Lugo suena a lugar de resurrección
Cádiz CF
Hace dos temporadas, el Cádiz quebró allí una racha de cinco partidos sin ganar y empezó a volar hacia la fase de ascenso a Primera.
Cádiz/El Cádiz acumula en la actualidad la nada recomendable cantidad de nueve jornadas consecutivas sin conseguir victoria alguna, una racha de características tan adversas que ha conducido al conjunto amarillo a colocarse en la 20ª plaza, una de las cuatro posiciones que condenan al descenso a Segunda División B a sus ocupantes al final de la temporada.
Ahora toca visitar al Lugo en el que supone el 11º encuentro de una campaña en cuyo arranque los pupilos de Álvaro Cervera solo han sido capaces por el momento de sumar tres puntos de una tacada en el choque inaugural de la competición, el ganado al Almería (1-0) con el Ramón de Carranza como escenario. Las esperanzas de quebrar esa retahíla de marcadores contrarios a los intereses propios se incrementan en esta oportunidad gracias a lo bien que se le está dando al Cádiz visitar el campo lucense desde su regreso a la categoría de plata, ya que los dos desplazamientos efectuados a ese terreno en LaLiga 1|2|3 se saldaron con sendos éxitos por 0-1.
El optimismo crece todavía más por una circunstancia que rodeaba al enfrentamiento correspondiente a la temporada 2016/17. Por aquel entonces, el Cádiz afrontaba la 12ª jornada ubicado en el 19º puesto de la clasificación e inmerso en una racha negativa que tenía bastante preocupada a la fiel afición cadista. El conjunto gaditano, también dirigido por Álvaro Cervera en esa época, llegaba a Galicia tras alinear ininterrumpidamente nada menos que cinco partidos sin saborear la dulzura de un triunfo, situación que presentaba ciertas similitudes con la actual aunque evidentemente esta sea más prolongada, casi el doble de compromisos, que la de ese precedente.
El Cádiz, recién ascendido, había iniciado aquel curso 2016/17 con un balance totalmente equilibrado de dos triunfos, dos empates y dos derrotas, con los siguientes resultados: 1-1 en Almería, 1-1 en casa contra el Mallorca, 3-2 en Miranda de Ebro, 3-0 al Getafe, 1-0 en Reus y 1-0 al Numancia en el Ramón de Carranza.
Desde el exitoso choque con los sorianos empezaron los incesantes problemas para llevarse otro alegrón, hasta encadenar cinco jornadas sin victoria que echar en el zurrón. Los marcadores de ese tramo fueron los que se relacionan a continuación: 0-2 ante el Oviedo, 3-0 frente al Rayo Vallecano, 0-0 con el Girona en el Carranza, 1-1 en Tenerife y 2-2 en feudo propio contra el UCAM Murcia. Total, tres tablas y dos tropezones para una pírrica cosecha de tres puntos de 15 posibles.
Lugo funcionó una semana más tarde de lugar elegido como punto de inflexión, haciendo del Anxo Carro el campo de una resurrección que condujo al cuadro cadista hasta la participación en la fase de ascenso a Primera División. El 30 de octubre de 2016, fecha de la cual se cumplirán dos años justos el próximo martes, un Cádiz con un eficaz entramado defensivo y un Alberto Cifuentes portentoso estrenó su casillero de triunfos como escuadra visitante. Gracias a aquel 0-1 se cortó la racha negativa de las anteriores cinco jornadas y de paso se abandonó la zona de descenso, al escalar de golpe y porrazo desde el 19º lugar al 16º.
El tanto de tan feliz recuerdo lo obtuvieron los verdes, color de las camisetas vestidas ese día por los pupilos de Cervera, en el minuto 63. Un robo de balón de Nico Hidalgo permitió al extremo servir el esférico a Güiza, quien conectó un genial taconazo hacia Álvaro García para que este, solo delante del guardameta, definiera con un disparo raso y ajustado a un poste. Locura en el sector amarillo de la grada, liderado por los componentes de la peña cadista Pulpo Amarillo, que había sido fundada en Ferrol pocos meses antes.
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