Javi Gracia ya es historia

"Sigue la figura del entrenador siendo el fusible del equipo. Si la instalación se calienta, el aparato no puede soportar la tensión, los errores se suceden y los circuitos se confunden, la cosa está clara. Se cambia el fusible y todo sigue funcionando como si no pasara nada. El nuevo fusible ya dará resultados. Y si no, se volverá a cambiar". No es una canción de Jorge Drexler, son palabras de Xabier Azkargorta y se resumen de la siguiente manera: si los resultados no acompañan, es el entrenador el que hace las maletas.

En el Cádiz no se ha hecho una excepción y Javi Gracia, artífice del último ascenso, ya es historia. El navarro acudirá hoy por la mañana a El Rosal para despedirse de su antigua familia deportiva y dar su última rueda de prensa como (ex) entrenador del equipo cadista. A la espera de que lleguen Soler o Espárrago, será Linares quien dirija la primera sesión de entrenamiento post Javi Gracia, que es el séptimo fusible que se cambia en la Liga adelante en lo que se lleva de temporada.

Tres empates seguidos antes de enlazar dos derrotas son los números que han provocado el relevo en el banquillo. Utilizando el tópico, la de Javi Gracia era la crónica de una muerte anunciada, porque de ganar en Anoeta habría seguido con vida, pero el Huesca de Antonio Calderón podría haber sido su nuevo verdugo. Lo cierto es que al navarro no le ha acompañado la suerte en su debut en la categoría de plata. Empezó siendo fiel a su estilo de fútbol de toque y llegada, pero hasta la quinta jornada no logró su primer triunfo. Con el paso del tiempo dibujó numerosos altibajos que no le permitieron nunca asentarse en el banquillo. Cambió de sistema y sació la demanda del entorno de jugar con dos delanteros. Y así, con esa apuesta, salvó la primera bola de partido. Ante el Celta se dieron las circunstancias que se le han negado en casi el resto de encuentros: una pizca de suerte, ayuda arbitral, cero expulsiones y pegada en momentos puntuales. Siguió insistiendo Gracia por jugar con dos arietes, pero la baja de Ogbeche fue demasiado peso y la cosa no funcionaba. Ante el Nástic, de nuevo con Tristán y Toedtli en el once titular, se produjo una derrota que fue sinónimo de ultimátum, aunque nunca se hizo oficial: sólo un triunfo en San Sebastián, su antigua casa, le salvaría el cuello.

El navarro volvió en Anoeta a jugar con un mediapunta creativo y revolucionó el equipo: sólo le faltó alinear a De la Cuesta y Velasco en el día del juicio final. Pese a empezar ganando, errores defensivos acabaron poniendo el punto y final a una temporada que puede tacharse de desgraciada para el entrenador navarro.

Javi Gracia forma parte del capítulo del último ascenso. El pamplonica deja el Cádiz en la 19ª posición con un bagaje de cuatro victorias, siete empates y ocho derrotas en 19 partidos. Treinta goles en contra y 18 a favor completan sus números en Liga, mientras que en Copa cayó en segunda ronda ante Las Palmas.

La pasada campaña, la del ascenso, logró 79 puntos repartidos en 24 victorias, siete empates y siete derrotas. 71 goles a favor y 42 en contra fueron los otros avales para afrontar la exitosa fase de ascenso ante el Real Unión (1-0 en casa y 0-0 en el Stadium Gal).

El broche fue el título de campeón de Segunda División B contra el Cartagena tras ganar a domicilio 1-2 y empatar a uno en un Ramón de Carranza donde ha dejado impregnada su huella.