Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Sinergy ya es historia en el Cádiz. La subasta convocada por Antonio Muñoz Vera tras los continuos incumplimientos económicos en el contrato de compra-venta por parte del grupo inversor con sede en Bristol ha contado con una sola puja, la presentada por el grupo ‘Locos por el balón'. El periodista Carlos Medina, en calidad de apoderado de la sociedad, fue el encargado de realizar la gestión en la notaría de Carlos Cabrera en nombre de ‘Locos por el balón', que se hace con el 49,5 de las acciones del conjunto amarillo y que mañana tendrá que presentar su proyecto a los administradores concursales para que comprueben su capacidad económica.
A su salida de la notaría, Carlos Medina confirmó ante los medios que la de ‘Locos por el balón’ había sido la única puja presentada a la subasta. Aunque no desveló quiénes están detrás de este grupo, adelantó que “hay gente de Cádiz en la sociedad” y descartó su presencia “ni en el consejo ni en el organigrama del club”. El editor de la revista ‘Ese Cádiz Oe’ de Línea 6 aseguró que dan este paso “porque la situación es caótica y crítica” ya que “si no viene nadie el problema es gravísimo” y el club podría haber iniciado el proceso de liquidación en cuestión de días.
Medina confirmó posteriormente vía twitter que Juan José Pina será el administrador único y presidente de la entidad y descartó que José María del Nido o su hijo estuvieran detrás de 'Locos por el fútbol', tal y como se especulaba tras conocerse la compra de las acciones por parte del grupo inversor con sede en Tomares. La presencia del padre de Quique Pina deja entrever la llegada de su hijo como gestor deportivo, tal y como ocurriera hace dos temporadas. Entonces, con Jose González en el banquillo, el equipo se quedó a un penalti del ascenso a Segunda División en aquella infausta tanda ante el Lugo, tras conseguir la primera plaza en la temporada regular. El recuerdo de aquella noche sigue muy presente en la mente de Pina, tal y como reconoció recientemente en una entrevista a este medio, y por fin podrá cumplir su deseo de ayudar a los amarillos a recuperar su sitio en el fútbol profesional.
Adiós a Sinergy
El resultado de la subasta acaba con la etapa de Sinergy, que pierde el control del club a causa de sus reiterados impagos, y finaliza así una etapa de casi año y medio marcada por la inestabilidad deportiva, económica e institucional. La sociedad Sinergy HG Limited se hizo con el paquete mayoritario de acciones en el verano de 2012 (el proyecto fue presentado el 28 de agosto de 2012) contando con la figura de Alessandro Gaucci como manager general y cabeza visible en el plano deportivo y con Gabrielle del Bono y Vicenzo Silvestrini como hombres fuertes en el plano económico.
Alberto Monteagudo como técnico y una plantilla totalmente nueva y gaditanizada con Pablo Sánchez como buque insignia fue la primera apuesta de Gaucci, pero las carencias del bloque conformado no tardaron en salir a relucir y el Cádiz, tras dos cambios en el banquillo (tras el cese del manchego se contó con el malogrado Ramón Blanco y finalmente con Raúl Agné) el equipo consiguió la salvación en la penúltima jornada, muy lejos de las expectativas de ascenso planteadas por los dirigentes en verano.
Esta temporada, pese a reconocer unas pérdidas de un millón de euros la pasada temporada, lograron el visto bueno de los administradores para prolongar el contrato de Agné y conformar una nueva plantilla mucho más competitiva que la anterior. Con las cosas funcionando en lo deportivo, los problemas de impagos volvieron a salir a la luz y de nuevo se especuló con su posible salida si no eran capaces de solventar la deuda que aún mantenían con el antiguo propietario de las acciones, Antonio Muñoz. El llamado ‘pacto de Antequera’pacto de Antequera parecía haber resuelto este asunto pero al término del nuevo plazo fijado por el cordobés el dinero seguía sin llegar, añadiendo además problemas de impagos tanto con la plantilla, que acumula ya dos meses sin cobrar, como con los proveedores del club. Así las cosas, Muñoz convocó una subasta del 49,5 por ciento de las acciones “por incumplimiento de las obligaciones de pago en las que ha incurrido el accionista titular de las mismas” y que se llevaría irremediablemente a cabo si Sinergy no realizaba los pagos requeridos por el empresario cordobés.
Avales, avales y más avales. Esa era la única respuesta de Sinergy a los requerimientos tanto de Muñoz como de los administradores, que cansados de no recibir otra respuesta en lo económico, solicitaron la suspensión de facultades del consejo de administración y decidieron tomar las riendas de la situación. Con el grupo inversor británico acorralado y denunciando presuntas irregularidades por parte de Muñoz como tabla de salvación para justificar su falta de inversión se celebró la subasta, siendo la de ‘Locos por el balón’ la única puja presentada. Aunque Sinergy adelantó el pasado sábado que seguirá peleando por vía judicial, lo cierto es que el club ya es propiedad de este nuevo grupo inversor, cerrando una de las etapas más desconcertantes y oscuras de la historia de la entidad.
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