Mal comienzo de año

Osasuna - Cádiz CF

El equipo amarillo desperdicia un gol de ventaja y pierde con justicia para caerse de la zona de 'play-off'

Álex Fernández, con el balón controlado antes de marcar el 0-1.
Álex Fernández, con el balón controlado antes de marcar el 0-1.

Cádiz/El Cádiz empezó el año con mal pie con una derrota (2-1) frente a un Osasuna que una vez más se mostró intratable en su feudo. El conjunto amarillo perdió su fiabilidad defensiva y regresó de vacío pese a cobrar ventaja en el marcador. El 0-1, obra de Álex Fernández, apenas le duró un cuarto de hora a un equipo que saboreó la quinta plaza pero acabó la jornada en la séptima. Vea aquí las mejores imágenes del encuentro.

No fue el mejor encuentro del conjunto de Álvaro Cervera, al que no le sentó bien el parón navideño. Es raro ver al Cádiz con tantas dudas atrás. Con un poco más de acierto de los rojillos, la derrota hubiese sido más abultada.

El partido se desbocó desde el principio. Las costuras defensivas de los dos equipos saltaron por los aires para desazón de los entrenadores. Sólo la falta de puntería impidió que uno de los dos se adelantase pronto en el marcador. Un remate a bote pronto de Manu Vallejo se marchó alto poco antes de que Alberto Cifuentes atrapase un cabezazo envenenado de Juan Villar. De nuevo apareció el chiclanero dentro del área para poner un centro que no encontró aliado con la portería completamente vacía.

Todo en unos minutos iniciales de vértigo, con la sensación de que cualquiera de los dos podía abrir la lata en cualquier momento. Y así fue en el 19. Jairo armó un contragolpe por la izquierda, arrastró a dos defensas y vio cómo Álex Fernández ingresaba en el área. Le sirvió el esférico y el madrileño hizo el resto con maestría. Lo controló con la derecha, regateó para buscar espacio y soltó un zurdazo con el que colocó el cuero por la escuadra. Todo calidad para elevar el 0-1 al marcador.

Poco le duró la renta a un Cádiz víctima de la calidad en ataque de los navarros. En el 26, Juan Villar, una pesadilla para la zaga, rompió el fuera de juego y cuando parecía que iba a rematar sorprendió con una dejada atrás a Rubén García, que clavó la pelota junto a un poste para restablecer la igualada.

El 1-1 antes de la media hora respondía a la falta de control de uno y otro. No terminaban de sentirse cómodos los gaditanos. Ni siquiera con Álex ubicado entre segundo punta y ayudante de la media y Manu Vallejo en la derecha. El entramado defensivo carecía de la solidez de otras citas y los rojillos martilleaban arriba hasta que en el minuto 35 le daban la vuelta a la tortilla con una acción ofensiva en la se que conjugó el mérito de los locales con el demérito de los visitantes.

Iñigo Pérez, Kike Barja trenzaron por la izquierda, desbordaron a Manu Vallejo y Rober Correa y el centro hacia atrás, que pilló desprevenido a los centrales, lo culminó con Roberto Torres con un misil raso imposible para Cifuentes.

El Cádiz pasó de la victoria a la derrota en apenas un cuarto de hora. Un hecho casi insólito para un equipo famoso por una consistencia difuminada en El Sadar. Así, sin más, sin poder maniatar a un adversario que desequilibró con su movilidad.

Los de Cervera trataron de aprovechar el desgobierno del partido para intentar empatar antes del descanso. Casi lo consiguió Lekic a salida de un saque de esquina -en el 37- y poco después -en el 40- Manu Vallejo eligió el disparo, que se marchó alto, en lugar de dar el pase de la muerte. La última palabra la tuvo en el 43 Juan Villar, quien solo ante Cifuentes mandó la pelota al lateral de la red. Se salvó de milagro el Cádiz de irse al intermedio con un 3-1 que hubiese sido casi definitivo.

El preparador cadista dejó en el vestuario a Brian y en la reanudación colocó a Aketxe de lateral izquierdo. El guión quedó establecido con meridiana claridad. El perdedor no tuvo otra opción que intentar llevar la iniciativa a su pesar, porque no es algo agrade a un equipo acostumbrado a golpear a la contra.

Aun así pisaron el área, como el mano a mano de Jairo con Rubén en el 51 que el extremo decidió pasar en vez de tirar. Los que sí inquietaron a contramano fueron los anfitriones, que un minuto más tarde de nuevo tuvieron el 3-1 pero Roberto Torres falló en la definición.

Cervera hizo reaparecer a Salvi -en lugar de José Mari- con media hora por delante en busca del empate. El cambio deparó movimientos. Álex retrasó su posición a la media, Manu Vallejo se ubicó arriba junto con Lekic y el sanluqueño se desenvolvió en su espacio natural de la derecha.

Los amarillos lo intentaron por los costados, el centro, a balón parado... pero se estrellaron contra el muro mientras los navarros amagaron una y otra vez con el tanto de la sentencia, como en el minuto 68 cuando Kecojevic evitó el remate a puerta a vacía de Juan Villar, que casi respiró falló con todo a su favor.

El Cádiz arriesgó a la caza de un punto, pero estaba más cerca el 3-1 que el 2-2. La última carta fue la de Dani Romera con más de un cuarto de hora para el final, ya con Aketxe en la mediapunta y Jairo como lateral izquierdo.

Ninguna variación de jugadores sobre el césped produjo la más mínima alteración y el Cádiz se enredó en los brazos de la precipitación. Cifuentes sostuvo al equipo con vida en el 84 cuando ganó un mano a mano a Brandon. Los andaluces empujaron hasta el final, pero ya sin llegar a crear peligro.

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