Garrido, un mes de baja en un tramo importante del curso

El conjunto gaditano pierde para los próximos partidos al único centrocampista de vocación defensiva, que sufre un esguince en el ligamento lateral interno de una rodilla

Garrido se dispone a golpear el esférico durante una sesión de trabajo.
Garrido se dispone a golpear el esférico durante una sesión de trabajo.
Jesús Jaques Nuche Cádiz

03 de marzo 2015 - 05:02

Cualquier partido es importante a estas alturas del curso cuando en juego está nada menos que la primera plaza del grupo IV como paso previo a la fase de ascenso a Segunda División A. No le viene nada bien al Cádiz que Jon Ander Garrido se pierda los próximos compromisos. El jugador tendrá que permanecer de baja entre tres y cuatro semanas, según informó ayer la entidad cadista. El club comunicó que el jugador sufre un esguince en el ligamento lateral interno de una de sus rodillas y el tiempo estimado de ausencia de actividad dependerá de su evolución.

El mes aproximado en el dique seco supone un mal menor porque las primeras sensaciones poco después de caer lesionado el pasado domingo eran preocupantes hasta el punto de sobrevolar el temor a un daño mayor en la rodilla afectada.

Un rival cayó encima de una de sus rodillas en una acción fortuita y se quedó clavado, sin poder moverse. Pidió el cambio de inmediato. Jon Ander Garrido ni siquiera pudo terminar la primera parte del encuentro contra el Melilla. Se tuvo que ir al vestuario con una de sus rodillas doloridas y después del partido apenas podía conducir. En el seno del club y el propio futbolista llegaron a temer por una lesión de larga duración que hubiese puesto fin a la temporada, pero las exploraciones médicas efectuadas ayer al centrocampista descartaron que se tratase de una dolencia grave.

Una vez conocido el alcance, el vasco ya se pone manos a la obra para empezar a recuperarse según la pauta indicada por los servicios médicos del club. Si hay algo que caracteriza al medio es su total implicación en el proyecto, como se comprueba en cada partido, por lo que su objetivo es regresar cuanto antes a los terrenos de juego para seguir ayudando al equipo en el desempeño de funciones defensivas en la medular.

Se trata de una ausencia sensible porque el ex del Barakaldo, titular indiscutible, es el único integrante del plantel que reúne las características específicas de destructor en el centro del campo. Un vacío complicado de cubrir.

El Cádiz se ve abocado ahora a defender el liderato en durante el mes de marzo sin su pulmón y todo hace indicar que Nacho Navarrete será el que ocupe la plaza vacante. El chileno no tiene la vocación defensa del vasco, pero sí posee más visión de juego y también llegada al área contrario. No hay partido que pase sin que el sudamericano lance a portería desde la frontal del área. El sub'23 firmó una buena actuación en el choque contra el Melilla y no sería extraño que saliera desde el inicio en Cáceres.

La de Garrido no es la única baja por problemas físicos. Andrés Sánchez trabaja para volver a estar disponible después del esguince de tobillo que sufrió el pasado 8 de febrero en el choque contra el Granada B. A lo largo de la presente semana se sabrá si llega a tiempo para la próxima visita al campo del Cacereño, donde no estará seguro Airam Cabrera, que será sancionado con un partido de suspensión por acumulación de cinco cartulinas amarillas. Un contratiempo añadido.

Sergio Mantecón tampoco estaba a tope el pasado fin de semana debido a un pinchazo en un gemelo que le impidió pujar por una plaza en la convocatoria del encuentro contra el Melilla. En teoría podría estar restablecido para el desplazamiento a Extremadura, al igual que Migue García, ausente en el último duelo por una sobrecarga muscular.

El Cádiz llega a un tramo importante del torneo de la regularidad al frente de la tabla con problemas de números de efectivos en una plantilla corta que pasó de tener 20 a 19 futbolistas -uno menos que en la primera parte del curso-, que además no cuentan con recambios en las categorías inferiores, ya que las promesas con más posibilidades de jugar con el primer equipo fueron cedidas en el mercado de invierno (Diego González, Sana, José Mari). Juanan también se marchó al comprobar que no iba a tener sitio.

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