Miguel Alfaro: “En España no hemos aprovechado saber con tiempo lo que estaba pasando en Italia”

Cádiz CF | Crisis del coronavirus

El agente FIFA gaditano, representante de Álvaro Cervera, regresó de Milán justo antes del cierre de fronteras

Miguel Alfaro, junto a Álvaro Cervera delante del escudo del Cádiz CF.

Cádiz/El gaditano Miguel Alfaro, agente FIFA, miembro de la agencia You First Sports, líder de España en su sector, según Forbes, y representante, entre otros, del entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, y de jugadores como el vallense Luis Alberto y su compañero Jony, de la Lazio; Fabián Ruiz, del Nápoles; Mariano Díaz, del Real Madrid; Gerard Moreno, del Villarreal, o Berenguer, del Torino, se encuentra en España después de haber regresado de Milán hace poco más de una semana, justo antes del cierre de fronteras. Su reciente estancia en Italia le convierte en voz autorizada para hablar de lo que está aconteciendo en el país del mundo que ya registra más muertes por el coronavirus, la propagación de la enfermedad y las medidas adoptadas.

Alfaro llevaba en tierras transalpinas desde que en enero su empresa inició un proyecto con oficina en Milán. “Incluso mi mujer se vino conmigo porque ya estaba pasando más tiempo allí que en España debido al importante volumen de clientes. De hecho somos la agencia que últimamente ha hecho más intercambios de futbolistas entre Italia y España”.

El agente FIFA relata lo que ha vivido con una secuencia cronológica que arranca el viernes 21 de febrero. “Vino a Italia el secretario técnico de un equipo español de Primera División y me encargué de darle asistencia; ese domingo, tras haber visto el Bolonia-Udinese, íbamos al partido en Verona y durante el camino nos enteramos de la suspensión. En toda Bolonia se estaban multiplicando los casos de coronavirus y se suspendieron todos los encuentros del norte”.

Primeras medidas. “Esa semana, la que empezaba el lunes 24, comenzaron las restricciones, pero todo era muy confuso. Marcaron desde el principio las llamadas zonas rojas, con el cierre de espacios donde se acumula mucha gente y que por lo tanto afectaba a la vida normal. Pero seguía habiendo mucha confusión y, por ejemplo, no había restricciones para ir a trabajar sino sugerencias para trabajar desde casa”.

Así y todo, la suspensión de Serie A era una realidad y la histeria se apoderaba de la población. “Yo bajaba a la calle lo mínimo y cuando lo hacía ya se empezaba a ver a la gente con mascarilla y guantes, pero todavía no se notaba todo parado”.

Alfaro tiene la sensación de que “las primeras medidas se tomaron sin mucho conocimiento sobre cómo contener el virus, y cuando se tomaron, ya afectando a la calle, en las farmacias no había mascarillas, ni gel desinfectante; tuve que esperar dos días para poder comprarlo. Italia estuvo dos semanas con medidas pero a medias”.

"Los controles de temperatura se hacían en los aeropuertos de Italia cuando apenas había positivos; en España, no"

Eso sí, curiosamente, al contrario que en España, en los viajes aéreos los italianos actuaron acaso con más prudencia. “Viajo mucho en avión y sé de lo que hablo. Desde principios de febrero en los vuelos a Italia siempre a la llegada ya te estaban haciendo un control de fiebre. Estaban atentos a lo que podía pasar, es como si supieran o temieran algo que no se había hecho público. Viajaba y veía esos controles, pero cada vez que ponía un pie en España también veía que no me los hacían. En Italia los estaban haciendo antes de que en la calle se conocieran los primeros positivos”.

Las horas críticas antes de su regreso. “El sábado 7 marzo vuelveo a Milán por la tarde y me entero de la existencia de un borrador, que el Estado va a tomar medidas muy agresivas sobre la gestión del coronavirus. Como el borrador se filtró antes del decreto, nos asustamos y al saber que iban a bloquear país, en principio en regiones del norte, la empresa me pidió que por responsabilidad regresara a España”.

Problemas con los vuelos. “El domingo Milán ya estaba bloqueada. Tenía el lunes un billete Milán-Madrid pero Iberia me mandó la cancelación. Por eso, tomé la decisión de ir hasta Roma, que en ese momento no estaba declarada como zona roja, y en Roma coger un vuelo a Sevilla en el que también se vino la mujer de Luis Alberto”. El aeropuerto de Roma estaba vacío, en el avión íbamos apenas 20 personas… Todo el país estaba señalado ya como zona roja y con medidas restrictivas. Un poco más y no podía haber salido”.

Lejos de mostrarse crítico por las decisiones de los responsables políticos, el representante gaditano cree que “España podía haberse aprovechado de saber con tiempo lo que ocurría en Italia; hemos aplicado las medidas más rápido pero quizás ha sido tarde”.

Por último se refiere a cómo viven esta situación sus representados. “Los jugadores tienen la misma incertidumbre de todos, cuánto va a durar esto, pero a la vez han asumido que es una responsabilidad de todos, ocupan su tiempo, se cuidan, cumplen pautas de alimentación y descanso, una activación coordinada con sus clubes. Aunque sean futbolistas de élite, son conscientes de que son uno más y acatan que esto es lo que nos toca vivir”.

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