Patinazo que apenas tiene precedentes

El Cádiz afrontaba la doble salida consecutiva a Guadalajara y Algeciras de las anteriores jornadas con el reto de cosechar dos victorias que le permitieran acercarse al liderato del grupo IV, puesto cuya conquista era el objetivo soñado antes del inicio del campeonato.

La historia liguera indicaba que la tarea resultaba complicada, pues no en vano tan sólo existían tres antecedentes con dos victorias en las 23 ocasiones anteriores en las que el equipo amarillo se había visto obligado a efectuar dos desplazamientos seguidos en Segunda División B. Más difícil todavía se antojaba acumular dos derrotas en esos compromisos, ya que esa combinación de tropiezos se había producido únicamente en dos de esos 23 antecedentes, pero fue lo que terminó ocurriendo a la escuadra adiestrada por Raúl Agné, incapaz de arañar algo positivo tanto en el Pedro Escartín de Guadalajara (1-0) como en el Nuevo Mirador de Algeciras (2-1).

Por lo tanto, el triste episodio supuso la tercera oportunidad registrada en el historial del Cádiz en Segunda División B con dos derrotas en partidos consecutivos lejos del Ramón de Carranza.

El precedente más alejado en el tiempo acaeció precisamente en la temporada del estreno cadista en la referida categoría, allá por el ejercicio 1994/95. Fue en las jornadas 29ª y 30ª, cuando el equipo entrenado por Cacho Heredia sucumbió con el Betis B (3-0) y el Córdoba (1-0), dirigidos respectivamente por José Ramón Esnaola y Crispi. Ferrer, Redondo y Gallego marcaron los goles béticos el 25 de marzo de 1995 y Algar obtuvo el cordobesista el 2 de abril.

Los tropiezos se repitieron en las jornadas 19ª y 20ª de la campaña 1997/98, con Ramón Blanco en el banquillo. El Écija Balompié de Julio Cardeñosa ganó (2-1) el 11 de enero de 1998, con tanto visitante de Zárate y locales de Fede y Navarro; el 18 de enero se impuso (2-0) el Melilla de Pedro Buenaventura, con dianas de Contreras y Mohamed.