Justo reparto de puntos (1-1)

Cádiz CF - Málaga | La crónica

Un golazo de Aketxe neutraliza el tanto de N'Diaye en un choque parejo en el que se imponen los sistemas defensivos

Aketxe, autor del gol del Cádiz, disputa un balón en la banda con Ontiveros.
Aketxe, autor del gol del Cádiz, disputa un balón en la banda con Ontiveros. / Jesús Marín

Cádiz/El Cádiz CF confirmó la quinta posición con un empate a uno en casa frente al Málaga que deja la espadas en todo lo alto en la dura batalla por un puesto en la fase de ascenso a Primera División. El reparto de puntos puede considerar justo en un duelo igualado, de gran rigor táctico, con dos equipos que jugaron a no perder y lo consiguieron.

La equis deja una doble sensación. Una, un empate frente al adversario de mayor potencial maniatado por la eficacia del entramado defensivo de los amarillos. Dos, la duda de si el paso corto que supone caminar punto a punto será suficiente para acceder al 'play-off'. La victoria será necesaria tarde o temprano, pero mientras los de Álvaro Cervera se mantienen en la zona noble a falta de sólo cinco jornadas para el epílogo del campeonato.

La noche comenzó con sorpresa mayúscula. Mario Barco apareció en el once siete meses después de su última participación liguera. Una apuesta arriesgada del preparador cadista en una final que arrancó a un ritmo de vértigo que perjudicó los intereses de los locales.

Y eso que el primero en avisar fue Ager Aketxe en el minuto 2 con su especialidad, un libre directo en las proximidades de la frontal del área aunque el balón se escapó por centímetros por encima del larguero. Del posible 1-0 se pasó a la realidad del 0-1 casi sin tregua.

La sensación de control no tardó en irse el traste fruto de un error del que los malagueños exprimieron todo el jugo. En el 7, un saque de esquina muy mal lanzado por Aketxe propició un contragolpe mortal de los visitantes, que no perdonaron. Una opción de peligro de los gaditanos se convirtió en un bumerán. El balón llegó en cuestión de segundos al área contraria, Alberto Cifuentes dejó muerto el esférico al repeler un disparo de Renato Santos y N’Diaye, completamente solo en el corazón del área, remachó a placer para elevar un tempranero 0-1 al marcador que cayó como un jarro de agua fría en la parroquia cadista. El mal menor era que queda todo el partido por delante.

Los costasoleños se vieron con un gol de ventaja casi sin salir del vestuario pero los de casa no se arrugaron. No les quedaba otra y se fueron a presionar arriba la salida de balón del rival. Apretaron hasta igualar la contienda en el ecuador de la primera parte. Aketxe enmendó el error que había originado el 0-1 con un golazo de falta marca de la casa. El sitio era perfecto para él, unos metros detrás del borde del área y ejecutó con precisión milimétrica, similar al gol que le marcó al Zaragoza.

El 1-1 insufló ánimos renovados a un equipo que no dejó de presionar aunque se replegó con rapidez. No quería más sustos y trató de golpear a la contra. En el 29 lo intentó Machís con un zapatazo con poco ángulo que despejó Munir para impedir el 2-1.

El partido no daba un segundo de respiro. El desgaste de unos y otros era evidente en el empeño de cerrar espacios sin olvidar el ataque, neutralizado en cada área El descansó llamó a la puerta con el empate que reflejaba el equilibrio imperante sobre tapete que Jairo anduvo cerca de romper con un zurdazo en la última acción del primer periodo. El canario recibió el cuero tras una internada de Machís y una dejada de Mario Barco, le pegó con fuerza pero Munir desvió con seguridad y los 22 contendientes se fueron a reponer fuerzas.

Las precauciones mandaron en unos 45 minutos iniciales de alta intensidad y la resolución del envite quedó a expensas del segundo acto.

Los de Víctor Sánchez del Amo empujaron de lo lindo en la reanudación. Tomaron la iniciativa y lo de Álvaro Cervera buscaron espacios con velocidad. En una contra en el 48 marcó Jairo tras un buen centro de Aketxe, pero el banderín levantado del auxiliar evitó que el gol subiera el marcador. Había fuera de juego

El Cádiz se dedicó a nadar y guardar la ropa. La prioridad era la defensa para garantizar como mínimo el empate. El partido entró en una fase plana, todo esfuerzo pero sin ocasiones por parte de ninguno de los bandos. Ambos jugaron a anularse y lo consiguieron a la espera de un chispazo.

Ález Fernández y Jovanovic aportaron aire fresco en la última media hora y el serbio tuvo la ocasión de su vida en el minuto 66 tras una jugada de tiralíneas entre Machís y Matos. El serbio recibió en el punto de penalti y soltó un cañonazo que se escapó por encima del larguero cuando en la grada de cantaba gol.

Los anfitriones parecieron llegar mejor al tramo definitivo de un encuentro de marcador incierto, aunque los malagueños despertaron con un latigazo de Adrián (en el 72) que se topó con el muro de Cifuentes.

Poco más dio de sí un choque parejo resuelto con un justo reparto de puntos. Los dos tuvieron alguna opción en el último esprint pero el destino había rersevado un empate.

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