
La historia de Juanjo Garrancho es más que curiosa, pues antes de dar el salto a la edad de cadete se debatía entre el atletismo y el fútbol. De hecho, en 2014 había sido campeón de España juvenil de 60 metros vallas, oro en los Trials Europeos y quinto en los Juegos Olímpicos de la Juventud en China. "En su día tuve que tomar una decisión, me decanté por el fútbol y ahora voy al cien por cien con ello. El atletismo lo llevo siempre en el corazón porque es un deporte que lo he vivido desde muy pequeño, toda mi familia siempre lo ha practicado», explicaba cuando estaba en el Badajoz. El atletismo lo lleva en los genes. Sus padres, Juanjo y Mari Carmen, fueron atletas, ahora son entrenadores, y le transmitieron esa pasión. Su hermana, Marian, también fue otro talento precoz que con 14 años se colgó el bronce en los 60 metros en el Campeonato de España Absoluto en pista cubierta de Valencia en 2004.
Hubo un momento en su corta trayectoria deportiva en la que el ahora portero del filial del Cádiz CF tuvo que elegir: correr o parar. Decidió ponerse los guantes, si bien le costó dejar las botas de clavos por las de tacos. "En el momento que decides ser profesional, tienes que valorar las posibilidades. El atletismo es un deporte muy duro. Todo puede ir bien y si va mal puede ir muy mal. En el fútbol vi la oportunidad de dar pasitos hacia adelante, es un deporte que tiene mucha fuerza y al final entre los dos deportes que me gustaban me decanté por el fútbol", relataba.
Garrancho, que trabaja cerca de Conan Ledesma, David Gil y Juan Flere, entre otros, tiene los ojos muy abiertos y las orejas al alza para que no se le escape nada de lo mucho que puede crecer en el club gaditano. Enamorado de las condiciones como portero que tiene el atlético Oblak -al que pudo ver de cerca el pasado domingo-, sabe que en San Sebastián las sensaciones serán diferentes en el encuentro entre el club al que pertenece desde hace pocas semanas y el que defendió hasta el pasado mes de junio y en el que echó los dientes desde cadete.
También te puede interesar
Lo último