¡Ojo con las confianzas!

Cádiz/Tras cinco jornadas consecutivas cosechando empates, una racha buena o no tan buena de 10 partidos sin perder, aunque haya sumado sólo 14 de los 30 puntos disputados, al margen de los tres ganados por el 0-1 administrativo de la visita al excluido Reus, el Cádiz recibe este domingo al Extremadura en un escenario que se podría considerar ideal para reencontrarse con el triunfo. De hecho, la imperiosa necesidad de victoria de los amarillos, que asegurarán sin depender de terceros el play-off de ascenso a Primera División si vencen en los dos últimos encuentros de Liga, contrasta con la previsible relajación de los extremeños, que el pasado fin de semana ataron la permanencia en Segunda A al empatar con el Lugo y mantener una distancia ya imposible de recortar de siete puntos con respecto al Rayo Majadahonda, que marca la frontera del descenso.

Sin embargo, una realidad reciente, muy reciente, invita a la prudencia entre los pupilos de Álvaro Cervera. Hasta tal punto que haría bien el entrenador en mentalizar a los suyos en que el rival, aun ya salvado, es un visitante peligrosísimo. Sólo hay que remitirse a los resultados más cercanos en el tiempo para comprobar que el titular de Almendralejo no parece ninguna hermanita de la caridad cuando se desplaza. Cuatro zarpazos en sus últimas cuatro salidas dan buena fe de ello. Y todo esto sin olvidar la remontada que se produjo en el encuentro de la primera vuelta, en el Francisco de la Hera.

Ni el potencial de los adversarios ni la obligación de éstos para cumplir con el guión previsto se convirtieron en un obstáculo insalvable para los azulgranas en los choques seguidos que afrontaron hace poco más de un mes en La Rosaleda y Riazor, en donde dieron buena cuenta de Málaga y Deportivo, respectivamente, en ambos casos por 1-2, pese a lo mucho que se jugaban los locales. Con posterioridad a esos resultados, también tumbaron a domicilio al Nástic en Tarragona, por 0-1, y al Alcorcón en tierras madrileñas, también por 0-1. Un pleno de 12 puntos de 12 posibles lejos de su feudo que merece todo el respeto del mundo y más.

Por si no fuera suficiente con lo que ha hecho hace bien poco, merece igualmente destacar que el Extremadura se ha caracterizado durante la presente temporada por las enormes dificultades que ha presentado a todos los contrincantes de la zona noble. Tanto es así que únicamente dos de ellos consiguieron superarle al amparo de su afición.

En efecto, la escuadra pacense hincó la rodilla, aunque por la mínima (1-0), en sus desplazamientos a Pamplona y Albacete, mientras que en el Nuevo Los Cármenes de Granada, en el Son Moix de Palma de Mallorca y en el Carlos Tartiere de Oviedo, los otros tres conjuntos que están peleando en los puestos de arriba, forzó las tablas con marcadores de 0-0, 1-1 y 1-1, respectivamente. Dos triunfos, tres empates y dos derrotas lejos de su campo frente a siete de los ocho primeros clasificados son números a tener en consideración por la cuenta que le trae al Cádiz.

Ni siquiera puede servir como argumento para los más optimistas del lugar la reflexión de que se trata de un contendiente que llegará este fin de semana a la Tacita de Plata con la categoría asegurada. No. Se antoja visto y comprobado que cuando un equipo actúa alejado de la presión de la competición, más suelto, más relajado, aún puede ser más letal. Y en el caso de los extremeños hay que tener en cuenta su capacidad como foráneo, con registros que le situarían en la lucha por el ascenso si no fuera porque ha fallado demasiado en casa.

En este sentido, conviene recordar que a domicilio suma tantos puntos como el líder y ya ascendido Osasuna, 25, y sólo menos que Albacete (34), Granada (33), Málaga (31), Dépor (29) y Cádiz (27). Y su capacidad realizadora cuando viaja tampoco desmerece, pues con 22 goles, los mismos que los navarros, sólo se ve superado por Zaragoza (28), Albacete (25), Elche (24), Granada (23) y Cádiz (23). Lo dicho, un rival para no confiarse.