Margen de maniobra
Cádiz CF
La sensación que deja la primera visita del Cádiz al Rayo Majadahonda es que el equipo pudo hacer algo más, aunque sigue teniendo en su mano la clasificación para la fase de ascenso
Cádiz/Una victoria en el terreno del Rayo Majadahonda hubiese dibujado un horizonte demasiado bonito. El Cádiz CF hubiese sostenido la cuarta plaza y los cinco puntos de renta sobre el séptimo clasificado y además hubiese recibido al Málaga (próximo lunes, 6 de mayo, a partir de las nueve de la noche) con una tranquilizadora ventaja de cuatro.
Pero el domingo desperdició una ocasión de oro el Cádiz CF frente a un Majadahonda inferior que se fue creciendo hasta llegar a mostrarse superior ante el exceso de conservadurismo de un equipo amarillo que apostó todas sus cartas a la defensa de su gol tempranero, permitió que lo madrileños impusieran su estilo en la segunda parte y perdió dos puntos no sin un serio coqueteo con la derrota.
La realidad es otra sin dejar de disponer de una buena situación que el equipo amarillo debe aprovechar sin demora si no quiere poner en riesgo su participación en la fase de ascenso a Primera División. Con ilusión y presión, elementos inherentes a la vida en las alturas. El conjunto de Álvaro Cervera necesita una sobredosis de regularidad en las seis jornadas restantes para poder acabar el campeonato entre los seis primeros de la tabla.
Los amarillos siguen montados en su particular montaña rusa, como casi todos sus rivales directos. Qué difícil es la constancia de la victoria. Arrancaron la segunda vuelta con tres partidos seguidos sin ganar, enlazaron después cuatro victorias sin respiro, encadenaron un póquer de jornadas sin vencer, retomaron el pulso con dos triunfos continuados y ralentizan su marcha con el reciente empate en Madrid frente a un modesto adversario.
Eso sí, el gran valor del Cádiz CF es su capacidad para esquivar la derrota. Sólo ha perdido dos encuentros en la segunda vuelta (las visitas a Oviedo y Elche). Es el equipo que menos pierde salvo el imparable Osasuna, que sólo acredita un varapalo (en Tenerife) desde la 22ª jornada. Gaditanos y navarros son los únicos ocupantes de la zona que no pierden en las últimas cinco jornadas.
La cuestión es si a estas alturas de la temporada, en plena recta final, los empates son suficientes o no. Los gaditanos lo tenían todo para meterse en el play-off la pasada campaña pero se desangraron arrastrados por frecuentes igualadas.
El tiempo, juez inexcusable, dirá si el punto sumado por el Cádiz CF en Majadahonda es suficiente o se queda corto. La sensación que deja la primera visita oficial al cuadro majariego es que los de Cervera extraviaron dos puntos que pueden ser importantes.
Los amarillos pecaron de falta de ambición. Se conformaron con el 0-1 del principio. Se fueron diluyendo, cada vez más escondidos en su caparazón defensivo, ocupados en la destrucción y olvidadizos cuando tuvieron la oportunidad de organización de contragolpes en condiciones. No fue por falta de espacios. Falló la conexión. Hubo pocas transiciones con criterio y sólo aparecieron al final para intentar hacer lo que no había hecho antes. Demasiado tarde.
Para bien y para mal, las posibilidades de éxito pasan por la senda de la eficacia en las tareas de destrucción. El Cádiz CF está diseñado para la defensa por encima de todo y todo lo que no pase por ese concepto se convierte en un problema. Ese sistema no le ciega en ataque. De hecho, es el segundo más goleador de la Liga con 49 tantos, tres menos que el Osasuna.
El equipo de Cervera mejora los números de sus dos temporadas anteriores. Llega a los 60 puntos en 36 jornadas cuando hace un año atesoraba 57 y en el curso 2016/17 llevaba 58. Es la mejor segunda vuelta del Cádiz CF desde su retorno a Segunda División A.
En la segunda rueda ha sumado 27 puntos frente a los 25 que había avanzado en el mismo tramo de hace dos campañas y a los 18 de la 2018/19, cuando se atascó punto a punto hasta caerse en la jornada de clausura.
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