Nueva derrota y a Primera como segundo (0-1)

Cádiz/La última jornada amaneció con susto mayúsculo por el amago de aplazamiento tras el positivo por coronavirus de al menos seis jugadores del Fuenlabrada. Al final sí jugó el Cádiz CF contra el Albacete y la tercera derrota seguida de los amarillos le impidió quedar campeón de Liga tras ganar el Huesca en El Molinón. El gol de penalti que marcaron los manchegos en el minuto 89 les libró del descenso.

El Cádiz CF ofreció dos caras. Buena en la primera y mala en la segunda bajo el influjo del incómodo viento. Dispuso de ocasiones para irse al descanso por delante pero en la segunda parte cedió ante el empuje de os castellanos.

Arrancó el líder con un once que mezcló titulares y no habituales, con la novedad de estreno oficial de Juan Flere en el primer equipo.

El partido quedó totalmente condicionado por la irrupción de un fuerte viento de levante que dificultó la maniobrabilidad de unos y otros. Los locales lo tuvieron a favor en una primera parte en la que crearon peligro a través de los saques de esquina.

De hecho, el árbitro anuló un gol de Lozano por claro fuera de juego del delantero al remachar delante de la portería tras rechazar el balón Tomeu Nadal después de un remate de Fali a la salida de un córner.

El lado bueno de tener hecha la tarea es poder jugar sin presión. Circularon con soltura los de casa (lo que el viento les permitió) con algunas acciones trenzadas, como la que culminó Bodiger (minuto 16) con un zurdazo desde la frontal del área.

Comenzaron mucho mejor los de Álvaro Cervera frente a un adversario que pronto se enteró de que coqueteaba con el descenso tras el gol de Numancia. Pero lejos de reaccionar, los manchegos apenas pisaron el área pese a la presión alta con la que dejaron espacios atrás. No lanzaron a puerta los 45 minutos iniciales.

Si algún equipo generaba opciones de gol ese era el Cádiz. De nuevo lo intentó Bodiger de lejos (minuto 28) con un misil que no se escapó demasiado lejos del objetivo poco después de que Marc Baró tuviese que abandonar el césped por una molestias. La marcha de un canterano motivó la salida de otro, Moi, quien hizo su debut con el primer equipo ubicado en lateral derecho, mientras Akapo pasó al izquierdo.

El control del partido era absoluto por parte de los gaditanos bajo la tutela Álex Fernández, las apariciones de Pombo y Salvi, la constancia de Lozano y la consistencia de Bodiger y Edu Ramos. Un potente zapatazo de larga de distancia del malagueño (minuto 33) no fue gol por la acertada intervención de Tomeu Nadal, sostén de su equipo.

Muy cómodo se desenvolvió conjunto amarillo en una primera mitad de sosiego, con momentos de buen juego y un par de buenas oportunidades. Le faltó poco para irse con ventaja en el marcador.

Augusto Fernández comenzó la segunda mitad como relevo de Edu Ramos. Los visitantes dieron un paso adelante y dejaron más hueco todavía en su zona trasera, pero el viento en contra no lo puso nada fácil.

Era un partido propicio para experimentar. Pombo pasó a tres cuartos y Álex a la izquierda, pero los blancos, que se jugaban la vida, empezaron a hacer trabajar a Flere tras una plácida primera mitad del arquero.

El queso mecánico se hizo dueño del esférico. El decorado del partido cambió por completo y las llegadas a al área cadista fueron continuas mientras los anfitriones se diluyeron.

Cervera quiso agitar la coctelera con tres sustituciones para encarar el último cuarto de partido. Nano Mesa, Álvaro Giménez y Malbasic intentaron de aportar oxígeno frente a la oposición de Eolo. Artillería pura.

Sergio González (en el 68) tuvo cerca el 1-0 con un testarazo a la salida un saque de esquina que llevó el esférico hasta el cuerpo del cancerbero, salvador una vez más Fue una acción aislada de los amarillos, que apenas se dejaba ver arriba mientras los manchegos iban a por todas, porque en ese momento estaban en Segunda B.

El duelo caminaba al cero a cero, suficiente para los gaditanos e insuficiente para los albaceteños. En el 74 se produjo una de esas jugadas consideradas claves en el devenir de un partido. Manu Fuster adelantó a los manchegos pero con un fuera de juego tan ajustado que el VAR tardó varios minutos en confirmar la posición irregular del autor del tanto.

La recta final fue un asedio completo del Albacete. Maikel Mesa cabeceó alto (en el 82) cuando tenía el 0-1 en su testa y la respuesta inmediata la tuvo Salvi con una galopada y posterior centro que sacó un defensa casi en la portería.

Los últimos minutos se desarrollaron la parcela cadista hasta que en el minuto 87 llegó la jugada definitiva. Mano de Bodiger dentro del área tras rebotarle el balón en el cuerpo y el árbitro señaló penalti. No faltó incertidumbre porque Vicandi Garrido revisó la acción en el monitor y confirmó su decisión.

Maikel Mesa lanzó en el 89 y ajustó tanto el balón junto a un poste que hizo inútil la estirada de Flere, que no alcanzó el balón por milímetros. 0-1 y ahí se acabó todo, porque el Cádiz no aprovechó los seis minutos de prolongación. En ningún momento tuvo opción de empatar.